sábado, 23 de septiembre de 2017

Cristal [1/2]



Título: Cristal
Género: AU
Pareja: TegoShige  [Tegoshi Yuya x Kato Shigeaki]
Fandom: NEWS
Palabras: 3,600
Tipo: Two-shot
Capítulo: 1/2
Resumen: Yuya es ágil, eficiente, tiene carisma y ha ganado experiencia… En un empleo que no le gusta el todo ¿Así estará cerca de cumplir su verdadero sueño?

Era su tercera llamada de atención, sabía que esa situación lo podría llevar a perder su empleo, el cual, a decir verdad no era muy glamoroso y sinceramente, de fácil reemplazo. Yuya no era vital para la disquera en la que trabajaba. Lo sabía. Y aun así se había arriesgado una tercera vez.

Su trabajo, realmente consistía en ser el asistente de uno de los managers de la misma disquera, a veces simplemente llegaba, se presentaba y esperaba indicaciones que no eran muy diferentes de “tráeme un café”, “ve a dejar esto a recursos humanos”, “necesito que canceles los eventos de hoy, salió un imprevisto”, otras andaba de un lugar a otro consiguiendo firmas, y había días en los que no hacía nada, ya que no era temporada de “trabajo”.

Esos pequeños espacios de “nada” era lo que lo tentaban a hacer algo por lo cual le llamaban la atención. La primera vez que lo hizo, fue con éxito, nadie más que uno de las artistas de la empresa se dio cuenta, pero el no dijo nada. La segunda vez consiguió su primera llamada de atención. La tercera y cuarta oportunidad también fueron con éxito, sin embargo la quinta vez, ganó su llamada de atención.

¿Qué es lo que hacía?

Se metía a uno de los estudios de grabación, usaba parte del equipo con el que se contaba, y empezaba a cantar. Yuya no había nacido para ser asistente en una disquera, él sabía que había nacido para brillar en un escenario, cantar y tener sus propias canciones. Él quería ser una de las estrellas de la disquera, quería demostrar su talento nato.

El manager para el que trabajaba le había dejado claro que necesitaba más que su voz para conseguir algo en la industria de la música y aunque no lo quería desanimar, él no le podría brindar el apoyo que necesitaba.

- ¡Lo siento mucho! –Decía Yuya con una marcada inclinación hacia la persona que lo estaba regañando, el cual era uno de los encargados de los estudios de grabación.

- ¡Es la tercera vez! –Exclamaba el hombre, con cierto enfado.

- ¡Lo siento mucho!

- Creo que será la última…

El cómo la voz pareció apaciguarse y también el cómo se hacía más lejana le llamó la atención al joven, por lo que levantó un poco su vista, se sentía nervioso, porque ahora ese encargado, hablaba con su jefe directo, el manager para quién trabajaba: Sakurai Sho. Era casi un hecho de que lo iban a despedir.

Se enderezó un poco, marcando con demasiada fuerza su puño izquierdo, quería golpear algo ¡Solo quería ser escuchado! ¡Quería una oportunidad! ¿Realmente era tan malo querer una oportunidad en el mundo que siempre soñó, en el de la música? ¿Tenía que vivir conformándose?

Sakurai se disculpó también con el encargado de grabación, y asumió la responsabilidad, diciendo que no se repetiría. El encargado suspiró, pensando en que no habría logrado despedir al chico atrevido que se las daba de cantante en sus estudios.

El manager llamó a su asistente. No lo miró mal, solo negó con la cabeza y le dio la indicación de ir a su oficina principal en la cuarta planta por unos papeles que necesitaba para la sala de juntas en el segundo piso. Mencionando la urgencia de esta tarea porque ya habían llegado los invitados a la sala de juntas.

Yuya asintió y se dirigía ya casi corriendo a la oficina de su jefe cuando este le dijo que tendrían que hablar seriamente después de lo sucedido. La expresión de Yuya que por unos momentos fue de alegría y alivio, se tornó preocupada, su jefe era una persona muy amable, considerada y paciente, pero por la forma en que le mencionó lo último, pensó en que quizás había tocado el límite.

***

“Yuya es eficiente. Es rápido. Tiene carisma. No tiene errores mayores en los documentos que le encargo, es dinámico y tiene buenas propuestas a soluciones de problemas imprevistos. Conoce bien el edificio, tiene buena relación con los demás aunque no creo que sea amigo de nadie… Encontrar otro asistente será muy difícil…”, pensaba Sakurai en lo que iba hacia la sala de juntas, su invitado ya estaba ahí, por lo que saludó formalmente una vez que atravesó la puerta.

