Capítulo 4: ¿Esto es amor?
Tegoshi, ángel de viento.
Sabía que
estaba mal huir con él. Sabía desde un inicio que ni platicar con él estaba
bien. Keiichiro había sido específico al decirme que no tratara con demonios y
en específico, con este demonio…. Sin embargo sentía una obligación de platicar
con él tremenda. Sentía una necesidad de tan sólo estar cerca de él. Me sentía
muy feliz con él, me sentía realizado, como si estando con él nada pudiese
pasarme. Me sentía seguro.
Taka-san
corría rápido, y yo creo que nuestros superiores se dieron cuenta de que nos
habíamos ido, pero no sentí a nadie persiguiéndonos… Llegamos a la ciudad de la
vez pasada… Taka parecía buscar a alguien pero estaba necio en no soltarme…
Dimos
muchas vueltas por ahí en busca de alguien, yo me sentía ansioso, no sabía bien
porqué… pero algo me indicaba de que éramos un blanco muy fácil y nuestras
ropas… pues eran algo llamativas, yo vestía lo que se llama ‘pantalón’, de un
color blanco con detalles azul cielo, traía una ‘camiseta’ de color blanca
complementada con ciertos s de color plata… Taka vestía de negro y rojo, un taje algo
ajustado, su pantalón era rojo vivo al igual que su camiseta, pero él además
traía una capa negra que lo cubría.
Pero la
cosa estaba clara; desencajábamos con los demás que nos rodeaban, pues todos
vestían muy descubiertamente, comprendía que el ambiente era caluroso ese día,
pero esa cosa que traían las mujeres que parecía una micro túnica… me daba
pavor. Los hombres vestían más decentes… se tapaban más…
De
cualquier manera, éramos víctimas de más miradas de las que desearíamos tener,
la gran mayoría de chicas que no paraban de revisar a Taka de la cabeza a los
pies y unos cuantos hombres burlones que nos decían cosas como ‘Maricones’ o
‘Gays’. Pienso que entender ese tipo de palabras hubiese sido de ayuda… O tal
vez no. No importaba mucho de todas maneras.
Pero me
preocupaba nos saber que iba a ocurrirnos o a donde me quería llevar Taka.
Sabía que no me haría daño pero...
-Taka…
-Dime…
-¿A dónde
vamos?
-Estoy
buscando a alguien…
Espera…
¿Busca a alguien? ¿Quiere jugar conmigo? ¿Quiere esconderme para hacer conmigo
lo que quiera? ¡No! Taka no era así, tal vez había dejado que las ideas de
Keiichiro acerca de los demonios me dominaran un poco. Yo iba a confiar en
Taka, así lo había decidido y también así me día mi cerebro que tenía que ser…
Me intuía que yo debía seguirlo, tal vez no tanto por obligación…
Por la
necesidad de tenerlo a mi lado.
-¿A quién?
-A quién me
ayudó a encontrarte… La vez pasada…
Se le fue la
voz ¿Me perdió? ¿Fue cuando me metí a aquella tienda de ‘instrumentos’ y toqué
ese artefacto que sonaba extraño y que me encantó? ¿Cuál era su nombre?
¿Gatorro? ¿Gasolina? ¿Guillermo? Tal vez porque no le di tanta importancia no
lo recordaba tan bien.
-¿Por qué a
ese alguien?
-Porque…
-Me miró y me sonrió –Estoy seguro de que nos ayudará… de otra manera no entiendo
que hace por aquí…
Gracias por
ser tan aclarativo Taka, me dejaste igual o peor… algo así quise decir pero no
pude porque me sonrío y no pude hacer otra cosa que perderme a mí mismo ahí, en
su dulce sonrisa… me inspiraba paz, así que me limité a asentir.
No me
soltaba.
Sentí que
pasaba una eternidad… caminábamos siempre de la mano, en todas direcciones,
buscábamos a ese alguien… pero yo vi a alguien… no lo conocía estaba seguro,
pero era demasiado llamativo como para no verlo.
Tenía que
ser un ángel, sólo nosotros tenesmo ese tipo de presencia, pero... no sentía su
esencia, algo le faltaba, resplandecía… en varios sentidos.
Tiré de la
mano de Taka para que me hiciese caso y así fue…
-¿Qué pasa?
-Ahí… mira…
Y me hizo
caso.
-¿Es… un
ángel? –Me dijo…
-Creo…
-¿No le
conoces?
-No
-¿Entonces?
