Mi sabe que tiene ya trabajo, Pero era capricho mío hacer un RyoPi~
Espero les guste~ he aquí el capitulo 1!
Capítulo
1
Durante mi
vida he conocido a mucha gente, algunos amigos, otros y muchos más enemigos,
fui un cerebrito toda mi vida, primeros lugares, cuadros de honor, puntuación
perfecta siempre, así llegué a la universidad, con el primer lugar de los de
nuevo ingreso.
Pienso aprovechar
que nadie me conoce aquí, dejaré de ser tan matado y haré más amigos, me
relajaré más y tomaré las cosas con calma, me haré de una adorable novia –pues no
es egocentrismo, yo soy muy guapo– y seré de lo mejor de la universidad, ese es
mi propósito, o mejor dicho era mi propósito, llevo ya cuatro semanas aquí y no
tengo ni un amigo más que Masuda, pero el es amigo de todo mundo, es ya capitán
de el equipo de basquetbol, es profesor en el taller de danza, y uno de los
primeros lugares académicos de la escuela, además las chicas por lo que me
enterado lo consideran el número tres en la lista de los más guapos, los demás
con los que hablo, no son amigos son conocidos o compañeros, amigo sólo Masuda.
Me
decepciono de mi mismo, mis ideas y propósitos de este nuevo año se quedaron en
el aire, pues no lo pongo en práctica, ¿Qué triste no? ¿Qué patético? ¿Qué aburrido
soy? ¡¿Q… quien es él?!
Un chico
musculoso, cabello algo largo, negro y lacio, la cara de ángel, labios gruesos
y ligeramente rosados, ojos; brillantes, cafés, adorables, nariz perfecta,
orejas de tamaño ideal, brazos largos y vuelvo a decir musculoso, es alto –o por
lo menos más que yo– ¿Cómo no lo había visto antes? Este parado en el marco de
la puerta del salón, espera a alguien, o eso da a entender mirando su reloj, y
hacia el pasillo alternadamente ¿Por qué lo miro tanto?
El profesor
llega junto con Masuda platicando, ese no se cansa de hablar, desvió mi mirada
y cuando volteo ya no esta, la clase empieza… no se ni que diablos dice el
profesor, ni de que rayos trata la clase de hoy, sólo estoy atento a la puerta,
quiero verlo de nuevo, a él.
Varios días
pasan, o bueno ya lo acepto no, pasó sólo una semana exactamente, pero la
verdad siento que pasó una grandísima eternidad, no le he vuelto a ver en
ningún lado del campus en el que estamos, y valla que lo he buscado, pero el
campus es muy grande y yo soy sólo uno,
Tengo una extraña necesidad de verlo de nuevo, en verdad quiero
contemplarlo de nuevo, y no se el por qué sólo sé que es así yo…
-Quiero
verte
-¿De que
hablas Ryo-chan? –Masuda esta a mi lado, todas, o una gran mayoría de mis
conversaciones las tengo con él, tan sociable y agradable es que ya me habla
con tanta confianza y la verdad no me molesta en lo más mínimo, es un buen
chico, y hasta hace una semana le decía Masuda-san, sin embargo alguna vez vi a
un chico-chica (la verdad no supe diferenciar que era) que le decía Massu y luego le dijo Taka, y
como apareció una agradable sonrisa, me apreció buena idea decirle Massu, me da
la impresión de que su relación con es apersona es muy estrecha, dan la
impresión de ser muy cercanos entre sí
-Yo… bueno
quiero ver a alguien –El nivel de confianza que ya tengo con Massu me
sorprende, normalmente me había tomado mese lograra una relación así, bueno me
alegra de menos un buen amigo y rápido hice, además Massu conoce a casi todo
mundo aquí, lo mismo y quizás…
-¿A quién?
¿Una chica? ¿La nueva chica más adorable? ¿La de la biblioteca? ¿La capitana
del club de natación? ¿La tímida que se sienta hasta atrás en el salón? ¿Quién?
Dime lo mismo y no la conozco pero mis amigos de la radio sí. –El sonríe y yo hago
lo mismo, sus amigos de la radio los conocía todo mundo, y ellos también, uno
era ya senpai de tercer año, Koyama-senpai, y uno de nuevo ingreso pero igual
de parlanchín y sociable Nakamaru-san, ambos eran muy hábiles para hablar y
manejaban la radio de la universidad, además tengo entendido que ellos
normalmente son los que conducen movimientos y eventos de la misma universidad.
Por la función que tenían todo mundo y su perro los conocen y ellos por algún motivo
también los conocen a todos, se creen a veces celebridades.
-No, para nada,…quiero
ver a… un chico, estuvo aquí la semana pasada cuando llegaste con el profesor…
él estaba en la puerta… -Señalé la puerta con un movimiento de la cabeza y al
hacerlo lo ví, él estaba ahí, se me cortó la respiración, estaba esperando de nuevo
a alguien, como lo esperaba de mi, volvió a captar mi atención.
