Título: La vida, juntos.
Género: Romance
Pareja: TegoMass [Tegoshi Yuya x Masuda Takahisa]
Fandom: NEWS
Palabras: 3,426
Tipo: One-shot
Resumen: El deseo de estar
juntos puede llegar a ayudar a que cada uno pueda madurar y querer más cosas en
la vida
Nota: Dedicado a las malas mujeres~.
Nota: Dedicado a las malas mujeres~.
Vivir juntos, ¡vaya! que paso tan
serio dieron la pareja más inestable del planeta, constantemente tenían
desacuerdos, miles de veces ni en qué comer se podían coordinar, ni hablar de
ropa o simplemente de a dónde ir.
Tegoshi no prestaba tanta atención a
los detalles “Lo que sea”. E incluso sus coordinados para ir a una cita con su
novio eran nefastos cosa que molestaba continuamente al pelirrojo que decía
adorar tanto.
- Vaya, no te arregles tanto –Tono sarcástico
y enojado de Masuda, Tegoshi sabía que habría una discusión.
- ¿Qué tiene? Debemos ser discretos
¿No? –Cuestionó Tegoshi, quien vestía un pantalón de deporte, algo usado de sus prácticas de
baile en múltiples ocasiones para sus conciertos, tenía un jersey amplio color
gris, usaba unos lentes con un diseño grande oscuros e incluso un gorro amplio
de invierno. No era nada atractivo. Bueno si lo era, pero parecía vago. Y eso
era reprochable porque Masuda había elegido un vestuario con mucha antelación
para su cita con el rubio.
- Discretos no quiere decir vagos.
No te llevaré a ningún lado así.
- Pues no me lleves. Vete tú solo a
comer –Contestó de mal modo el rubio.
- No iré solo a comer, cámbiate y
vámonos.
- No me pienso cambiar. No me pondré
el vestido de noche de entrega de premios Grammy para ir a cenar a un
restaurante cualquiera cuando ni siquiera es una fecha importante.
- No te pedí que usaras vestido.
- Sabes a qué me refiero.
- No pienso salir con un fodongo.
- Retráctate.
- Si te cambias sí.
- Eres tan terco.
- Mira quien habla.
- Te detesto tanto, Masuda Takahisa.
- Y yo a ti Tegoshi, el fodongo,
Yuya.
- ¡Eres insoportable!
- Cálmate, solo cámbiate y olvidemos
esto ¿Sí?
- ¿Por qué siempre eres tan
quisquilloso? ¡Es solo ropa! ¿Acaso te importa más mi aspecto que yo? ¿Acaso
solo te gusto cuando me pongo un elegante traje blanco con plumas, diseñado por
ti? ¿Qué hay de mí?
- ¡Sabes bien que no tiene nada que
ver una cosa con la otra! Me enamoré de ti en tu peor época.
- ¿Qué?
- Cuando parecía que solo tenías un
solo pantalón y 3 camisetas. Cuando nadie te veía más que yo.
- ¿Eh?
- Cuando nadie te prestaba atención,
yo lo hice. Me enamoré de un chico descuidado, pero lleno de talento y
ambición.
- Massu… -La discusión había tomado
otro rumbo que el rubio no esperaba. Ese detalle no lo sabía, estaba seguro de
que el mayor no estaba usando una táctica para hacerlo ceder, no tenía ese tipo
de tacto en su relación, por lo que eso quería decir que… sus palabras eran
honestas.
- Así que por favor, cámbiate que
quiero ir a cenar ya. Tengo hambre y muero por estar contigo ¿Si?
Masuda era romántico sin proponérselo.
Y Tegoshi tras la revelación no pudo hacer otra cosa más que ceder e irse a
vestir con algo más decente, pero conservó su gorro y lentes, que con el
argumento de querer pasar desapercibido logró obtener la aprobación de Masuda.
Esa noche de alguna manera llegaron
a la conclusión de que vivir juntos, sería lo apropiado para su relación.
