Capítulo
3
Salieron
los dos de la compañía, juntos, caminaban en silencio, Pi estaba en la
elaboración de un plan romántico para el inocente buta, había tenido muchas y
variadas ideas en el transcurso del día, pero al anotarlos y ano le parecían
tan hermosos o buenos o románticos, quería que fuese perfecto pues sólo tenía
una oportunidad y simplemente no la podía desperdiciar y mucho menos arruinar,
además si todo salía bien, él tendría mas oportunidades, citas y demás con su
adorado Massu, al que llevaba queriendo desde años atrás.
Masuda esta
un poco estresado, no sabía que haría si Ryo los veía, a fin de cuentas, el
hombre sexy de Osaka había sido el primero en su vida, y era imposible no
sentir algún tipo de atracción hacia el, y hubiera sido mejor no aceptar
quizás, pero el mayor lo dijo con tanta seguridad y con una tan dulce mirada
que reaccionó conforme a lo que vio, pues no fue capaz de mantenerse en su posición
con Ryo, sin embargo una parte de la cabeza de Massu, se podría decir, su
diablito interior, le decía que no podía pasar mucho, total Ryo estaba en una
junta de Kanjani 8, y pues no hay que negar que Tomohisa era guapo y no perdía,
es más hasta ganaba mucho con la situación, más otra parte de el pensaba que
eso estaba mal, en resumen un lio mental.
Ryo en
cambio durante la junta no paraba de pensar en su menor, el nunca se había
enamora antes, sólo como cualquier persona, había salido antes en citas, eso si
eran muy pocas ocasiones y con mujeres hasta cierto punto solamente ‘buenas’ exteriormente,
pues de cerebro no tenían nada, hasta hace poco era lo que se le podía llamar
un ‘hombre normal’, pero ahora tenía algo a lo que podía llamar una nueva
emoción y sentimiento, y el causante de esto, era nadie más que Masuda,
ciertamente le aprecio que Ryo creía tener hacia el menor era algo más y nunca
se había dado cuenta de ello, quizás porque no le interesaba tanto la búsqueda de
una verdadera pareja, más sin embargo, ahora que tenía una idea de que hacer,
de como se sentía y hacia quien sentía todas esas lindas y agradables nuevas
emociones.
Su junta
consistía en el lanzamiento de un álbum, y su posterior gira, lo cual
implicaría que habría que viajar mucho por todo el país, poco tiempo libre y
ensayos al por mayor, de deprimió un poco al saber esto, pues eso quería decir
que tendría poco tiempo para pasar con su chico, al que extrañamente ahora
sentía muy suyo, alguien demasiado especial, y que se arrepentía no haber
notado antes, pues se perdió tiempo al estar como sólo amigos.
Sus
compañeros de grupo mientras, armaban un alboroto en torno a una ventana del
lugar donde estaban, Ryo intentó no hacer casi, hasta que lo forzaron a ir a
ver, y al no encontrara una buena excusa
para no hacerles caso fue a la ventana, acto del que se arrepintió pero
agradeció al mismo tiempo; vio a Yamashita con Masuda, y el mayor de los dos
pasaba su brazo por encima de los hombros del menos, y ambos con una gran
sonrisa en la cara, esa no era para nada una conducta normal entre amigos, eso
se notaba a leguas, sus amigos decían cosas como ‘No sabía que salían juntos’ ó
‘Es en verdad sorprendente que de si sean gays y lo demuestren’ entre otros,
Ryo frunció su frente, carraspeó y a un paso acelerado recogió sus cosas.
Los otros
dos subieron al carro de YamaPi, se
olvidaron un poco de los demás y se centraron uno ene l otro, uno para dar lo
mejor de sí y el otro por aprovecharse de la situación y ser capaz de saber si
era amor lo que sentía por Ryo, y no una simple y sencilla ilusión.
Arrancó el
auto el mayor y se fueron de la agencia.
Ryo
atravesaba la compañía como un rayo directo hacia la salida, pero nunca contó
con todos los obstáculos que ese día había en esta, un grupo de nuevos Juniors que
estaban conociendo la compañía y el edificio así como la gente que trabajaba
ahí, ocupaba todo el pasillo, y pasar entre ellos puede considerarse un
verdadero logro, los elevadores descompuestos y las escaleras por tal motivo
saturadas tampoco eran de mucha ayuda, el pasillo de ‘atajo’ se encontraba en un estado de limpieza por una mujer que al
parecer odiaba su trabajo, y claro no dejo pasara Ryo-chan .Para cuando había
llegado a la entrada del edificio de la compañía ya habían pasado diez minutos
desde que vio lo acontecido desde la ventana. Buscó en vano el auto de
Yamashita, pero este parecía haber desaparecido sin dejar rastro alguno.
Los otros
dos estaban olvidándose poco a poco de lo demás, Yamashita tenía facetas y
actitudes que Masuda desconocía por completo, era en verdad muy agradable, y el
hecho de que se mostrase tan dulce y encantador con él, le gustaba demasiado,
entre comentarios llegaron a la conclusión de que irían a algún lugar a pasear
un rato y a comer, sin que se dieran cuenta el ambiente y atmosfera entre los dos
era cada vez más agradable y tranquilo,
los dos se entendían maravillosamente.
Ryo estaba furioso,
tanto consigo mismo como con la situación en la que se encontraba, no tenía ni
idea de donde podría estar el chico al que consideraba suyo junto con al que
antes podría haber considerado uno de sus mejores amigos, estaba en estacionamiento,
había buscado inútilmente el auto dos veces por todo el lugar, pero obviamente
no estaba en ningún lado.
Maldecía en
secreto y no sabía que hacer, pues su celular estaba sin batería y no tenía
forma de comunicarse, no tenía absolutamente nada en mente, quizás producto de
la furia y la impotencia, entro a su propio auto para aclara su ideas.
YamaPi
estaba llevando al buta a pasear por la ciudad, y cuando encontró su objetivo
se detuvo a estacionarse, se sentía bien, las cosas parecían salir de
maravilla.
En su carro
Ryo trataba de aclarar sus pensamientos, pero cuando algo le venía a la mente
lo olvidaba o ya simplemente no le parecía coherente, estaba visiblemente
enojado consigo mismo, pensaba que era su culpa por no estar con el fácilmente influenciable
y convencible de Massu para evitar que el aprovechado de Yamashita hiciera de
las suyas.
Tanto
YamaPi como Masuda entraron a un restaurante sencillo pero muy agradable,
pidieron gyozas a petición de Massu y cumplida por Yamashita, y una muy
sencilla plática pero muy encantadora se dio, hablando de mil y un cosas, era
algo muy tranquilo para ambos, era algo se podía decir que mágico, y la comida
como siempre fue algo también un deleite para la parejita.
Al terminar
de comer y de pagar, YamaPi decidió
invitar a Massu a dar una vuelta pero caminado, admirando algunas cuantas cosas
y entrando a muchísimas tiendas de ropa y accesorios, artículos deportivos y demás
cosas, probándose desde sombreros locos y elegantes hasta todo tipo de lentes,
que eran la fascinación de ambos, con los celulares haciendo fotos, compraron de
todo, disfrutaban de la compañía del otro.
Era ya una
cita perfecta, ambos la estaban pasando estupendamente bien, y a cada paso que
daban juntos ya se sentían más unidos de alguna manera, gozaban de una perfecta
sintonía, parecía que se complementaban exactamente uno con el otro, tras darle
mil vueltas a las tiendas, calles, sucursales y demás locales de la ciudad
decidieron descansar en una bonita plaza, las cosa iban muy bien entre los dos.
Ryo
conducía por toda la ciudad a una peligrosa velocidad, dedicando cada uno de
sus sentidos a la búsqueda de su adorable bura, estaba como desde que los vio furioso
y enojado.
Yamashita
era un aprovechado y Masuda era alguien muy fácil de convencer o engañar, o tan
si quiera hacerlo dudar.
Encontró
así el auto de su compañero, se estacionó cerca del auto, bajó de su auto y
emprendió una búsqueda a pie. ‘No deben estar lejos’, se decía.
Estaban los
dos sentados en una banca blanca, bajo un par de arboles frondosos y con hojas
verdes, estaban en un normal silencio entre los dos, que fue interrumpido por
el mayor de los dos chicos, con una voz dulce y clara, tratando de mirar a los
ojos al que tenía a lado, mostrándose de lo más sincero que le fuera posible,
de demostrar que lo adoraba desde siempre, que lo quería con su alma:
-Vamos a mi
casa Massu, en verdad yo…
-Pero, Yamashita-kun…
-¿Acaso no
la hemos pasado muy bien? ¿Acaso no te gusto?
-No es eso,
es que yo... bueno Ryo-chan
-¿Otra vez
él? ¿Qué rayos tiene él que no tenga yo Massu? ¿No he sido yo más amable y
dulce de lo que el jamás ha sido contigo?
-Pero…
-Te repito
que tú podrías ser sólo un amor pasajero para él, un capricho, al meramente momentáneo,
y sí a fin de cuentas, único, puedes ser sólo un juego.
-Tienes
razón.
