Ya he recuperado mi inspiración para este y el NishiKato -aplausos- *-*Saben que con inspiración escribo a diario XD hoy por cierto regresé al cole... Ya el 4to semestre~~ ¡qué rápido ha sido!
En fin, el ritmo del fic será algo lento pero prometo capítulos más largos, este simplemente no podía ir más lejos... Al menos no apra mis planes. Espero que de verdad les guste. No más charla y ya al fic!
Título: Enséñame las estrellas
Autora: Yuzu-nyan
Fandom: NEWS
Pareja: TegoMass
Tipo: Fanfic serial [2/??]
Fue realmente sorprendente para el príncipe escuchar
ese canto, tal vez no tanto por la letra, porque a fin de cuentas a la larga
sus canciones era distribuidas en todo el reino como si se tratasen casi de
himnos y cantos sagrados que debían ser más que valorados.
Lo que realmente sorprendió al joven fue la finura de
la voz que escuchó. Era indescriptible, para este caprichoso heredero no había
voz que siquiera le llegase a la mitad, y aunque le dolía admitirlo; La voz que
oía era realmente preciosa, melodiosa, natural, suave, tierna, transmitía
demasiadas emociones con tan sólo el tono, que él mismo lo admitió; “Esa voz me
gusta”.
Torpemente se dejó guiar por esa voz… Salió no sin antes
tropezar un par de veces…
-¡Tú! ¿Quién eres?
Nadie le contestó, pero seguía escuchando la melodía
que le invadía la mente, la canción en sí era bellísima, pero con esa voz tenía
ciertos “toques” que la hacían más bella.
-¡Hey! ¡Hazme caso, soy el príncipe Yuya! –Tras dar la
orden se aproximó a intentar dar encuentro con la persona dueña de tan
maravillosa voz… Cayéndose, y chocando con el piso.
-Esto no le pasaría si abriese los ojos de vez en
cuando, mi príncipe… -La melodía que hasta hace poco armonizaba el ambiente
desapareció y fue sustituida por una voz sin ritmo pero, pero agradable de oír…
Aunque sus palabras no hicieron más que poner de malas al heredero del reino.
-¿Es que tú no entiendes que soy CIEGO? –Le dijo a
modo de reproche, intentando de recordar el nombre de quién le dio asilo esa
noche.
-¿Y usted, no entiende que se puede ver si se abren
los ojos? –Le dijo con el mismo tono, el cual, aunque muchas veces durante su
vida el príncipe usó… nunca habían usado con él, sorprendiéndose un poco.
-Estás loco… -Divagó un poco buscando el nombre de esa
persona en su memoria, sin éxito.
-Más loco está el príncipe… -Susurró, ese amable
plebeyo llevando al príncipe de la mano hacia la casa donde habían pasado la
noche.
El día pasó, de alguna manera más o menos tranquilo,
si es que se le puede llamar así, pues el egocéntrico, estuvo todo el día
fastidiando que lo llevase al palacio, cosa que por extraña que parezca, el
plebeyo no hizo.
No ayudó en ninguna de las muchas tareas que parecía
tener el plebeyo, y constantemente le pidió que entonase la melodía de la
mañana sin éxito. También se negó a tomar un baño en un lugar que no fuese su
privado del palacio pero a falta de otra opción… Terminó accediendo.
Sin embargo no se despojó de su traje, carísimo… se lo
puso de nuevo contra su voluntad “Ropa sucia es mejor que ropa de pobre”.
-¡Hey! Tú… si no me llevas al castillo, podrías
meterte en problemas… -Le advirtió cuando el atardecer llegaba, después de
comer una deliciosa comida, que admitió -aunque solo para sí mismo- era la
mejor que había probado en su vida.
-No creo…
-¿Cómo qué no? ¿Entiendes que yo sea tú príncipe, no?
-Ni siquiera recuerda mi nombre…
-¿Un príncipe se debe aprender todos los nombres de
sus súbditos?
-Quizás no, pero le he estado cuidando…
-¡¿Cuidando?! Sólo me tienes aquí, encerrado, esto
puede ser un secuestro, tendrás problemas… tú… eh… -Le dio coraje de que
marcara su error de que no recordara su nombre, tenía ideas pero no estaba
seguro- ¡Massu! Sí eso, Massu tendrás problemas.
-¿Massu?
-Siéntete afortunado, no a cualquiera le doy un
sobrenombre.
El plebeyo suspiró… le empezaba a cansar el príncipe… Pero algo le atraía
demasiado, quizás era su como ya todos en el reino se habían dado cuenta, su
cara, tan perfecta y hermosa, quizás pudiera ser la voz… o simplemente su
presencia.
Ese día el príncipe no regresó al palacio.
Ni al siguiente. Ni al día después de ese… Ni a la
semana. ¿Por qué? Porque el plebeyo se negó a llevarlo y el príncipe al no saber
ni donde estaba no podía hacer mucho… más que por otra cosa… era porque cada
mañana oía una melodía conocida, alguna canción que escribió en algún punto de
su vida y que el plebeyo “Massu” interpretaba… Y de alguna manera se hizo
adicto a esa voz.
Hasta le llegó a apreciar. Aprendió hasta hacer
algunas labores sencillas de hogar, se dignó a usar ropa de pobre y llamar con
más respeto a aquel que le daba de comer y un lugar donde dormir, sin contar su
valiosa compañía.
-Massu…
-Dígame, mi príncipe.
-¿Me tendrás por siempre contigo?
-¿A qué se refiere?
-Me extraña mucho que no me estén buscando… Soy el
príncipe, pero nadie me busca ¿O sí? ¿Me tendrás hasta cuándo contigo?
-Cuando el príncipe se digne a abrir los ojos y ver.
-¡No me salgas con eso de nuevo! Sabes que yo… ¡soy
ciego!
El plebeyo sólo suspiró.
-Mañana saldremos –Afirmó, y llevó al príncipe a
dormir…
Ahhh!! Que lindo! aunque sí que el príncipe Tegoshi tiene un carácter fuerte xD como esta acostumbrado a su riqueza y a que le hagan todo pues en si el plebeyo Massu solo quiere lograr una cosa, que abra los ojos y vea! ><! ... lo que me dió pena fue en la última parte, en donde Tegoshi se tuvo que acostumbrar a vivir con él y se diera cuenta de que nadie le estaba gustando~ puede ser por su actitud no?pero ahí esta Massu, intentando hacerle reaccionar de alguna forma y que vuelva a ver~
ResponderEliminarSiguelo que esta bastante bueno! *---* <3
Captas muy bienlas ideas que quiero expresar~
EliminarTegoshi debe aprender a cambiar pero le costará un poquito, pero esa es la función del plebeyo Massu~
No me tardo en la conti~
*-* esta genial
ResponderEliminarya quiero conti :D
(Anix)
Gracias por leer~ ♥
EliminarMe encanto!
ResponderEliminarQuiero conti xD