¿Crees que sea seguro ir con él…? Digo ¿No será algún espía o algún sirviente
de tu arcángel ese…?
-No lo
creo... no lo conozco de nada… no entiendo que hace aquí… Además no siento su
esencia como ángel… y te lo juro no creo que algo así se me olvide…
-¿De
verdad? –No estaba convencido… ¿Será que quien lo ayudó a encontrarme era un
demonio y por eso desconfía?
Creo que él
también se dio cuenta de que íbamos hacia a él, porque casi a rastras llevaba a
Taka que seguía dudando… aún y cuando le prometí que no lo conocía ni que fuese
alguien malo… De todos modos pudimos llegar a él.
Nos miró y
se rió para sí, sonrió y me dijo:
-Pequeño y
puro ángel ¿Verdad? ¿Qué haces con este demonio que no tiene cara de demonio?
–Se rió para sí de nuevo y Taka se puso rígido, tal vez no le gustaba que le
recordaran que no parece por su cara a un demonio.
-Pues…
-Empecé a decir.
-No te propases
ángel listillo – Taka estaba molesto ahora.
-¿Yo?
–Dijo- No soy ningún ángel, ni mucho menos… -Sintió la mirada de Taka y la mía,
ambas igual de confundidas, yo estaba seguro de que era un ángel.
-¿Entonces?
–Inquirió Taka a la defensiva.
-Soy un humano
Taka casi
se cae conmigo de la sorpresa… ¡Eso era imposible! Ningún humano emanaba ese
tipo de presencia, sólo un ángel… no tan puro pero un ángel... un humano jamás…
o eso creía yo. Tanto Taka como yo estábamos asombrados... abrimos nuestras
bocas al mismo tiempo, ninguno de los dos le creíamos.
-No digas
mentiras… -Dijo Taka, se puso un paso delante de mí, como si fuese a
protegerme.
-No estoy
mintiendo, juro que digo la verdad, o por lo menos fue una verdad… era un
humano, hasta hace unos sesenta o setenta años… antes de que me muriera.
-¿Eres sólo
un alma? –Pregunté… yo sabía que las almas humanas al morir o reencarnaban o se
convertían en fuerzas de la tierra, y que la probabilidad de que pudiesen
reencarnar... era muy remota.
-Así es…
-Y… ¿CÓMO RAYOS
PUDISTE HACER ESO? O más bien… ¿Por qué te creeríamos?
Taka estaba
exaltado… demasiado, ahora ni yo confiaba en este humano muerto, me daba cosa
ese chico, sonreía y hacía gestos extraños… no me daba ninguna confianza, como
en un principio.
-Me creerán
porque yo los distingo… cuando viví… conocí a un precioso ángel… -Habló con
nostalgia…
-Eso… -Taka
estaba recio a creerle…
Pero su
expresión cambió totalmente, de un momento a otro cambió de esa faceta de
intento de ‘soy superior y mejor que tú’ a una de total asombro, me miró y me
indicó con su gesto en la cara que mirase hacia donde el ahora miraba…
Le hice
caso… y me asustó lo que vi… tal vez no tanto por lo que era… tal vez no porque
fuese un demonio… No, tan sólo porque… No esperaba ver a alguien como él ahí.
-Demonio
bonito… pequeño ángel… ¡Qué hermosa pareja! –Se rió ese misterioso chico.
-¿YamaPi?
Taka lo
conocía… me sentí fatal. Me enojé… ¿Por qué Taka le conocía? ¿Por qué estaba
tan asombrado?… pero… ¿Por qué me molestaba tanto eso? No lo sé, sólo quería
saber que pintaba el con mi Taka…
Tal vez
huir con Taka no fue la mejor idea.
Masuda, demonio oscuro.
Intentar
encontrar al tal YamaPi en esa ciudad era algo casi imposible, estaba demasiado
concurrida. Pero no podía rendirme, sabía que sólo él podría ayudarme… Porque
un demonio en la tierra no es cualquier cosa… Debía saber algo… o por lo menos
me comprendería en cierto modo.
Teníamos
poco tiempo, en cuanto notasen nuestra usencia mandarían a buscarnos...
teníamos que ser rápidos para encontrar un lugar donde estar protegidos un
rato... y YamaPi era el único que quizás pudiese saber algo.
