domingo, 30 de octubre de 2011

¿Será siempre así? (Cap 3/23)

Hey~ hoy es 30 y tegomass dio otro cocnierto, el tercero, y eso amerita conti de su fic jaja

disfrutenlo, y perdón por lo corta~!!


Capítulo 3


Mi nuevo compañero de cuarto era muy amable y atento, cosa que aunque no me incomodaba, no comprendí la razón de por que había sido tan grosero anteriormente cuando nos conocimos, más ahora no importaba mucho, el me ayudó a instalarme, me ayudó a acomodar mi ropa y demás cosas personales, me dio consejos prácticos y conocimientos necesarios para sobrevivir ahí.

Terminamos ya muy tarde, pero ya todo estaba en perfecto orden, tras comer un poco de atún enlatado que salvé de mi antiguo apartamento ambos nos fuimos a dormir.

Acostumbrarme a vivir con alguien era el verdadero reto, desde que mis padres habían muerto en un horrible accidente a mis doce años, había vivido solo y tenía un cierto ritmo y costumbres de vida como cualquier otra persona; pero Tegoshi era alguien muy diferente:

Tenía muchos problemas a la hora de levantarse, de costaba trabajo dejar de dormir, y yo por el contrario, me levantaba temprano a diario.




Yo era fanático de la limpieza, él… bueno no se tomaba tan en serio ese pequeño aspecto, diario yo pretendía hacer el ase pero al día siguiente ya era un verdadero desastre, como si una guerra se hubiese librado en ese lugar.

Tengo la ligera impresión de que era un niño mimado cuando estaba en casa toda la comida que tiene es instantánea o enlatada, traducción; no sabe cocinar nada de nada. Tiene una gran cantidad de ropa para acomodar ¿rosa?, traducción: no sabe lavar, logré encontrar una playera roja entre sus cosas cuando escombraba… a él tampoco le han enseñado a planchar.

Sin embargo, yo le puedo ayudar.

Al tercer día de estar ahí:

-Tegoshi-kun

-¡Massu!, no utilices ese honorífico, no me gusta nada, y te lo he dicho –por alguna razón detestaba que le dijese así, el ‘kun0 jamás lo soportaba, nunca había dicho el por qué y aunque tenía cierta curiosidad por eso, debíamos y tenía prioridad solucionar todas ‘nuestras diferencias’

-De acuerdo, Tego… tenemos que hablar

-¿De qué? ¿Hice algo malo? ¿Ya no quieres vivir aquí, conmigo? -¿¡Por qué se alarmó tanto?!

-¡No!, nada de eso, sólo creo que para estar mejor necesitamos algunas reglas de convivencia y cosas así ¿No crees?

-Ah, de acuerdo, dime entonces –Se tranquilizó demasiado, hasta aliviado parece estar.

-Creo que deberíamos am… bueno estableces algunas responsabilidades y algunos horarios.

-¿Responsabilidades y… horarios? –Estaba confuso.

-Am, si con lo de la comida, el ase, la ropa, el uso de la computadora y todo eso…

Lo entendió y aceptó de inmediato, y, confesó algo que yo ya había supuesto, nunca en su vida había vivido solo, y su madre se había encargado de esas cosas, apenado también se emocionó al oír que le prometí enseñarle a cocinar.

Nos costó acostumbrarnos uno al otro una semana, pues él solía olvidar hacer lo que le tocaba de sus actividades, o se dormía y no hacía su parte del aseo, pero también era muy atento, y me quería ayudar, se acostumbró y procuraba hacer todo lo que mejor que podía.

Nuestros descansos entre clases solían coincidir así que nos veíamos mucho.

A las tres semanas de convivir juntos creíamos conocer todo del otro, sólo que el no sabía aún que no tenía nada de familia, y que por esa razón trabajaba.

Uno de los días libres que teníamos, quiso conocer el lugar donde trabajaba, yo la verdad no quería llevarlo, pues se daría cuenta de que no soy tan genial ni tengo un gran trabajo o es más, que ni si quiera soy indispensable en mi trajo, sin embargo, él insistió en ir mucho y la verdad no pude negárselo durante mucho tiempo.