- Un gusto conocerle en persona, Kato-sensei.

***

A pesar de no demorar en llegar a la oficina del manager, si tardó un poco en encontrar los papeles encargados, y sumando la preocupación de perder su empleo no llegó tan pronto a la sala de juntas, en la cual, ya había iniciado la reunión, entró discretamente y fue a tomar lugar a la espalda de su jefe, dando un paso a la derecha para hacerle entrega de los papeles. Procedía a retirarse cuando, su mirada se cruzó con el personaje con el que Sakurai tenía la reunión.

Sus piernas se tensaron un momento, incapaces de moverse, su respiración se cortó por segundos, sus ojos reflejaron la sorpresa con marcada exageración, por otra parte, sus manos no encontraban lugar para colocarse, se sentía torpe. Torpe como muy pocas veces se sentía.

El afamado letrista Kato Shigeaki estaba teniendo una reunión con su manager.

Sakurai se percató de la reacción de su asistente y le pidió quedarse para hacer la toma de notas de los acuerdos de la reunión y como respuesta en un tono más alto y nervioso del que le hubiese gustado demostrar, accedió. El letrista dibujó una sonrisa divertida y curiosa en su rostro, cosa que logró poner al pobre asistente más nervioso.

¿A qué se debía esa reacción de Yuya?

A la misma razón por la Sakurai mantuvo en secreto esa reunión de su asistente hasta ese día. A Yuya le fascinaba Kato Shigeaki, en cierto sentido.

Los gustos musicales de Yuya siempre habían sido variados, desde las baladas más románticas hasta el rock más escandaloso posible, pero había un patrón que no descubrió hasta tiempo después de que la música le interesó con más firmeza y en un sentido más profesional. La letra de las canciones.

Ya sea con metáforas o conceptos completamente elaborados para sus canciones favoritas, tenían algo en común: todas las canciones que habían significado algo en sí mismo o que le habían llevado a reflexionar, se debían a un solo letrista: Kato Shigeaki.

El talento de Kato se había descubierto cuando este era muy joven. Siendo hijo además de una afamada cantante, ganó popularidad cuando esta decidió cantar un poema que a su pequeño de 10 años le habían dejado como una tarea de colegio. Ese poema, que su hijo había hecho sin un objetivo mayor a cumplir su tarea se convirtió en el inicio de su carrera como letrista.

Con el tiempo, por curiosidad y el interés que esto generó se encontró escribiendo poemas y canciones que a lo largo del tiempo ya sea su misma madre o algunos amigos de esta cantaban. Cuando Shigeaki cumplió sus 15 años ya había escrito alguna canción para más de 16 artistas diferentes. Y fue cuando decidió que quizás podría dedicarse a escribir.

Curioso es que sus notas en literatura, o japonés no eran las mejores, y no se imaginaba a sí mismo escribiendo cosas como libros o cuentos, pero decidió que estudiar la Literatura y creación literaria sería lo mejor para él, ya que de escoger algo más musical, sentía que no podría seguir desarrollando su talento.

Lo impactante de su carrera, al menos para Yuya, era que mientras él había logrado salir del instituto y comenzar una carrera en psicología que abandonó a la poco antes de terminar, Kato había culminado sus estudios y trabajaba con mayor reconocimiento que antes… cuando los dos tenían la misma edad.

La vida de ambos era como muchas, variada, y aunque a Yuya en un principio le molestó en demasía las dimensiones de la diferencia entre ambos, cuando descubrió que no podría odiar no competir contra el letrista, ya que a fin de cuentas adoraba lo que este escribía,  decidió que lo iba a admirar y seguir en su carrera, poniéndose como meta lograr que el letrista le escribiese una canción algún día.

Sin embargo, para Yuya el haber conocido así a Kato le había sorprendido mucho. Algunas veces había hablado con su jefe de hacer que colaborase con algunos de los artistas que Sakurai manejaba, pero siempre había quedado como un posible, un quizás, o un “Kato-sensei tiene muchas responsabilidades y encargos, no puedo pedirle que escriba algo para nuestros artistas, Yuya, al menos no tan repentinamente, él es alguien ocupado”.

La reunión sin embargo, tenía ese fin, lograr que Kato Shigeaki colaborase con la disquera en la producción de tres sencillos de los tres artistas más populares de esta, dos de ellos, manejados por el propio Sakurai, por ello era él quién estaba haciendo el trato.