YamaPi se
sorprendió, ni él se creía completamente lo que decía, su intención era
convencer a Massu de él mismo era alguien mejor para el buta que el tipo ese de
Nishikido, y si eso ameritaba meter
saña, lo haría sin dudarlo, tenía muy en claro lo que quería, sin embargo que
Massu se tragara tan pronto ese punto de vista le preocupaba:
-¿Ah
sí?... digo, ¡Claro que tengo razón!
-Si, puede
que yo sólo sea un juego, puede que sólo sea un capricho pasajero tal vez, pero así como puede que así sea, puede también
que Ryo-chan en verdad me quiera.
-Por pensar
así, tú… -otra vez tenía que meter un poco de saña.
-Si, lo sé,
podría salir lastimado.
-¿Entonces…
por qué tú…?
-Creo que
es amor.
-¡Eh!
-Creo que
puedo decir que estoy enamorado.
YamaPi
entró en un shock mental, no pensó escuchar esas palabras de los labios de
Masuda, pues también era muy probable que Ryo se sintiese así, igual que Massu
por este, y eso significaría sin duda que ya no tendría oportunidad alguna.
Sin embargo
se podían analizar las palabras que había dicho, la palabra ‘creo’ era una
palabra peligrosa.
¿A qué se
refería con ‘creo’?, podría interpretarse de varias maneras:
¿Creía
estar enamorado?, es decir que no conoce y es inexperto en el amor.
¿Creía
enamorarse? Es decir, conoce esa adorable sensación de preocuparse y querer a
alguien y la sentía por Ryo-chan.
¿Creía que
podía enamorarse? Es decir, ¿Se creía capaz de enamorarse de esa cosa llamado
Ryo Nishikido?
-¿Enamorado?
–Pi pronunció con dificultad.
-Si, eso
pienso.
Esta vez
YamaPi no pensó mucho sus acciones, se levanto, sacudió su cabeza como
queriendo quitarse ciertas ideas y pensamientos de su mente que no le gustasen,
cerró una de sus manos en un puño con fuerza, respiró y trato de calmarse.
Tomó
entonces a Massu de la mano, obligándolo así a que se parase, lo tuvo de nuevo
frente a él, y el menor mostraba una
cara llena de confusión, YamaPi lo acercó más hacia a él, lo abrazó, el buta se
encontraba merced de lo que Yamashita quisiese, no sabía muy bien como
reaccionar, el mayor cerró sus ojos y respiro profundamente.
Besó a
Massu.
Por segunda
vez, dulce igual o más cariñoso que el primer beso que le dio, un beso delicado,
sencillo, pero muy emotivo, un beso que trataba de proyectar todas las
emociones de Yamashita a Massu, sentimientos que prometían ser sinceros, el
dulce beso llegó a su fin, y para agrado del mayor, su beso fue muy bien
correspondido, eso, le dibujó una gran y linda sonrisa en los labios.
Estaban
abrazados, muy juntos en silencio, Massu no paraba de pensar que lo que hacía
estaba mal, pues aunque tal vez estuviese muy bien estar con Yamashita, no lo
estaba que engañara así a Ryo, solamente ‘llevaban’ un día de relación y ¿Ya le
engañaba? ¿Qué tipo de persona era entonces, que ni por un día podría ‘ser’
fiel?
-Te
demostraré lo que es estar enamorado
-¡¿Eh?!
Yamashita
emprendió una carrera a su auto con Massu de su mano, en poco tiempo ya estaban
subiéndose en el auto.
Por el
parque andaba Ryo, se le hizo ver a dos personas correr hacia donde estaban los
autos, obviamente los siguió, pero al gente estorbosa estaba siempre presente,
sin dejarlo pasar al ritmo que le hubiese querido.
YamaPi
arrancó el auto, su destino; la casa de Yamashita, en cuanto el carro se
encendió, salió y entraron rápidamente en circulación.
Ryo, como
una serpiente en busca de su presa, llegó y confirmo que se trataba de Yamashita
quien iba a toda prisa en una dirección predecible, también subió a su auto y
tomó ese destino.
La parejita
llegó a donde YamaPi, y este asó como se subieron al carro, jaló a Masuda para que
entrase en su casa lo más rápido posible, le ansiaba mucho estar con el buta y ‘demostrarle
su sincero amor’.
Así como
ágilmente Pi despojaba Massu de su ropa
llegaba Ryo, estaban en la sala, YamaPi sobre Massu quitándole el pantalón al
confundido buta, Ryo desde la entrada de la sala gritó:
-¡Quita tus
manos de MI BUTA!
Excelente, vamos a ver que le pasa A PI!! Buta, noooo! ¿como pudiste? TT-TT
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