-¿Ese
chico? –Me miró y yo asentí con la cabeza –Se llama Yamashita Tomohisa, va en
segundo año, es ‘senpai’, va de vez en cuando a la clase.
-¿Qué
clase? –Masuda me da un ligero golpe en mi cabeza y ríe -¿Qué?
-¿Pues a mi
clase de danza, recuerda que soy el profesor del club de danza, el suele ir a
tomar la clase que doy, de hecho estoy muy seguro de que hoy irá.
-¡Massu!
Déjame ir a tu clase, no he escogido un club en particular, no soy malo
bailando ¡Quiero ir contigo!, méteme ¿si?
-Estas
muy raro Ryo-chan, pero tu presencia sería genial para el club, te anotaré en
mi lista ¿Ok? –Sólo pude asentir feliz con la cabeza, para volver a centrar mi vista
en él, ni yo entendía mi comportamiento, tenía una extraña necesidad de verlo.
Para
cuando el maestro llegó ya no lo vi, sólo note que en cuanto entro una chica al
salón cuyo nombre desconozco –Ah valla novedad–, él se fue, ese día si atendí la clase, aunque
he de admitir que sí me aburrí.
Tomé
dos clases más que me tocaban ese día, y la verdad me volví a aburrir, estaba
ya con ganas de irme a casa, cuando recordé que ahora tenía clase del club,
estaba nuevamente emocionado, y la verdad no soy capaz de recordar haberme
emocionado antes por algo. No entendiendo el por qué de mi necesidad de verlo,
y si puedo hablarle, es una extraña obsesión que la verdad ni puedo controlar.
Tras
pedir muchas indicaciones, y de decir gracias como loco, por fin encontré el
lugar donde se hallaba el club, me intimido un poco que un alto porcentaje del
grupo eran chicas, a comparación de los otros talleres y clubs, era un grupo
grande, eso es lo que quería suponer, hombres; éramos 5 contándome, pero si
contaba al chico del cual había olvidado el nombre y a Massu éramos ya 7 chicos
y 13 chicas.
En
cuanto llegué me apresuré a buscar a Massu, quien amablemente me indicó mi
lugar, y bueno, era muy extraño estar rodeado de tantas chicas, todas no
dejaban de mirarme, lo cual creo que era razonable pues era el ‘nuevo’.
Afortunadamente mi profesor y amigo, me ayudó un poco y estuvo conmigo en o que
la clase iniciaba, y organizaba a los demás.
Llegó
una chica… o ¿era un chico?, lo conocía al menos de vista, llamó ‘¡Taka~!’, y
mi amigo sonrió, lo recibió y preguntó por el motivo del retraso, él o ¿ella? Hizo
pucheros y le contestó a mi profesor con un susurro en el oído, no sabía que
pensar, si era un chico era extraño, si era una chica pues le faltaban
atributos femeninos, pero de que era lindo o linda lo era.
Después
llegó mi chico… –eso sonó raro–y saludó a Massu, era agradable ver que se
presentó a la clase, me sentí feliz. Se acomodó en su lugar. No puedo dejar de
mirarlo.
Masuda-san
nos hizo hacer calentamiento, pero la verdad parecía que nos preparaba para un
maratón de algún deporte, sólo tres de nosotros estábamos ‘bien’ al terminar el
calentamiento, sin contar al Takahisa éramos; el chico del que no recordaba el
nombre pero que sin embargo no podía dejar de ver y contemplar, el chico-chica
y yo.
Tras
esto Masuda nos explico que tenía intención de hacer y montar un coreografía
para mostrarla en el primer festival cultural de la universidad, dijo que no
iríamos todos los del club, pues éramos muchas y se necesitaban ciertos
requisitos, además dijo que el quería talentos, dedicación y personas con ganas
de participar, y finalmente pero no menos importante quería montar una
coreografía que se luciera y que fuera ‘estética’.
Así
que iniciamos a bailar de verdad, pero con pasos sencillos, y no me di cuenta
de cuando la cosa ya era muy cansada, y complicada.
Durante
la clase había estado al tanto de mí y ligeras miradas al chico que me cautivaba
por alguna razón, su mirada se cruzó con la mía, perdí la concentración, y me
caí, para mi sorpresa Masuda y él fueron en mi ayuda.
Noté
que cuando Masuda me ayudaba a levantarme el chico-chica me miró con enojo,
pero no le puse ni hice mucho caso ni atención, pues cuando estuve casi de pie,
no te que perdía el equilibrio, esta vez, él me ayudo.
-¿Qué
has comido hoy? –Me pregunto, algo serio.
-Am…
creo que pan y café en la mañana –Contesté, no tenía claro el motivo de la
pregunta, estaba ya algo mareado.
-Massu,
lo siento, me lo levo, creo que es peligroso que este aquí, son las 5 de la
tarde, continúen… -no escuché más que eso, yo perdí el conocimiento.
jajajaja pobre Ryo, nada le sale bien jajaja
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