***

Yuya ocultó tanto como pudo su emoción de estar en reunión con alguien a quién podría llamar “meta”, alguien a quién admiraba, alguien por quién se sentía en cierta manera deslumbrado.

- Creo que no queda nada más por aclarar, Kato-sensei. Yuya, por favor lee los acuerdos generales para verificar los términos en los que se hará el contrato ¿De acuerdo?

La mirada del letrista se posó en el asistente, intentó parecer de confianza pero la curiosidad pudo más y en sus ojos se reflejó, por lo que aunque Yuya disimuló perfectamente, se sintió apenado. Procediendo a leer con voz clara y formal hasta cierto punto.

- El Letrista Kato Shigeaki se compromete a la producción de tres sencillos, uno para los siguientes artistas: Domoto Koichi-san, en el onceavo mes del año en curso, la unidad temporal de Sakamoto Masayuki y Nagano Hiroshi en el doceavo mes del año en curso y finalmente, ya sea para el tercer mes del próximo año, con Kanon o el próximo debut de la disquera, pero para el cuarto mes del próximo año. Las ganancias del letrista, Kato Shigeaki serán discutidas en la reunión del próximo 26 de septiembre, respetando como se debe las formalidades conocidas de la disquera. El contrato se firmará en la última semana del noveno mes del año en curso.

- ¿Alguna inquietud, Kato-sensei? –Preguntó el manager al darse cuenta de que la mirada de este, seguía posada en el asistente, que seguía con la mirada clavada en sus notas de la reunión.

- ¿Eh? No. Solo que me preguntaba, ¿Por qué un talento de su empresa es quién toma notas de las juntas? ¿No sería mejor un asistente? –Preguntó con cautela el letrista.

- ¿Talento? –Sakurai sonrió ligeramente- Tegoshi Yuya es mi asistente, no es un talento de la disquera.

- Oh, lo siento. Su voz me sonó familiar, quizás estoy cansado.

Lo que Sakurai no previno fue la sonrisa estúpida, confiada y llena de satisfacción del asistente, demasiado obvia y que sacó al letrista una sonrisa discreta, como de complicidad. La reunión concluyó en pocos minutos después, ya que el letrista tenía otro compromiso al grado de no poder ni aceptar el café que se le ofreció.

***

El gusto, desafortunadamente no le duró mucho a Yuya, pues en cuanto el letrista se fue, recordó que quizás era su último día de trabajo, al momento en que regresaba para hablar con Sakurai sobre su conducta respecto a la situación antes de la junta.

Al llegar a la oficina, Sakurai se sentó en su sillón, invitando al menor a sentarse también, esperó unos segundos antes de empezar a pronunciar su discurso. Era parecido al que le dio después de la primera y segunda llamada de atención. Pero su tono voz era más severo.

- No puedo despedirte, Yuya. No ahora que necesito cerrar el trato con Kato-sensei. Necesito que te quedes hasta que tenga su firma, y quizás el primer sencillo terminado. ¿Por qué? Porque necesito agilidad, compromiso y dedicación para esto, es quizás uno de los tratos más importantes en mi carrera y en la de los artistas implicados. Te necesito.

Yuya calló, entendía la situación pero eso ¿Qué significaba?

- Estarás trabajando para mí hasta noviembre de este año. Te aviso con tiempo por dos razones: creo que así podrás encontrar otro empleo o al menos guardar el dinero que se te pague por estas últimas semanas de trabajo para después. Y la otra, porque me daría más problema ponerme a buscar otro asistente justo cuando un trabajo tan delicado se viene.

No esperaba en parte esa consideración de su jefe pero ¿Realmente era tan malo querer cantar y haber usado uno de los estudios de grabación que de por sí nadie estaba usando en ese momento? No era como si hubiese obstaculizado algún trabajo pendiente, pero parecía que la simple acción de algo que “no le correspondía” era algo muy malo.

Hacer otra cosa no parecía posible, más que aceptar. Agradeció la amabilidad de su jefe y volvió a su rutina diaria. Ese día salió temprano y decidió ir como siempre, a comer al restaurante de su mejor amigo de toda la vida: Koyama Keiichiro, un poco de ramen no estaría mal, además tenía que contarle con detalle todo su día.

***

- ¿Conociste a Kato Shigeaki? ¿Hablas en serio? ¿Cómo es que no sabías que iba a ir a tu disquera si hasta con tu jefe se reunió? ¿No se supone que eres su asistente?

Las preguntas salieron de manera casi atropellada de los labios del mayor de los jóvenes, que después de cerrar se habían quedado conversando, para el dueño del restaurante era como un sueño lo que el contrario le contaba, ya que había seguido a Yuya prácticamente desde que el mayor de ambos, Keiichiro había iniciado su educación de instituto.