A él le enviaban dinero sus padres, a mí… bueno yo me ganaba todo el dinero que tenía como podía, así que como él quería conocer, se ofreció a pagar todos los gastos de transporte. Abordamos el subterráneo en al estación más cercana a la universidad.

Bajamos seis estaciones después, y transbordamos a otro donde recorrimos otras tres estaciones, ahora ya estábamos en las afueras de la ciudad.

Fui cuidadoso de no decirle a donde nos dirigíamos, pero ya fue demasiado obvio cuando llegamos a un centro recreativo familiar de alto nivel, obviamente para gente muy adinerada, di mi identificación y nos dejaron entrar.

-¡Sugoi! Massu, ¿Por qué no me dijiste que trabajabas en un lugar como este?

-No hago la gran cosa, pero la paga es buena.

-¿Y qué es lo que haces? –El estaba emocionado por mi trabajo, lo cual no me lo podía creer.

-Me encargo del cuidado de los caballos.

-¿Caballos?

-A al gente de verdad le gusta cabalgar… hay cuatro personas de la Universidad que suelen venir pero yo… bueno no los conozco mucho… sólo sé que caballos les gusta cabalgar a cada uno.

-¿Yo puedo montar uno?

Puso una cara muy adorable y no pude decirle que no, solo le advertí que quedaba algo lejos el lugar, pues había que pasar las canchas de tenis, el gimnasio y la piscina, pero el estaba tan terco que forzosamente quiso ir, y no tuve otra opción más que dirigirlo.

¿Es patético que, los únicos seres que se alegran de verte son sólo un chico al cual conozco desde hace unas tres semanas y unos quince caballos?

Tegoshi estaba maravillado con el lugar, y no tardo nada en escoger al caballo que quería montar –que los jefes no se enteren de que entró sin pagar– era uno de mis favoritos también, se trataba de una caballo blando, muy fuerte y hermoso de nombre Sagi.

Preparé el caballo y a Tegoshi también, le dije que el caballo era muy tranquilo y que no se preocupara mucho, parecía un niño pequeño. Cuando estuvieron listos, le instruí un poco a 
Tegoshi como manejar el caballo, pero estaba tan feliz y entusiasmado que no me hizo mucho caso.

El caballo comenzó a andar, Tegoshi lo disfrutaba mucho, todo estaba bien.
Sagi empezó a correr ligeramente, Tegoshi estaba emocionado, todo seguía estando bien.

El semental parecía que tenía tiempo sin correr, y muchísima energía reprimida, corría como si su vida dependiese de ello, ahora Tegoshi estaba asustado.

No perdí más tiempo contemplando semejante espectáculo, tomé el primer caballo que vi, ni siquiera no preparé, ni al caballo ni a mi mismo, sólo me subí, tenía algo de experiencia ya, y todos los caballos me conocían, tenía que ayudar a Tegoshi o él… no quería pensar en que pasaría.
Pronto alcanzamos a Sagi y a Tegoshi, él estaba muy asustado ya, hice que mi caballo alcanzara y pudiera mantener el ritmo acelerado de Sagi para poder ayudar a Tego…

-¡Tegoshi! ¡Dame la mano!

-Massu… yo… no puedo, ¡tengo miedo!               

-Dame la mano, ¡Confía en mí!

Y así lo hizo.

Como pide en la carrera lo atraje hacia mi y luego bajamos la velocidad, pero como el peso no estaba equilibrado en el caballo, el cansado caballo nos tiró, yo caí bien, el sobre mí, me encontraba bien pero ¿Por qué el sangraba?

4 comentarios:

  1. ME GUSTÓ ;____; me gusta cómo va avanzando la relación entre Tegoshi y Masuda, porque no es rápida, sino que se están dando su tiempo para conocerse, para acostumbrarse el uno al otro.
    Y skjgfdsklñ NOOOO, Tegoshi, tienes que estar bieen ><
    Me gustó mucho, sigue así <3~ *chu*

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  2. Cada vez mejor kyaaa! -sin palabras, me emociono demasiado cuando los veo juntos-

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  3. sjdjkedhksd está muy bueno >w< mañana continuaré con el 4 porque ya es tarde ;O; sigue así Yuzu, me está gustando mucho! y espero que mi Tesshi se encuentre bien ;OO;

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  4. O.o uno arriba del otro? ooo esto se pone bueno ya quiero massssssssssss

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