Koyama y Kato, sus compañeros de
grupo y también las personas que más convivían con ellos tomaron con sorpresa
la noticia, pero sabían mejor que nadie, que así como discutían, que siendo tan
opuestos y “especiales”, eran también la pareja más bonita que habían conocido.
Por lo que procedieron solo a felicitarlos y a separar una fecha en sus agendas
para poder ayudarlos a buscar un nuevo apartamento y la posterior mudanza.
- Es un paso serio, Massu… Digo, sé
que Tegoshi es tu alma gemela –Masuda le dedicó una mirada confundida –Bueno,
no exactamente “gemela”, pero sabemos que él es el indicado para ti. Tú única persona
especial ¿No? –Shige procedió al obtener la mirada más calmada de Massu – ¿Te
das cuenta que es como casarte con él?
- ¿Qué?
- Es decir, en Japón no es legal el
matrimonio entre dos personas del mismo sexo, y aunque la belleza de Tegoshi es
potencialmente femenina, tú mejor que nadie sabe que es un hombre… y tú
también. Vivir con él no significa sexo las 24 horas del día los 7 días de la
semana… Vas a convivir con él. Vas a tener que adaptarte a él o bien, él a ti.
- No me mudaré con Tegoshi por sexo,
Shige.
- Lo sé. Pero ¿Si entiendes lo que
vivir con él implica?
- ¿Limpiar yo solo el apartamento? –Preguntó
Massu, medio en broma medio en serio.
- Eso y más. Tegoshi es,
sentimentalmente, tu compañero de vida, Massu –Shige expresó seriamente –Y créeme
que los admiro por eso, pero estas por convertirlo en tu compañero de vida,
literalmente. Por eso pienso que es como casarte con él. Ser pareja
formalmente.
Masuda quedó en seco tras esa revelación.
Pero no tanto porque casarse con Yuya fuese una pesadilla o algo malo. Sino porque
pensó que quizás pese a los años de su relación llena de altibajos, esto sería
algo realmente grande.
Por otro lado Koyama no tuvo el
mismo tacto con Tegoshi, mientras el mayor se ocupaba de empaquetar las muchas
playeras de diferentes equipos de fútbol soccer, hablaron sobre más que el
riesgo de vivir juntos… sobre lo maravilloso que sería.
- ¡Estoy tan celoso!
- ¿Por qué Keii-chan? ¿Te gusta
Massu? Escoges mal momento y persona para
decirlo, digo, soy su novio desde hace años y justo me voy a mudar con él en cuestión de días…
-Bromeó Tegoshi.
- No, no, no. No me gusta Massu en
ese sentido. Estoy celoso de ustedes. Son tan maduros aceptando el reto de
vivir como pareja.
- Yo creo que ya era tiempo. –Se sinceró
Tegoshi –Massu es el indicado. No habrá alguien mejor que él para mí… Ambos lo
sabemos.
- ¿“Ambos”? Tegoshi. El mundo lo
sabe.
- Es por eso que ya debemos vivir
juntos. –Sonrió el rubio con superioridad.
***
La mudanza oficial fue el día 14 de
junio. Les tomó tiempo trasladar sus pertenencias e incluso los nuevos muebles
que decidieron comprar juntos. Cada persona que se enteraba al principio
actuaba con incredulidad y posteriormente procedía a decir que era algo que
debían haber hecho antes.
Esa noche cayeron rendidos por primera
vez en la cama, sin haber tenido contacto físico. El reto estaba por comenzar.
La pasta de dientes, la ropa, la
comida, los juguetes de Emma (había sido un triunfo para Yuya lograr que Emma
se acomodara en su nuevo apartamento compartido), la música, el acomodo de
muebles, los horarios del baño, la limpieza, el volumen de la televisión, las
revistas, los libros, los programas, todo resultaba un problema. Los primeros
meses estuvieron plagados de discusiones, unas más fuertes que otras, pero al
final… Ambos recordaban que habían decidido hacer eso como dos personas adultas
en una relación seria.
Pero era agotador… Y aun así el 14
de junio del año siguiente, celebraron su primer año viviendo juntos. Porque
toda discusión, siempre era solucionada de alguna forma, a veces con calma,
otras con insinuaciones, o bien simplemente se cedía para no discutir. Pero igual
funcionaba.
Fue sorpresa para Masuda darse
cuenta una vez que Kato los visitaba, que Tegoshi fue el que decidió atender al
invitado con café, y hasta galletas de coco, sin que Masuda se lo pidiera. E incluso
posteriormente lavó trastes y limpió la mesa.
Fue sorpresa para Tegoshi cuando
encontró a Massu mirando el afiche del planisferio que tenía colgado en el
pasillo donde marcaba los países visitados y ver como el pelirrojo buscaba
alguno que no estuviese marcado y a la semana encontrar boletos de avión por 6
días a uno de esos países para ir juntos.
Masuda empezó a ir a las prácticas
de soccer de Yuya, e incluso llevaba un pequeño almuerzo para ambos. Yuya por
otra parte se acostumbró a acompañar a su novio en sus expediciones de compras
para moda, sin queja iba con él a todos lados y hasta se divertía modelando
para el pelirrojo cuando este encontraba alguna prenda en especial.
La mejor época sin duda, era la
previa a los conciertos. Masuda tenía mucho trabajo, ya que se encargaba de
muchos aspectos técnicos y de los mismos vestuarios para cada gira… Y Tegoshi
comprendió que su labor consistiría en apoyar al otro desde la casa. Nunca
esperó que el papel de “esposa” que espera cada día en casa al “esposo” fuese
algo que disfrutase tanto.
Una vez Masuda le pidió a Yuya que
lo acompañase a las pruebas de vestuario previas a la reunión con el grupo. El
menor jamás se imaginó que ver a su pareja trabajar lo iba a impresionar tanto…
Más aún cuando el pelirrojo le mostró los bocetos que tenía.
Yuya reconoció cada uno. No porque
los hubiese visto en casa, sino porque ya sabía que había inspirado cada uno.
El propio rubio era la inspiración de Massu.
- Sé que hoy era tu día libre, pero
aún me faltan un par de vestuarios… Y necesito a mi musa para saber qué hacer.
- ¿Eh?
- Yuya, amor, ¿podrías pararte ahí? –Le
señaló un espacio vacío en la habitación que parecía haberse desalojado solo
para Yuya, ya que había un par de cajas y telas encimadas a lado al tiempo en
que le daba una lista de canciones –Quiero que cantes estas canciones, acapella
está bien. No tengo los demos aquí.
- ¿Taka? –Yuya ladeó su cabeza un
poco contrariado, y aprovechó de llamarlo por su nombre, cosa que solo hacía en
extremos momentos de intimidad.
- Siempre que hago un vestuario,
visualizo a cada uno cantando. Pero tu traje siempre es lo primero Yuya. Porque
simplemente no puedo no hacerte mi prioridad. Necesito visualizarte para saber
qué hacer. Pero ahora estoy algo bloqueado… No puedo imaginarte. Y por eso
necesito verte.
- Yo no sé qué hacer, amor… ¿Solo me
quieres ver cantar?
- Sí y no. Yuya, no es solo que
quiera verte cantar, es que necesito verte cantar. Necesito mi inspiración. Te
necesito a ti.
La cara de Yuya se iluminó y
procedió a hacer lo pedido, Masuda no tomó más de 30 segundos antes de empezar
a dibujar y anotar ideas. Esto se repitió con 4 canciones más. Cuando el mayor obtuvo
lo que quería agradeció a su pareja y este lejos de irse, se quedó a esperar a
su novio, probándose algunas prendas o simplemente jugando en su celular, pero
como pocas veces, con el sonido apagado para que el otro se pudiese concentrar.
Ese día descubrió que realmente él
era importante para Masuda, y eso lo conmovió hasta los huesos.
***
El tiempo seguía pasando. Y aunque
costara trabajo creerlo, la relación entre esos dos maduraba un poquito cada
día. Discutían cada vez menos. Se ayudaban mucho más y de alguna manera vivían
cómodos.
Pero la bomba explotó de nuevo
cuando en una llamada telefónica llegó.
Un amigo de Yuya estaba por
convertirse en padre y había llamado a este para darle el aviso, a lo que Yuya
respondió que sin lugar a dudas iría a visitarlo para poder darle la
felicitación en persona. Y el problema no fue ir a dar esa felicitación, fue la
desesperación que se apareció dentro de Yuya: quería tener un hijo también.
No se quedó con el secreto, en
entrevistas y programas empezó a comentar lo mucho que anhelaba ser padre. Curiosamente
siempre aumentaba el número de hijos que quería tener y cuando este número
llegó a ser 5 la idea ya no pasó desapercibida por Masuda, quién en un principio
ni cuenta se había dado de este deseo de su pareja, ahora el tema pasó a ser
parte de su día a día.
Yuya comenzaba a hablar de lo genial
que sería tener un hijo, o dos, o los cinco que había mencionado en su
programa. Pero eso le empezó a ocasionar angustia a ambos. Masuda porque él no
sabía cómo solucionar el deseo de su pareja, o si era algo pasajero. Y en caso
de Tegoshi porque sabía que estando con Masuda su deseo era imposible.
- Hay muchas formas de tener hijos
hoy en día ¿Lo sabes, no? Desde la adopción, por ejemplo. –Dijo una vez Masuda,
sacando el tema formalmente por primera vez.
- No quiero adoptar Massu.
- ¿Eh?
- Quiero un hijo con mi propio ADN,
uno propio, de verdad.
- Los niños adoptados pueden
sentirse como propios.
- No serán como yo.
- ¿Qué propones entonces? ¿Alocarte
y tener una noche loca con una chica, embarazarla y quedarte con el bebé?
- ¿Qué? ¡Estás loco, Massu! ¡Jamás
haría eso!
- ¿Qué quieres entonces, Yuya?
El menor se mantuvo en silencio,
parecía estar meditando su respuesta, pero los colores le subieron a sus
mejillas, como pocas veces, estaba avergonzado.
- ¿En serio quieres saber qué
quiero?
- Eso pregunté.
- Desearía ser mujer. La madre de
tus hijos. –Dijo con seriedad el menor de ambos – O qué tú lo seas y seas la
madre de los míos. Como sea, pero yo quiero que tengamos hijos… Yo sé que en
nuestro caso podríamos adoptar y ser felices, ambos adoraríamos al bebé que criásemos.
Pero quiero un hijo mío, ¡Mío de verdad! Y no puedo dejar de pensar que nada
sería mejor que tener un hijo, contigo, tuyo y mío en serio. Que sea mitad tú y
mitad yo. Desearía eso… que pudiéramos tenerlos… Si se pudiese, Massu ¡juro que
nuestros hijos serían hermosos!
Masuda no contestó.
- Es por eso que quiero eso. Desearía
ser mujer para poder tener nuestros hijos. Soy un hombre y es una tontería que
ande diciendo que quiero hijos, tuyos y míos. Porque es imposible, desde
siempre lo he sabido, pero mi deseo es grande ¡Y no puedo saber cómo lo
haríamos! Porque por un lado si deseo tenerlos quizás tendríamos que separarnos
y odiaría eso... Pero no tenerlos y seguir junto a ti, duele también. Quiero
una familia contigo, tan tonto que suena ¡Pero me has preguntado qué quiero…!
Masuda seguía sin saber que
responder.
- Pensé en la adopción, pero Massu…
ni siquiera estamos casados. No podemos. Pero creo que ambos sabemos que es
como si lo estuviésemos. Yo quiero mi familia contigo… y me parece tan injusto
que aunque dos personas se aman tanto, que quieren algo tan natural, no lo
puedan tener… bueno, hablo de mí. Tú jamás has dicho ninguna incoherencia como
yo…
Masuda solo abrazó al menor, besó su
frente y suspiró un “Lo siento, Yuya”. Y de verdad lo sentía, porque era el
único deseo que no podría cumplir de su pareja. Y porque dentro de él, el deseo
de tener un hijo se manifestó en serio. Pero no tenerlo solo por tenerlo. Lo quería
por su pareja, lo quería porque entendía el sentimiento de Yuya. Y la
desesperación era cruel con ambos.
***
- Es legal, chicos.
- Sí, dentro de un mes es oficial.
- Podrán formalizar. Ante la ley y
todos.
- ¿No es emocionante?
No hubo respuesta, el matrimonio
homosexual estaba ganando puntos y estaba a punto de ser aprobado. Y aunque esa
noticia los habría emocionado mucho en otro tiempo, ahora solo les recordaba lo
que no podían tener. Kato y Koyama se veían más emocionados que los propios
novios que llevaban una vida de casados desde hacía unos 4 años.
- ¿Se casarán, verdad? –Preguntó con
temor Koyama, pensando en que quizás, no lo harían.
- Por supuesto que sí, Keii-chan. Hemos
seguido la noticia desde que empezaron a circular los rumores. Massu me lo
propuso casi de inmediato y dije que sí, naturalmente. Ya vivimos como casados
de todas maneras ¿Verdad, Massu? –Tegoshi habló con naturalidad y hasta
emoción.
- ¿Adoptarán el apellido del otro? –Preguntó
curioso Kato.
- No, no creo que sea prudente, por
el trabajo más que por otra cosa –Contestó Masuda –A menos que Yuya quiera ser “Masuda”,
oficialmente.
- ¿Eh? ¿Y por qué no eres tú “Tegoshi”?
–Reprochó el rubio medio en broma.
-“Takahisa Tegoshi”… “Yuya Masuda” –Pronunció
el líder del grupo, suenan raros ambos.
Los cuatro se empezaron a reír.
Definitivamente no cambiarían apellidos. Pero la idea de querer tener hijos… no
hacía más que crecer en ambos.
***
La boda fue algo discreta pero nada
sencilla. Solo fueron invitados amigos realmente cercanos de la pareja, pero
fue probablemente una de las bodas con más estilo de la vida. Combinando ideas
de ambos pareció más como un pequeño espectáculo privado. Tegoshi cantó para Masuda,
y Masuda bailó para Tegoshi. Y luego entre varios regalos se volvió una fiesta
muy animada.
Fue un día feliz. Pero el verdadero
regalo que ambos se hicieron por su boda fue buscar los papeles necesarios para
adoptar y entregarlos tan pronto completaron con su documentación: su acta de
matrimonio.
No era lo que esperaban ni querían
exactamente. El deseo de tener un hijo propio era grande, pero eran conscientes
de lo que eso implicaba y lo dado que no querían perder más tiempo ellos decidieron
hacer la lucha por tener un hijo a su manera.
Qué complicado fue el proceso. Qué pesado y molesto fue el escándalo que dio que dos Idols se casaran entre sí. Qué
duras fueron las críticas hacia “TegoMass” y de paso hacia NEWS. Qué difícil
fue ser aplazados en la lista de espera de adopción. Qué desgastante fue todo.
Pensaron en dejar NEWS como grupo,
pensando en que de seguir en la agrupación, afectarían la imagen de sus compañeros del mismo. Pensaron en desistir en la adopción muchas veces también por miedo a
jamás ser elegidos. Pensaron en todo menos en dejarse.
Yuya podría ser un engreído, medio
infantil y consentido, pero era bastante serio con su relación con su marido. Takahisa
por otra parte podría ser medio despistado a ojos de muchos, tener miedo del
reto que estaba buscando junto al otro pero también estaba convencido de que su
vida solo estaría completa con Yuya. Convirtiendo el deseo del rubio en uno
propio: construir su familia.
Koyama y Shigeaki no permitieron que
dejaran NEWS. Y tampoco permitieron que los dos desistieran en su deseo. La
popularidad del grupo se estancó. Y aunque eso representaba un problema
financiero para la empresa… La amistad entre los miembros del grupo no hizo más
que fortalecerse.
***
- ¡Es tan bonita!
- La adoro y no la he visto más de
10 segundos.
- Quiero ser su padrino.
- Yo seré el padrino.
- No, yo lo voy a ser.
- ¡Yo soy el más indicado, soy el
mayor! ¡Soy bueno con los niños!
- Pero yo… yo… yo soy buena persona.
Tegoshi y Masuda se empezaron a reír
de la conversación de sus dos invitados, Koyama y Shige, naturalmente. Tegoshi
estaba en la cama, cargando a una pequeña bebé de no más de 4 meses de nacida,
estaba envuelta en una manta color rosa con abejitas. Se veía agotado. Pero su
sonrisa era auténtica. Masuda estaba a su lado, igual de agotado, habían
permanecido gran parte de la noche despiertos cuidando a su hija… no tenían
experiencia alguna, llevaban con ella tan solo dos días, pero el pelirrojo
estaba abrazando por los hombros al menor, sin dejar de ver a la pequeña que bostezaba
ligeramente y a su esposo por turnos.
- ¿Puedo decir algo raro? –Preguntó Koyama
tras dejar la discusión del padrino.
- Supongo… -Comentó Masuda
levantando una ceja.
- Justo ahora, sentados así en la
cama, con Hitomi en brazos de Tegoshi, con esa experiencia cansada que tiene él
y la manera en que miras a ambos… Massu… Ah ¿cómo decirlo? Pareciera que
Tegoshi tuvo a Hitomi y ahora está descansando junto a ti.
- ¿Eh?
- ¡Les advertí que era raro! No es
como si Tegoshi pudiese concebir niños… de ser así no tendrían una hija, sino
un equipo de futbol completo. Pero esa imagen ustedes me han dado al estar
juntos así, se ven realmente como una familia. Una pareja que acaba de tener a
su bebé.
Al final no decidieron quién sería
el padrino de la pequeña Hitomi. Tampoco habían decidido que apellido iba a
adoptar la pequeña. Ni tampoco como iban a organizar sus horarios para
cuidarla. Lo único que sabían es que la pequeña era un poco de cada uno. Mitad
Tego y Mitad Massu, no por genética… pero si por ser en ese momento su hija.
Soy suuuuuuper llorona, y sí, ya estoy llorando. Adoro tanto a los Tegomass y adoro como escribes.
ResponderEliminarSobre todo después de una idea tan alocada ✨.
¡Gracias Yuzu!
Espero que pronto te vuelvas a inspirar que siempre disfruto muchísimo leerte 💖💛✨.
¡Amor a nuestra OTP!✨
Un comentario o idea alocada pueden ser gran inspiración~. He de decir que también las imágenes ayudaron~.
Eliminar¡Muchísimas gracias por leer y comentar! No sabes lo feliz que me hace que te haya gustado~
Amor eterno a TegoMass~!
Voy a chillar ������ me encanto!!! Mas el nombre de la niña espero qur la inspiración siga adelante quiero leer mas!!
ResponderEliminarEstoy entrando en un bloque creativo, así que puede que siga subiendo fics con mucha más frecuencia que la que solía tener hasta ahora.
EliminarGracias por leer y comentar!
esta hermoso ,queriendo que en verdad eso puede pasara en la vida real , gracias por el fics ,espero mas escritos tuyos
ResponderEliminarMuchas gracias por siempre leer y comentar!
EliminarPor supuesto que habrá más! A paso lento de tortuga pero seguro~!
Wooo esto es tan bonito bueno al principio fue chistoso lo del fondongo, ya despues fue como, que pasara con su deseo de tener hijos y al final si me hizo llorar fue realmente bello el final.
ResponderEliminarLos fics TegoMass 💖💛 me gustan mucho.
Espero continues escribiendo 🌸
La idea es mezclar el toque cómico con el ligero drama~
EliminarMe alegra que te haya logrado conmover ;;
¡Muchas gracias por leer y comentar! Con palabras tan bonitas me dan más y más ganas de escribir uwu!