Yuya contestaba con calma, realmente había tenido ya el día para asimilar su gran acercamiento al letrista, pero en su mirada aún se reflejaba el brillo de la emoción.

- Ya que vas a trabajar un tiempo con él… -Empezó a Decir Keiichiro, con un afán medio insinuador y positivo, como siempre solía ser él- ¿Por qué no intentas cantar para él? ¿No crees que acaso podría ver tu talento y hasta ayudarte a grabar alguna canción?

- No creas que no lo he pensado, Keii-chan  pero… Aunque hoy pensó que yo era un talento de la disquera, creo que no estaría interesado en algo así. Hoy fue él mismo quien insistió en no ayudar en un disco debut, si no en el de alguien ya con carrera. No creo que en especial quiera escribir algo para Kanon-san, simplemente no quiere escribir un debut.

- No propongo que sea el quién haga la letra de tu canción, solo que te escuche, con su influencia podría ser más fácil para ti…

- Me gustaría, sí, pero no quiero aprovecharme de esa manera de Kato-sensei, además… Él tiene mucho trabajo, y no creo que realmente le interese algo como ayudar a un asistente de manager a debutar.

- ¡Sé más positivo, Yuya! ¡Tienes poco más de un mes para conquistarlo con tu voz!

Yuya se avergonzó porque eso sonó más a otra cosa que a convencerlo de que tenía un talento para cantar. Keiichiro se dio cuenta de la reacción del menor, así que le hizo burla diciéndole “No sabía que te gustaba también en ese sentido…” Le costó un buen golpe en la nuca de parte de Tegoshi, pero su cara lo valió, tenía cierto reflejo de vergüenza en sus mejillas.

***

El segundo encuentro con Kato Shigeaki fue más calmado y breve que el primero, la junta pasó sin problemas, sin embargo no pudieron persuadir al letrista de escribir el debut que la disquera quería, por lo que al final se firmó contrato para con Domoto Koichi, la unidad de Sakamoto y Nagano, y el talento femenino de Kanon.

Se determinó también que en la siguiente reunión tendrían que conocerse los talentos que cantarían las canciones a cargo de Kato-sensei, así que se empezó a programar y organizar especialmente por Yuya.

- Ya veo porqué es su asistente, Sakurai-san… Tegoshi-san es realmente eficiente.

El comentario llenó de orgullo a Tegoshi por unos momentos, pero en parte también lo desmotivó ligeramente, de todas las personas que podría haber conocido en ese medio, él era quién menos le gustaba que dijese que era un buen asistente. Yuya era más que un asistente. Quería ser mucho más. Para Kato Shigeaki quería hacerse notar como otro tipo de persona.

La reunión con los artistas que cantarían las canciones de Shige fue exitosa, logrando gran afinidad en especial por parte de Domoto Koichi, quién sería el primero en sacar su sencillo. Tegoshi estaba en todas las reuniones atento a cualquier cosa que su jefe o alguno de sus compañeros necesitaran.

***

- ¡No tengo ni la más mínima oportunidad de que me escuche, Keii-chan! ¡Shige no me escucha ni me mira! –Exclamó con exasperación tras haber bebido un poco tras la primera jornada de prueba para la letra en la que trabajaban para la canción principal del sencillo de Domoto Koichi.
- ¿Shige? –Empezó a reír burlonamente Keiichiro, quién estaba a su lado, tomando junto a él, aunque no tanto como el menor.
- Así lo llama Domoto-san, al parecer se llevan bien. –Comentó en respuesta el más joven.
- ¿Entonces estás celoso?
- ¿Celoso de que otro obtenga su atención? ¿De que trabaje bien con Domoto-san? Realmente… no es tanto eso, quiero simplemente que me mire un poco, puedo cantar mejor que Domoto-san, lo sabes ¿No?
- No diría que mejor… -Tegoshi empezaba a ver mal a Koyama- Solo que tú cantas diferente, eres más dulce.
- Entonces a Shige le gustan las cosas amargas.
- De verdad te gusta mucho ese letrista
- Solo quiero…
- Creo que no solo quieres que vea tu talento, de por si tu admiración por él me parece extraña...
- No te hagas ideas raras es solo que quiero llamar su atención lo suficiente.
- ¡En ese caso hazte más llamativo!
- ¿Llamativo?