Sin embargo
Yuya se estaba impacientando lo sentía, y yo también. Pero fue él quien
encontró ese lago ‘llamativo’ que la verdad no me dio confianza para nada. Era
un chico, con una muy fuerte presencia… y a juzgar por el sentimiento que me
causa… aseguraba que era un ángel.
Me enfadó y
puso a la defensiva que supiera que éramos… y sí lo admito, también me enfadó
que me dijera como todos en un principio que no tengo cara de demonio… Juraba
que era ángel… pero dijo que no lo era… ¡Humano! No le creía.
-¿YamaPi?
–Dijo mi pequeño ángel después de mí, nada más que su tono sonó acusativo hacia
a mí. Intenté no mirarlo… las cosas se aclararía solas tras unas cuantas palabras,
YamaPi me miró y soltó una risita del tipo de había estado haciendo el humano
ese.
-¿Me
recuerdas? ¡Qué felicidad!... Pero no me esperaba verte… De nuevo
Sentía yuya
carraspear… y no pude evitar sonreír... ¿Estaba celoso? Le recordaría que eso
me hizo feliz un poco. Pero ahora no era el momento.
-¡Oh!,
¡YamaPi! –Dijo ese chico – ¡Estos no me creen que soy humano!
-¡Es que no
lo eres! –Le dijo YamaPi.
-¡Insisten
en que soy ángel…!
-Admite que
no serán los primeros en pesar eso… Lo pareces… pero ciertamente no lo eres –Le
revolvió su cabello ¿Eran pareja? ¿Era obra de YamaPi que su alma siguiera
aquí?
Yuya y yo
nos miramos y creo que ambos pensamos en que lo mejor era regresar… pero algo
no los impedía, YamaPi dijo ‘¿Qué quieren?, apuesto que me buscabas, pequeño
demonio bonito’.
Nuevamente
Yuya carraspeó, en serio esos de los celos de Yuya me estaba gustando
demasiado, pero YamaPi tenía razón le había estado buscando mucho tiempo.
-¿Qué, no
me contestarán? ¿Querían ayuda porque decidieron huir par de tontos enamorados?
-Si
–Dijimos juntos. Y YamaPi se calló de la impresión, el otro chico del que no
conocíamos su nombre lo levantó. Se vieron entre sí y luego a nosotros.
Nos
llevaron a su ‘hogar’, una casa antigua del estilo antiguo que se usaba en
Japón, según YamaPi, aunque no tengo idea de que sea ‘Japón’ ni entienda muy
bien eso de ‘estilo antiguo’, Yuya se sintió más tranquilo ahí.
Ya una vez
acomodados en lo que era su ‘sala’ se presentó ese chico misterioso, era muy
extraño, él tenía un cuerpo físico con sólo la fuerza de su alma.
-¿Mi
nombre?... Perdón por no decirlo antes… soy Shigeaki Kato…. Bueno ese era mi
nombre, ahora me presento siempre como
Shige.
-¿Cómo es
qué...? –Yuya le cuestionó… y ‘Shige’ entendió el sentido de la pregunta…
-Fui
castigado... la fuerza divina supera el poder de los ángeles. Tiene que ver con
que conocí a un ángel y a un demonio cuando vivía, digamos… que como estoy
ahora me fue bien… pudo ser peor… sólo sé que mi alma resultó ser muy fuerte.
No le
entendí bien ni Yuya, pero no preguntamos más. YamaPi mencionó el conocía la
historia pero que era muy difícil de explicar, cambió rápido de tema, ahora el
tema de conversación éramos mi Yuya y yo.
-¿Qué hacen
ustedes aquí? Puedo adivinar que no son simples vacaciones… -YamaPi nos miró
por turnos mientras dijo eso.
-Como ya
preguntaste... estamos huyendo… -Le dije…
Levantó las
cejas y dio un sorbo al té que tenía entre las manos, Shige nos observó…era
incómodo.
-¿Y…?
-No tenemos
a donde ir… -Dijo el único ángel de la sala.
-¿Creen que
les daremos asilo? –dijo Shige casi riendo…
YamaPi
meditaba… Shige que quería hacer una broma más al verlo desistió… ‘¿Piensas
dejarlos quedarse? Podríamos tener problemas si es así’, le dijo en voz baja…
YamaPi siguió meditando… no sé qué tan difícil era decir ‘sí’ o ‘no’.
-¿Están
conscientes de los grandes y peligrosos problemas que traerá esta decisión?
