miércoles, 5 de octubre de 2011

Mi cerebro funcionaba muy bien, hasta que te conocí (Cap 1/??)

Mi enteinde que tiene otros fics -tranqui ya traigo el cap 9 de dulce mentira-
Mi sabe que tiene ya trabajo, Pero era capricho mío hacer un RyoPi~

Espero les guste~ he aquí el capitulo 1!


Capítulo 1

Durante mi vida he conocido a mucha gente, algunos amigos, otros y muchos más enemigos, fui un cerebrito toda mi vida, primeros lugares, cuadros de honor, puntuación perfecta siempre, así llegué a la universidad, con el primer lugar de los de nuevo ingreso.

Pienso aprovechar que nadie me conoce aquí, dejaré de ser tan matado y haré más amigos, me relajaré más y tomaré las cosas con calma, me haré de una adorable novia –pues no es egocentrismo, yo soy muy guapo– y seré de lo mejor de la universidad, ese es mi propósito, o mejor dicho era mi propósito, llevo ya cuatro semanas aquí y no tengo ni un amigo más que Masuda, pero el es amigo de todo mundo, es ya capitán de el equipo de basquetbol, es profesor en el taller de danza, y uno de los primeros lugares académicos de la escuela, además las chicas por lo que me enterado lo consideran el número tres en la lista de los más guapos, los demás con los que hablo, no son amigos son conocidos o compañeros, amigo sólo Masuda.

Me decepciono de mi mismo, mis ideas y propósitos de este nuevo año se quedaron en el aire, pues no lo pongo en práctica, ¿Qué triste no? ¿Qué patético? ¿Qué aburrido soy? ¡¿Q… quien es él?!

Un chico musculoso, cabello algo largo, negro y lacio, la cara de ángel, labios gruesos y ligeramente rosados, ojos; brillantes, cafés, adorables, nariz perfecta, orejas de tamaño ideal, brazos largos y vuelvo a decir musculoso, es alto –o por lo menos más que yo– ¿Cómo no lo había visto antes? Este parado en el marco de la puerta del salón, espera a alguien, o eso da a entender mirando su reloj, y hacia el pasillo alternadamente ¿Por qué lo miro tanto?

El profesor llega junto con Masuda platicando, ese no se cansa de hablar, desvió mi mirada y cuando volteo ya no esta, la clase empieza… no se ni que diablos dice el profesor, ni de que rayos trata la clase de hoy, sólo estoy atento a la puerta, quiero verlo de nuevo, a él.

Varios días pasan, o bueno ya lo acepto no, pasó sólo una semana exactamente, pero la verdad siento que pasó una grandísima eternidad, no le he vuelto a ver en ningún lado del campus en el que estamos, y valla que lo he buscado, pero el campus es muy grande y yo soy sólo uno,  Tengo una extraña necesidad de verlo de nuevo, en verdad quiero contemplarlo de nuevo, y no se el por qué sólo sé que es así yo…

-Quiero verte

-¿De que hablas Ryo-chan? –Masuda esta a mi lado, todas, o una gran mayoría de mis conversaciones las tengo con él, tan sociable y agradable es que ya me habla con tanta confianza y la verdad no me molesta en lo más mínimo, es un buen chico, y hasta hace una semana le decía Masuda-san, sin embargo alguna vez vi a un chico-chica (la verdad no supe diferenciar que era)  que le decía Massu y luego le dijo Taka, y como apareció una agradable sonrisa, me apreció buena idea decirle Massu, me da la impresión de que su relación con es apersona es muy estrecha, dan la impresión de ser muy cercanos entre sí

-Yo… bueno quiero ver a alguien –El nivel de confianza que ya tengo con Massu me sorprende, normalmente me había tomado mese lograra una relación así, bueno me alegra de menos un buen amigo y rápido hice, además Massu conoce a casi todo mundo aquí, lo mismo y quizás…

-¿A quién? ¿Una chica? ¿La nueva chica más adorable? ¿La de la biblioteca? ¿La capitana del club de natación? ¿La tímida que se sienta hasta atrás en el salón? ¿Quién? Dime lo mismo y no la conozco pero mis amigos de la radio sí. –El sonríe y yo hago lo mismo, sus amigos de la radio los conocía todo mundo, y ellos también, uno era ya senpai de tercer año, Koyama-senpai, y uno de nuevo ingreso pero igual de parlanchín y sociable Nakamaru-san, ambos eran muy hábiles para hablar y manejaban la radio de la universidad, además tengo entendido que ellos normalmente son los que conducen movimientos y eventos de la misma universidad. Por la función que tenían todo mundo y su perro los conocen y ellos por algún motivo también los conocen a todos, se creen a veces celebridades.

-No, para nada,…quiero ver a… un chico, estuvo aquí la semana pasada cuando llegaste con el profesor… él estaba en la puerta… -Señalé la puerta con un movimiento de la cabeza y al hacerlo lo ví, él estaba ahí, se me cortó la respiración, estaba esperando de nuevo a alguien, como lo esperaba de mi, volvió a captar mi atención.

