Engaño (4/??)

Bien yuzu publica el capi que corresponde :3

Capítulo 4

Su actitud hacia a mí era de lo más extraña, yo no creo que pueda acompañarle a ningún sitio, más bien ¿Para qué y por qué yo? ¿No había alguien mejor? Yo no estaba seguro, apenas y conocía a este tipo pues aunque era mi jefe Yamashita siempre había sido mi razón, motivo por el cual yo no conocía bien a nadie de la gente con la que supone ‘trabajo’, sin embargo me miró de tal forma que no podía negarme por mucho que quisiese.

-Yo…

-Por favor, será sólo un momento, no te quitaré tiempo.

-Pero aún no es hora de salida.

Era verdad, se supone que era horario de trabajo, pero al parecer olvidaba que yo estaba hablando con el jefe, quien decía a que hora el se podía ir, sin embargo el me sonrió, y me dirigió una bonita mirada.

-Es verdad, ¿Me esperas?, ya casi es hora del almuerzo

No tuve opción y me senté ahí en su oficina mientras el revisaba algunos papeles, de verdad le ponía entusiasmo a su trabajo, pero yo me sentía tonto viéndolo y no haciendo nada, a fin de cuentas ya estaba ahí, y se supone que debía trabajar, me sentía inútil, pero si hubiera dicho algo el seguro no me deja hacer nada, así que sólo me quedaba esperar.

No tardó nada en organizarse, o eso pensé de verdad le dedicaba empeño a su trabajo, tal vez esa sea la razón de que sea nuestro jefe cuando a penas ha de ser un año mayor que yo.

El almuerzo llegó más rápido de lo que me imaginé.

Él se paró y tomó una chaqueta que estaba en su silla, se la puso y se disponía salir de la oficina, yo seguía ahí como baboso viéndolo nada más, por alguna razón me era entretenido verle.

-¿Qué esperas? Vámonos

Lo seguí instintivamente, no sabía que quería ni que planeaba ni a dónde quería que yo le acompañase, sólo sabía que debía seguirle, no me importaba mucho, mi vida no tenía mucho sentido ni mucha actividad más que mi trabajo, no me había querido meter a otras cosas pues seguramente lo relacionaría con Yamashita y eso me dolería seguramente, ese tipo se había metido mucho en mi vida y pues ahora todo me costaba no relacionarlo con él, pues vivimos muchas cosas juntos, para mí eran agradables pero desgarradores recuerdos, eran bonitos pues recordaba aquella fase de mi vida tan buena y agradable, pero también me recordaba que yo era prácticamente escoria y nada sin el.

Habíamos salido sin que me diese cuenta del edificio, yo sólo le seguí, no sabía a donde íbamos, hasta que choqué con un carro levanté mi vista. El se reía pero me invitaba a subir al auto ¿Era de él?, pues al parecer le pagan muy bien como para traer semejante mercedes.

Subimos y yo no le prestaba tención, intentó hacerme la plática pero no hice mucho caso, a decir verdad no sabía ni en que pensar, pero estaba desganado, valla novedad.

Hasta que me sacudió cariñosamente no me di cuenta de que me decía que bajásemos pues habíamos llegado a nuestro destino, era un parque de parejas, todo mundo lo sabía, siempre había querido venir con… no debía decir su nombre.

Yo no quería bajar pero él me obligó, Koyama-san era alguien muy alegre, y su sonrisa se me contagió, no podía permanecer con una cara enojada o inexpresiva estando con él, y el verme sonreír le produjo alegría:

-Sonriendo luces mejor.

-¿Qué hacemos aquí? –Ignoré su comentario, si le hacía caso seguro me sonrojaría mucho.

-Quería venir a por un helado, el que vende aquí sabe realmente bueno

-¿Sólo para eso me querías? –Estaba francamente enojado, sólo por eso ¿Había perdido mi tiempo en su oficina?, bueno tampoco es que yo tenga muchas ni grandes cosas que hacer, sólo era algo frustrante.

-No –Bueno eso era un alivio, al menos algo de importancia habría que hacer.

-¿Qué es? ¿Qué necesitas?

-Mm, así como necesitar nada, pero si es algo que quiero que tu sepas y tengas presente.

-¿A qué viene tanto misterio?

El viento soplaba unas cuantas parejas estaban ahí pero nada más se ponían atención entre ellos, y los entendía ver a ala persona que quieres  tan sólo para satisfacerte mentalmente es algo muy fácil y común cuando estas enamorado, pero puede ser  francamente algo soso cuando lo ves solamente y no lo vives.

Koyama reclamó mi atención tomando mi mano, esto era extraño, yo sólo lo miré intrigado, su mirada era tranquila pero a mí me asustaba, era muy sincera, mucho más que otra mirada que hubiera visto o me hubieran dedicado antes, era muy extraño.

Mi jefe se acercaba cada vez más a mi, y no tenía idea de que hacer, nadie nos prestaba atención, no sabía que pretendía pero si lo podía predecir, no me gustaba, necesitaba huir, escapar, decir algo, pero nada se me lograba ocurrir.

Se acercaba más, y según mis recuerdos eso sólo significaba una cosa, yo no lo quería aceptar en ese momento, no quería porque... No quería fracasar de nuevo.

-¡Mira! ¡El de los helados!, vamos por unos

Dije eso para sacarme del apuro, el volteó y fue a comprar los helados dejándome ahí, más bien yo no me pude mover, me quería ir pero no sabía que hacer.

Me compró un helado de chocolate y el se compró uno de uva, me lo dio y lo acepté tímidamente, no entendía nada, ir no había sido buena idea…

-Nishikido-san

-¿Eh?.. Ah, dígame

-No seas formal conmigo…

-Es mi jefe…

-Nishikido Ryo…

-¿Ah?

-Estoy enamorado de usted

Me quedé frío, sin palabras, ¿Qué decir?, ¿Lo dijo en serio?

-Yo…

-No diga más, se que no siente lo mismo, y más aún tras lo ocurrido con Yamashita-san, pero aún así quería decirle lo que siento.

-Yo… -Estaba sin palabras –No siento ni algo cercano a eso que siente usted por mí.

-¡Deja la formalidad!

-¡Tú también!

-Esto…

-Te diré Ryo-chan, pues eres menor que yo, pero tu dime Keiichiro ¿Vale?

-Ah…

Alguien corría, no me di cuenta que venía a nosotros, era un chico era guapo lo admito pero no entendía que hacía ahí. Sólo se que corrió a abrazar a Keiichiro.