–Asentimos juntos, nos miró y suspiró… -Shige… prepara la habitación extra...
se quedarán con nosotros…
Shige dio
un grito y Yuya y yo nos alegramos. Shige se quejó diciendo que él no era
ningún criado de nadie. Pero sólo soltó risas ese comentario se fue diciendo
‘¡Tendrán que ayudar aquí!’
-Los
aceptará… pero… no podrán estar aquí mucho tiempo… los buscaran ¿No lo creen?
-Sabremos
afrontarlo –Dijimos y nos sonreímos.
El tiempo
pasaba rápido, y me preocupaba, ya llevábamos viviendo con ellos dos semanas,
conocía ya muchas cosas de Yuya, supimos que YamaPi se hacía llamar un tipo de
ídolo en ese país, aprendimos a ir de compras, hacer la colada, limpiar la
casa, regar el jardín… entre otras cosas, YamaPi nos consentía dejando que
hiciéremos todo lo que quisiéramos juntos.
Fue Shige
quién nos consiguió ropa menos llamativa, y también quién nos enseñó a hacer
varias tareas domésticas. YamaPi nos comparó con una familia. Pero a cada día
que pasaba me preocupaba que nadie nos fuera a buscar.
Hicimos
varias cosas en esa semana, la gran mayoría juntos, cada día era más feliz por
estar con Yuya pero no dejaba de preocuparme que nadie fuese a por nosotros…
Yuya me había comentado que tenía un trabajo importante... y yo... bueno era el
favorito de Mi Señor Ryo.
Pero esas
cosas carecían de importancia cuando podía disfrutar de hacer alguna cosa con
Yuya, disfrutaba mucho cuando al pasear juntos por el parque cercano a la casa,
como nos miraban, y también recuerdo lo mucho que reí cuando preguntaron si mi
pequeño ángel era una chica, Yuya se enfadó por aquello.
Pero una
sonrisa lo valía todo.
YamaPi era
el que menos estaba en casa, siempre estaba ocupado con su trabajo como ‘ídolo’
del que casi nunca hablaba, sólo decía que cantaba, que bailaba y le tomaban
muchas fotos, también Yuya jura que lo vio en un anuncio grande de la ciudad
promocionando algo así como ‘chocolate’, Shige se rió mucho, dijo que si de eso
se trataba YamaPi salía hasta en la televisión.
No sabíamos
que era ‘televisión’ pero como nuestras preguntas de ‘¿Qué es “inserte aquí
alguna nueva palabra u objeto mencionado”?’
Lo hartaban... decidimos callar. De todas maneras era divertido.
Una noche,
al décimo sexta que pasábamos juntos… decidí ser claro con Yuya, salimos al
jardín… la luna resplandecía esa noche de manera hermosa. Pensé que era la
noche perfecta. Tras comentar un rato como habíamos hartado a Shige por tanta
pregunta y reírnos de aquello consideré que llegaba por fin ese momento.
-Yuya…
-Dime,
Taka.
-Tengo algo
que decirte
-¿Qué
sucede?
-Es bueno…
es sobre nosotros…
Mi miró
comprensivo y sonriente, yo le correspondí a esa sonrisa…
-¿Qué pasa
con nosotros?
-¿Esta bien
lo que hacemos?
-¿A qué te
refieres?
-Digo… ya
es mucho tiempo… francamente pensé que nos vendrían a buscar…
-Pienso eso
también –Me dijo tras pensarlo un momento –Pero… quizás ya saben que no nos
separaremos ¿No?
-Puede que
sí… pero Yuya… hay algo que de verdad quiero decirte.
-¿Qué?
-Yuya, me
gustas –Sentí que me ponía de mil colores, la sensación que había tenido desde
que lo conocí se intensificó cada vez más y más…
-Lo sé
tontito. Tú también me gustas mucho.
-Pero no
sólo ‘me gustas’, de verdad yo jamás… jamás había sentido cosas así por nadie,
jamás había sentido necesidad de la compañía de alguien, ni de Mi Señor Ryo.
Vi su
expresión cambiar ligeramente cuando escuchó eso de ‘Mi Señor Ryo’. ¿Celoso?
-… -No dijo
nada.
-¿Estas
celoso?
-¿Qué es
celoso?
-Mm, según
Mi Señor Ryo es algo así como enojarte porque alguien tiene o habla de algo que
tú quieres. Es como ser posesivo con algo que quieres…
-Entonces
sí, no me gusta que hables de ‘tu Señor Ryo’ –Dijo molesto, con u puchero.
-Eres increíblemente
adorable cuando te pones celoso –Me reí y me acerqué a él, tomando su rostro –Me
gustas más tú, sólo contigo quiero vivir, sólo contigo quiero estar, con nadie
quiero ser feliz, porque sé que sólo lo podría ser contigo…
-Taka…
-¿Eres mío,
verdad?
Me sonrío
con la cara colorada, la sentía arder, mis manos recorrían su dulce e inocente
rostro…
-Tonto, te
quiero, me gustas, soy tuyo si ere mío, Taka… -Me dijo sumamente feliz, como
jamás lo había visto- ¿Esto es amor?
-No lo
puedo llamar de otra forma.
Me sonrió y yo a él, comprendí que eso era,
Amor, desde un inicio había sido amor, un amor que era único, no pude más, mis
brazos bajaron para estrecharlo a mí, lo tomaba por su cintura y él me tomó por
mi cuello, estaba cerca lo sé... por fin lo iba a besar.
Sentía su respiración
en mí, soplaba la brisa de la noche, era refrescante y movía nuestros cabellos,
cerré mis ojos cuando le los cerró, el momento era mágico, lo sentía tan ceca de
mí… era la primera vez que estábamos tan cerca.
Y el
momento llegó, sentí sus labios contra los míos, me sentí lleno de energía,
sentía que nuestra fuerza se fusionaba, sentía que sólo con él quería estar,
Si, era amor, Me apoderé de sus labios poco a poco, comencé a mover mi boca
sobre la de mi pequeño y dulce ángel.
Nos abrazamos
con más fuerza, queríamos estar aún más cerca… Yuya, Yuya, Yuya, eso era todo
en mi mente… Yuya...
Pero el
momento acabó por dos voces que ambos conocíamos bien… No eran ni YamaPi ni Shige…
nos obligamos a serpearnos para ver lo que venía, y ambos abrimos nuestros ojos
como platos al ver a los cuatro arcángeles y a Mi Señor Ryo… junto con los
otros tres guardianes principales del infierno.
El arcángel
que parecía líder estaba rojo de ira… Voló
hacia nosotros y por la fuerza tomó a Yuya… yo no o quería soltar…
-¡TE LO
DIJE YUYA!, QUE ME OBEDECIERAS, DIJE QUE NADA DE DEMONIOS Y ¿¡AHORA LO BESAS!?
-Keiichiro…
yo…
La cara de
Keiichiro se heló, YamaPi y Shige habían salido… dos arcángeles entraron en acción, pasó muy rápido, Yuya
estaba atrapado por los arcángeles, y cuando sentí Ryo me tenía rodeado junto
con Jin y Koki.
-Esto no es
posible Taka… -Ryo estaba más que anda preocupado.
Para cuando
observó la situación Jin hizo que todos desapreciáramos de ahí, un conjuro de
transportación directa al infierno… Y seguramente los ángeles habían hecho lo
mismo, para cuando me di cuenta Ryo huyó de mí, parecía consternado y realmente
asombrado.
Me sentí
fatal… Al fin nos habían encontrado.
Kyaaaaa!!!! Mi ardillo es un alma~ (?) pero afsafsfas yo quiero saber el secretito de Keii-chan con Ryo~ >.< tengo muchas dudas!!!! Se me hace que tenían un detector en el beso o algo así -3- hasta que lo besó los encontraron eso es mala suerte >.< jlklkmlnkl connntiii~~ ;OO; hasta el lunes pues! >.<
ResponderEliminarkyaa~!! quiero saber la historia
ResponderEliminarcompleta de Shige~ >33<!!
me ha dejado intrigada~ ;O;!
pobre tegomassu justo su primer beso
y los encuentran~ xwx!
ahora seguro que no los dejan volver a verse ;OOO;!!
Shinku
que pasoo con ryo y keichirooo waaa me mata por que los encontraron que malos pobresitos waaaaaa me encanta el finc muchas gracias por subirlo.
ResponderEliminarSuper intrigada... asi me has dejado xDDD
ResponderEliminarmuy buena historia!! los acontecimientos que pasaron en este capitulo son lo mas!! xD
muy buena historia, muy interesante!
ojala y puedas actualizar pronto que me muero por saber mucho mas de lo que va a pasar con los demonios, los angeles y con yamapi y con shige que esas reacciones a algo se deben xDD
aaa disculpa por mi comentario tan largo!
solo pido actuallizacion pronto!!
y cuidate mucho!!