Lo que Keiichiro quería decir era que fuese más activo frente al letrista, demostrara con pequeños detalles que podría hacer más… Pero para Yuya, estando ya algo borracho su idea de llamativo vino del letrero del mismo establecimiento en el que habían estado bebiendo.

En su día libre, fue a una estética, contabilizó lo que según él no significaría un gasto demasiado fuerte para su economía futura y pidió la decoloración más extrema que pudo haber solicitado. Quizás fue algo exagerado y se estaba arrepintiendo cuando el peróxido le hacía efecto en la cabeza, pero al final no desistió.

Para la siguiente reunión su cabello fue sensación, o mejor dicho foco de atención, literalmente: el color amarillo le quedaba, no era un rubio natural, pero no se veía mal. Logró medianamente su cometido, obtuvo la atención del letrista todo el primer día en que se encontraron tras el cambio de Yuya. Pero lo justo es decir que Yuya tuvo la atención de todo mundo, es decir, era imposible no verlo.

***

Las reuniones pese a todo continuaron con normalidad, al menos hasta que Shigeaki tuvo lista la letra, que fue cuando su parte en la producción de la canción terminaba, así que Yuya ya no iba a tener más oportunidad para verlo, lo sabía porque según lo dicho por Sakurai, tendría que ya buscar qué hacer, pues una vez que el sencillo saliese a la venta, él se quedaría sin empleo.

Motivo por el cual cuando Shigeaki hizo acto de presencia el día en que harían las primeras pruebas de audio para con la canción, sorprendió a todo el equipo que colaboraba con Domoto Koichi, este último saludó animosamente al letrista y Tegoshi sin poder evitarlo puso mala cara.

Lo interesante sucedió cuando el letrista escuchó el primer intento del artista con la canción. Su expresión no mostró desagrado alguno, pero si sorpresa, el resultado no le estaba gustando, sugirió usar otro ritmo, sugirió cambiar la escala de la voz, el tono… La canción no quedaba del agrado del letrista.

Realmente su opinión podría no significar mucho, pero dado que era su propia creación le letra tenía ya una idea de que quería lograr.

- ¿Podría intentar un tono más abajo? Al inicio de la letra se refleja un sentimiento de desolación, pero no me da ese sentimiento, la esperanza es hacia el final de la canción ¿Es que no ha comprendido la letra, Domoto-san?

Sus palabras no eran groseras, pero su tono era molesto, casi exasperado, de modo que hicieron más pruebas, ninguna complació a Shigeaki de manera total. Eso ya estaba preocupando a Sakurai, quién iba sugerir continuar otro día, sin embargo algo inesperado pasó.

- ¿Tegoshi-san? ¿Tiene experiencia en el karaoke?

Las palabras significaron un mundo para el joven rubio quién asintió, Sakurai levantó una ceja sorprendido ¿Realmente creía el letrista que un asistente podría interpretar adecuadamente la canción que había escrito para Domoto-san?, pero no objetó nada simplemente dio permiso con un ligero movimiento de cabeza a Yuya de acercarse e intentar.

Tegoshi entró a la cabina de grabación, sin la letra en mano, no la necesitaba, ya conocía la letra, la música comenzó, contó los tiempos pertinentes, estaba realmente nervioso, nunca pensó estar en esa situación, pero era su oportunidad, la que deseaba y no dejaría que sus nervios o sorpresa lo estropearan todo.

Fueron segundos los que pasaron, pero parecieron minutos interminables antes de que, Yuya cerrase sus ojos y comenzara a entonar la melodía como él la entendía.

- Eso es a lo que me refería… -Comentó Kato con una sonrisa satisfecha.

6 comentarios:

  1. Saludos!!
    Me ha encantado esta primera parte del fic, TegoShige no es mi pareja favorita, pero la historia está muy interesante y tan bien narrada.
    Por favor continúala pronto. Gracias!!

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    1. ¡¡Hola!! ¡Muchas gracias por leer y comentar!
      Me halaga mucho que digas eso de la narración, en verdad.
      La continuación está casi terminada ¡Esperala pronto! <3

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  2. Porfin lo pude leer, me gusta mucho ya quiero saber que pasa, casi no comento soy de esas personas que solo lee pero intentó cambiar eso estaré esperando la continuación y los de mas fic's
    Gracias por compartirlo

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    1. ¡Gracias por darte el tiemoo de leer y comentar!
      La continuación viene pronto, la historia la tenía en mente desde hace tiempo, es genial que esté gustando <3

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  3. O_O que bueno que ya está la otra parte porque sino me estaría quedando con las ganas sdfghhffds *se va a seguir leyendo*

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