-¿Ese chico? –Me miró y yo asentí con la cabeza –Se llama Yamashita Tomohisa, va en segundo año, es ‘senpai’, va de vez en cuando a la clase.

-¿Qué clase? –Masuda me da un ligero golpe en mi cabeza y ríe -¿Qué?

-¿Pues a mi clase de danza, recuerda que soy el profesor del club de danza, el suele ir a tomar la clase que doy, de hecho estoy muy seguro de que hoy irá.

-¡Massu! Déjame ir a tu clase, no he escogido un club en particular, no soy malo bailando ¡Quiero ir contigo!, méteme ¿si?

-Estas muy raro Ryo-chan, pero tu presencia sería genial para el club, te anotaré en mi lista ¿Ok? –Sólo pude asentir feliz con la cabeza, para volver a centrar mi vista en él, ni yo entendía mi comportamiento, tenía una extraña necesidad de verlo.

Para cuando el maestro llegó ya no lo vi, sólo note que en cuanto entro una chica al salón cuyo nombre desconozco –Ah valla novedad–,  él se fue, ese día si atendí la clase, aunque he de admitir que sí me aburrí.

Tomé dos clases más que me tocaban ese día, y la verdad me volví a aburrir, estaba ya con ganas de irme a casa, cuando recordé que ahora tenía clase del club, estaba nuevamente emocionado, y la verdad no soy capaz de recordar haberme emocionado antes por algo. No entendiendo el por qué de mi necesidad de verlo, y si puedo hablarle, es una extraña obsesión que la verdad ni puedo controlar.

Tras pedir muchas indicaciones, y de decir gracias como loco, por fin encontré el lugar donde se hallaba el club, me intimido un poco que un alto porcentaje del grupo eran chicas, a comparación de los otros talleres y clubs, era un grupo grande, eso es lo que quería suponer, hombres; éramos 5 contándome, pero si contaba al chico del cual había olvidado el nombre y a Massu éramos ya 7 chicos y 13 chicas.

En cuanto llegué me apresuré a buscar a Massu, quien amablemente me indicó mi lugar, y bueno, era muy extraño estar rodeado de tantas chicas, todas no dejaban de mirarme, lo cual creo que era razonable pues era el ‘nuevo’. Afortunadamente mi profesor y amigo, me ayudó un poco y estuvo conmigo en o que la clase iniciaba, y organizaba a los demás.

Llegó una chica… o ¿era un chico?, lo conocía al menos de vista, llamó ‘¡Taka~!’, y mi amigo sonrió, lo recibió y preguntó por el motivo del retraso, él o ¿ella? Hizo pucheros y le contestó a mi profesor con un susurro en el oído, no sabía que pensar, si era un chico era extraño, si era una chica pues le faltaban atributos femeninos, pero de que era lindo o linda lo era.

Después llegó mi chico… –eso sonó raro–y saludó a Massu, era agradable ver que se presentó a la clase, me sentí feliz. Se acomodó en su lugar. No puedo dejar de mirarlo.

Masuda-san nos hizo hacer calentamiento, pero la verdad parecía que nos preparaba para un maratón de algún deporte, sólo tres de nosotros estábamos ‘bien’ al terminar el calentamiento, sin contar al Takahisa éramos; el chico del que no recordaba el nombre pero que sin embargo no podía dejar de ver y contemplar, el chico-chica y yo.

Tras esto Masuda nos explico que tenía intención de hacer y montar un coreografía para mostrarla en el primer festival cultural de la universidad, dijo que no iríamos todos los del club, pues éramos muchas y se necesitaban ciertos requisitos, además dijo que el quería talentos, dedicación y personas con ganas de participar, y finalmente pero no menos importante quería montar una coreografía que se luciera y que fuera ‘estética’.

Así que iniciamos a bailar de verdad, pero con pasos sencillos, y no me di cuenta de cuando la cosa ya era muy cansada, y complicada.

Durante la clase había estado al tanto de mí y ligeras miradas al chico que me cautivaba por alguna razón, su mirada se cruzó con la mía, perdí la concentración, y me caí, para mi sorpresa Masuda y él fueron en mi ayuda.

Noté que cuando Masuda me ayudaba a levantarme el chico-chica me miró con enojo, pero no le puse ni hice mucho caso ni atención, pues cuando estuve casi de pie, no te que perdía el equilibrio, esta vez, él me ayudo.

-¿Qué has comido hoy? –Me pregunto, algo serio.

-Am… creo que pan y café en la mañana –Contesté, no tenía claro el motivo de la pregunta, estaba ya algo mareado.

-Massu, lo siento, me lo levo, creo que es peligroso que este aquí, son las 5 de la tarde, continúen… -no escuché más que eso, yo perdí el conocimiento.




1 comentario: