lunes, 2 de enero de 2017

Amantes II



Título: Amantes II
Género: Lemon
Advertencias: Fantasía sexual
Pareja: TegoMass  [Tegoshi Yuya x Masuda Takahisa]
Fandom: NEWS
Palabras: 6,045
Tipo: One-shot
Resumen: Los planes que se elaboran no siempre terminan en lo que uno cree
Notas: Secuela de Amantes, One-shot que hice hace un tiempo, pero realmente se puede leer sin saber lo que pasó en dicho One-shot. Dedicado al grupo de LINE que se emocionó al ver EMMA en el CDTV.

Celebrar el año nuevo. Ocasión especial para pasar un rato agradable con la pareja, en una bonita cena, intercambiar lindas palabras, promesas para cumplir en el año que empieza, un ambiente lleno de cosas positivas y para Keiichiro, la oportunidad de recalcarle a Yuya lo mucho que lo amaba.

Tenía todo un plan preparado, una reservación en un hotel prestigioso de Okinawa, un delicioso menú que había estado revisando y anticipando desde el mes de septiembre. Había preparado un itinerario lleno de atracciones y visitas a lugares que, según él, serían ideales para pasarlos con el amor de su vida.

Incluso había preparado un proyecto de reportajes especiales en Okinawa para no descuidar su trabajo en su noticiero, sacrificaría una o dos horas diarias de sus vacaciones, pero para él lo valía, el tiempo con Yuya valía cualquier cosa.

Su cara fue un pobre poema lleno de dolor cuando leyó las noticias que le tocaban dar ese día; normalmente él no se ocupaba de dar noticias de espectáculos, pero ahora le tocaba dar una en especial, una que le rompió el corazón: El concierto de Tegoshi Yuya sería el 31 de diciembre, un Countdown en un recinto conocido y hasta lujoso,  reservado solo para los primeros 20 000 fans que se reportaran con su credencial de membresía el día del evento. Keiichiro no podía creerlo, en la lista se encontraban más noticias que le tocaban pero ninguna le importaba más que esa.

Sin embargo no era la única persona que recibía una sorpresa ese día.

Más por costumbre que por ganas de verlo, Yuya veía a su esposo en el noticiero a la hora de la comida. Su trabajo era temprano ya sea para alguna entrevista, grabación o sesión fotográfica, o en la noche; un concierto o una aparición especial en televisión, así que normalmente tenía las tardes libres y las pasaba en casa o jugando soccer; de algún modo solía tener tiempo en la tarde y comía mirando a su esposo, además de que servía de que en la noche cuando lo veía podría darle algún cumplido.

Ese día Yuya estaba especialmente contento, habían confirmado al fin su Countdown especial. Era una idea que tenía desde hace meses y cuando al fin le dijeron las condiciones del concierto pensó que no habría mejor cosa en la vida. Estaba sirviéndose de comer cuando un mensaje llegó a su teléfono. Corrió a verlo, no solo porque nunca dejaba un mensaje sin leer (podría ser su manager), sino porque el teléfono sonó de una manera especial: dos acordes seguidos de un “¡Yeah!”, era un tono predeterminado para una persona.

El pelirrojo que había conocido hacía tres años, en ese bar, donde ambos se emborracharon y tuvieron una de las mejores noches de su vida.

No había podido dejar de verlo en ese tiempo. Aunque lo intentó en algún momento cuando se sintió culpable al recibir besos de Keiichiro minutos después de haber gritado con toda su fuerza que amaba ser penetrado por el pelirrojo, de hecho, esa vez aplazó cerca de dos meses otro encuentro con el mencionado. Terminó volviendo a los brazos del actor con una visita inesperada a un concierto del rubio.

El punto era que llevaba tres años engañando a su esposo con un actor que también era casado. No importaba cuanta fuera su intención de dejar de hacerlo, siempre lo volvía a hacer, olvidaba todo cuando los ojos de ese chico se topaban con los de él.

El mensaje solo era un saludo seguido de un “Ve las noticias”. Eso le extrañó mucho al rubio, pero hizo caso, normalmente eran pistas para un encuentro cercano o una agradable sorpresa. Lo respondió solo con un “De acuerdo”.

El noticiero pasó sin mucha novedad, realmente nada especialmente destacable. Hasta que apareció su esposo con la sección de espectáculos; la primera noticia fue la de su concierto y eso lo hizo sonreír, aunque reparó en la expresión triste de su esposo y le preocupó un poco, iban a hablar de eso más tarde, sin embargo no duró mucho ese pensamiento.

Había un invitado especial para ese día. Y ahí en televisión estaban los dos: el pelirrojo y su esposo, saludándose cordialmente y con respeto, anunciando conjuntamente el nuevo dorama del actor; un dorama de horario preferencial que sería transmitido en la temporada de invierno del siguiente año, todos los lunes.

Yuya ahora entendía porque le había mandado ese mensaje. Realmente los dos se seguían mutuamente en sus carreras. A lo largo de esos tres años en que habían empezado su prohibida relación, el pelirrojo había cosechado buenos éxitos en su carrera, se había levantado como un excelente actor, protagonizando primero películas de mediano presupuesto hasta llegar a doramas estelares y películas de estudio anunciadas por todo lo alto, sin dejar obviamente el teatro, el lugar donde inició. Yuya había hecho crecer su fama, y su gran versatilidad en estilos musicales le hacían tener todo tipo de fans, lo mismo entraba al Tokyo Dome sin problemas y daba un concierto al más puro estilo de un Idol, o entraba al Budokan a hacer  un concierto más rockero, tenía buenos amigos en el medio y gran carisma; no era el artista más popular de Japón, pero si era de los que más fama tenían en los últimos años.

Se habían ayudado en un par de ocasiones: “La voz de Tegoshi Yuya-san es de mis favoritas, me ayuda mucho a concentrarme, incluso para hacer algunas escenas pienso en ciertas canciones de él, creo que me inspira. Podría decirse que soy su fan”, es lo que dijo el actor en alguna entrevista. “Mi tiempo libre es para el soccer, me gusta mucho el deporte, pero no quiere decir que sea lo único que me guste hacer. Soy del tipo de persona que disfruta mucho de ver películas o series. Masuda Takahisa es un actor realmente bueno, transmite muchas emociones. ¡Estoy ansioso de ver su próximo trabajo!” Yuya lo dijo en alguna ocasión dentro de un MC de alguno de sus conciertos, uno que salió en DVD.

Masuda Takahisa, su pelirrojo, su actor favorito, su amante; estaba justo al lado de su esposo. Se alegró de que el primero tenga como profesión ser actor porque de no ser así, no sabría cómo actuar tan naturalmente al estar con Keiichiro. El rubio se sintió algo nervioso pero al final le restó importancia, simplemente mandó otro mensaje al pelirrojo diciéndole lo guapo que se veía con la camisa azul que había usado en el programa y que quería verlo pronto, además de felicitarlo por su dorama estelar.

***

Koyama llegó temprano ese día, quería hablar con Tegoshi, necesitaba hacerlo. No había desistido en poder celebrar juntos, a fin de cuentas ya había organizado todo, tal vez se irían un día o dos después pero podrían irse juntos a disfrutarse adecuadamente como una tierna pareja de casados.

La conversación no fue conflictiva, Yuya odiaba discutir y solo tenía que acceder a lo que Keiichiro le pedía, sin embargo si se tuvo que aguantar el reclamo de no haberle comentado de su concierto, simplemente para organizar todo de mejor manera.

- Tal vez hubiese sido mejor que dieras un concierto de Navidad y no de año nuevo, Yuya.

- No es tan emocionante, Keii-chan. Además tú sabes que era mi sueño hacerlo.

- ¿Y yo qué? ¿Voy a pasar el año nuevo solo?

- ¡Vamos! Siempre te invitan a diversas fiestas, como las de los años pasados.

- Pero vamos juntos.

- Porque yo no tenía nada que hacer. Ahora tengo mi concierto ¿Cuál es el problema? De por sí querías pasar una semana allá, es decir, más días a parte del 31 y el primero. Vamos a ir ¿No? Simplemente déjame hacer mi concierto. Además ya lo anuncié…

Tegoshi procuraba no ser agresivo en sus palabras, pero a veces no se controlaba demasiado, tal vez no decía nada con la intensión, pero si era brusco. Keiichiro, afortunadamente estaba acostumbrado, y lo sabía tratar.

- Está bien, así será Yuya. Pero te quiero solo para mí.

- ¡Soy solo tuyo! –Dijo Yuya con una sonrisa levantando su mano, la que tenía la argolla matrimonial. Keiichiro sonrió y tomó su mano besándola.

- Sí, eres solo mío.

Y por alguna razón, Yuya se mordió la lengua, cosa que disimuló con una sonrisa tierna a su esposo. No, no le pertenecía solo a él. Desde hacía tres años no era así, pero obviamente no se lo diría jamás. “Amo a Koyama Keiichiro”, se repetía a sí mismo unas diez o veinte veces todos los días, excepto… los días que el pelirrojo dominaba su cuerpo.

Sin embargo, estaba algo extrañado de la terquedad de su esposo de querer salir a pasar una pequeñas vacaciones juntos, realmente nunca lo habían hecho, al menos no con una gran planificación, normalmente era espontáneo y solo era de dos o tres días por el trabajo de ambos.

Yuya se sentía algo culpable esa noche, lo había estado pensando y realmente nunca había pasado tanto tiempo con Keii-chan “vacacionando”, ni cuando eran novios, pero si lo había hecho con su amante; cuando se iba de gira nacional y el pelirrojo tenía que ir a hacer grabaciones a algún lugar para una película o dorama, “casualmente” coincidían, no solo en el tiempo en el que iban, también en el hotel, los horarios y obviamente, la cama de alguno de los dos.

El tiempo pasó muy rápido, el concierto de Yuya se avecinaba y por acuerdo de él y su esposo, Keiichiro se iría primero para preparar algunas cosas (además de que ya había pedido permiso y hecho reservaciones), Yuya lo alcanzaría en la tarde del primero de enero y después pasarían románticos días juntos hasta el sexto día del año.

“Voy a ir a Okinawa para año nuevo, no va mi familia, solo mi representante y yo. Estaré ahí hasta el 6 de enero. Lo siento, no podré ir a tu concierto, pero te lo voy a compensar”.

Yuya no supo si reír o extrañarse de ese mensaje de su pelirrojo, pero le contestó casi al instante.

“¿Y si en mi concierto te invitaba a subir al escenario conmigo? ¡No es justo! ¡Contaba contigo! Jajajaja. Lo entiendo. Pero me dan ganas de verte antes de que te vayas ¿Una última vez en este año?”

“No creo que se pueda. Mi hijo está de vacaciones y me quiere en casa. Sabes que de no ser así iría corriendo contigo.”

“Me pierdes~”.

“Yuya…”

“Me voy a Okinawa también”.

“¿Conmigo? ¿En serio? ¿Y tu esposo?”

“No seas tonto. No puedo ser tan obvio. Mi esposo planificó unas vacaciones allá. Justamente hasta el 6 de enero. Estaré por allá con mucho tiempo libre y él va a trabajar al menos dos horas diarias…”

“Eso suena como que te puedo robar”.

“Idiota.”

“…”

“Espera mis mensajes, te mandaré el horario disponible”

“Ya quiero verte, Yuya”

“Y yo a ti, Taka”.

Extrañas sensaciones en ambos. Desde hacía un año era así. No solo era deseo o satisfacción física lo que ambos sentían al estar juntos, era algo más, no podrían admitirlo en palabras, pero si en acciones. El pelirrojo tenía a su amante complemente perdido en él, sabía que podía hacer lo que quisiera con Yuya, pero eso podía ser aplicado de manera inversa, el rubio tenía a su merced al pelirrojo.

***

Keiichiro insistió en llevarse el mismo todo el equipaje, ya que argumentaba que Yuya no podría llevarse algo con lo cansado que estaría después del concierto, y pese a que era mentira, pues para el menor no implicaba trabajo llevarse lo suyo, simplemente se dejó mimar. Lo fue a despedir al aeropuerto el 31 de diciembre en la mañana, diciéndole que solo sería una noche y que pronto estarían juntos.

El mayor estaba emocionado pero se contenía de besar y despedirse melosamente de su esposo solo porque estaban en un lugar muy concurrido, de manera en que nada más le dirigió unas cuantas palabras melosas y prometiéndole que serían días maravillosos, Yuya asintió y le deseó un buen viaje.

El avión despegó a tiempo y Yuya fue de regreso a organizar lo que quedaba pendiente de su concierto, recibió dos mensajes ese día antes del concierto, de los dos hombres de su vida, uno diciéndole que llegó con bien y otro deseándole suerte en el concierto.

Fue increíble. La energía de los fans le hizo olvidar a Yuya su mundo, cantó cuatro canciones más de las que había programado, mezclando todos los estilos que tenía, aventó pequeños huevitos de plástico a los fans, los cuales al abrirlos, dejaban ver su contenido: su autógrafo y una pulsera exclusiva del concierto. Realmente subir al escenario era una de las cosas que más disfrutaba: dio mensajes a sus fans de agradecimiento por todo su apoyo y al mismo tiempo reveló planes para el siguiente año: un álbum en el primer trimestre y una gira nacional de 3 meses por 10 ciudades.

Yuya salió muy emocionado de su concierto a las 2:30 de la madrugada, y nuevamente tenía dos mensajes: “Feliz año nuevo, Amor ¡Te estoy esperando!” y “Pasemos otro año juntos, Yuya”. Contestó los dos: “En la tarde estaremos juntos, Feliz año nuevo, amor”. Y “Uno, dos, diez, los que quieras, Taka.”

Pensó un momento en la injusticia que cometía, pero le restó importancia al ver su cama, estaba muy cansado y le esperaba un vuelo dentro de unas horas, necesitaba descansar, así que simplemente se dejó vencer por su cuerpo y durmió profundamente.

Despertó tarde, quedaba solo una hora para su vuelo y le tomaba 45 minutos llegar al aeropuerto, se cambió tan pronto como pudo y salió corriendo, ahora sí que agradeció que Keiichiro se había cargado con el equipaje de ambos, por lo que él solo tenía que abordar el avión, cosa que logró en tiempo, y aliviado. No tenía mensajes pendientes así que se relajó todo el camino a Okinawa.

Estaba preocupado ¿Cómo vería a Takahisa si el horario de Keiichiro estaba muy limitado? Tenía que planificar algo… Se interrumpió varias veces a sí mismo mientras pensaba, no era justo para Keiichiro, y seguramente Takahisa lo entendería, debía disfrutar sus vacaciones con su esposo. Pero no podía aceptar tan fácil que su estancia se ocupara solo de eso. Solo de Koyama. No. Que aburrido.

***

Los ojos de Yuya casi se le salen cuando buscaba a Koyama en el aeropuerto de Okinawa, es que no era posible lo que veía. No entendía si quiera el cómo. Pero le daba mucha curiosidad saber la razón. ¿Por qué Keiichiro reía animadamente con Takahisa?

Cuando se acercó a ambos, los dos le sonrieron. Yuya estaba confundido, y aunque Keiichiro fue quién explicó la situación, el rubio quería, no más bien, necesitaba escuchar la versión de Takahisa, aquel que solo se limitó a decir “Hola”.

- ¿Puedes creerlo Yuya? ¡Tú actor favorito vino a Okinawa! ¡Al parecer va a filmar un especial aquí que se emitirá a mitad de temporada! Lo conocí ese día en el noticiero ¡Es tan amable! Me dijo esa vez que vendría también a Okinawa, y por coincidencia nuestro vuelos ayer coincidieron, le dije que tú eras su fan y que sería genial si se conocieran. ¡Y accedió!

- N-no soy su fan realmente… -Yuya tartamudeó. ¡Takahisa lo sabía! Sabía que se iban a encontrar en Okinawa, sabía desde antes todo ese plan. Y no le había dicho nada, ya se arreglaría con él después.

- Eso dice, Masuda-san pero realmente lo es. ¡Ha visto todos sus trabajos! ¡Compra los DVDs de sus películas y doramas! Además a veces se lamenta de no haberlo conocido antes y no haber visto sus inicios en el teatro…

- ¡Cállate Keii-chan! – Yuya enrojeció. Eso era cierto, veía a Masuda en todo eso, pero todo había sido más a raíz de que lo conoció en el bar hacía tiempo y curioseando se había convertido en seguidor. Además en un inicio lo había hecho para sacar conversación con Masuda en sus primeros encuentros.

 - ¿Y qué crees? ¡Es cierto lo que leímos esa vez! ¡Él escucha tu música! Me dijo que tiene todos tus álbumes en físico, e incluso que asistió a tu gira pasada ¿No es genial? ¡Son seguidores uno del otro y ahora se conocen!

El pelirrojo y el rubio sonrieron, claro que se conocían, pero ahora todo era más incómodo, cosa que se alargó a la comida, pues Koyama no dejó que se separaran; se sentía el mejor esposo del mundo por hacer que su querido Yuya conociera al actor en cuestión. Necesitaban un tiempo a solas para platicar, y la oportunidad llegó cuando Keii-chan se disculpó para ir al baño y hacer unas llamadas.

- ¿Me puedes explicar todo ahora mismo?

- Yo creo que tu esposo lo ha explicado todo muy bien.

- Taka, sabes a lo que me refiero.

- Así como lo dice, es una coincidencia. Lo siento, quería ver tu cara al vernos a ambos –Yuya lo miró mal –Vale, entiendo a lo que quieres llegar. Pero no pude evitarlo, Koyama-san prácticamente es quién me habló y planificó todo, no me siento más cómodo que tú con esto. Jamás habíamos pasado tanto tiempo juntos sin tocarnos ni las manos.

- Pero ¿Y ahora? ¿Cómo vamos a…? No, no vamos a poder en estas vacaciones…

- ¿Cómo de qué no? Yuya… Realmente no vine a grabar, si voy a filmar un especial aquí, pero solo venimos a ver el lugar y ver locaciones, a que me acondicione al lugar, tengo tiempo para ti.

- Me refiero a Keii-chan. Si te conoce no será fácil escabullirnos…

Koyama regresaba con ellos, y tuvieron que callar. Cambiaron de tema, Keiichiro era muy agradable, Masuda tenía que admitirlo, pero al mismo tiempo le hacía pensar ¿Cómo es que Yuya podía tener un esposo así y todavía engañarlo? O el tipo era muy malo en la cama o solo era una fachada toda su amabilidad y cordialidad, porque no le entraba en la cabeza como Tegoshi pensaba en él teniendo a Keiichiro quién parecía lo adoraba.

Pese a todo, pasaron el día los tres, paseando. Masuda se aguantó las ganas de besar y abrazar al rubio todo el día. Mismas ganas que tenía Yuya también, como había dicho el pelirrojo, nunca habían pasado tanto tiempo sin tocarse ni desnudarse. Era tan extraño, pero Yuya se sentía bien, de alguna manera era consentido por las personas que más le estimaban en ese momento.

Masuda era discreto, rozaba su mano, le sonreía, una vez incluso le acarició el cabello; mimaba a Yuya cuando Keiichiro se distraía, o por debajo de la mesa. Por otro lado Yuya solo lo disfrutaba, si no recibía mimos de su esposo el pelirrojo se los daba.

La sorpresa se reflejó en los menores cuando el único de cabello no exótico le pidió a Masuda pasar tiempo con Yuya, que lo “entretuviese” el tiempo que él no podía pasar con su esposo mientras trabajaba, ya que no quería que se aburriera estando en tan  maravilloso lugar con tantos lugares agradables para pasar el rato.

Masuda no supo negarse, y el mismo Koyama le dio sus horarios esperando que no chocaran con los supuestos horarios del pelirrojo que tenía para grabar, y como era de esperarse, podía llenar todo el tiempo de Yuya sin Koyama. Los menores sonrieron entre sí, Koyama se unió a sus sonrisas, pero era obvio que la razón de este no era la misma que la de los dos contrarios.

***

El segundo día del año, Koyama trabajando en una playa algo lejana del hotel y Tegoshi trabajando junto a Masuda en encontrar la posición más placentera.

Tegoshi no había perdido ni un segundo desde que Koyama había partido, tenía el mensaje listo y en cuanto su esposo cruzó la puerta de la habitación, este presionó el botón de enviar, Masuda no tardó ni dos minutos en estar con él, besándolo apasionadamente aún sin entrar a la habitación.

La ropa la perdieron ambos camino a la cama a una velocidad sorprendente. Masuda recostó a Yuya devorando sus labios, acariciando su cuerpo, presionando un poco sobre este, era tanta la pasión entre ambos que a penas y bastaba tocarse para sentir calor y ganas de entregarse uno al otro.

Yuya y Masuda eran grandes fanáticos de los juegos y fantasías sexuales. Desde el disfrazarse de algo, usar algunos objetos, lubricantes, vibradores, en diferentes hoteles, incluso un estudio de grabación, un set, después de un concierto de Yuya, en la premier de una película de Masuda. Habían probado de todo. Siempre era diferente. Siempre era placentero.

Esta vez más que ropa Masuda había cargado con unos cuantos juguetes.

- ¿Sabías que me gustan los gatos, Yuya?

El menor levantó una ceja, pero volvió a los besos con el pelirrojo, no quería darse una idea de que harían en ese momento, principalmente para quedar sorprendido y sometido ante los deseos de su amante, pero no pudo evitarlo.

Yuya estaba a merced de Takahisa, como solía suceder, y los besos siempre eran el inicio, apasionados, lentos o rápidos, bruscos y excitantes, a Yuya le fascinaba como Takahisa lo conocía también. Tocaba donde lo tenía que tocar, aplicaba fuerza donde debía, le dominaba y le hacía hacer todo lo que quería.

Las manos de Takahisa recorrieron a Yuya, poco a poco, a ritmo discontinuo, se entretuvo con su rostro, con sus manos, con sus pezones, con su ombligo, un rato más con las piernas de Yuya, las cuales el pelirrojo había dicho que eran las piernas más sexys en el universo, las más deliciosas y deseables del mundo, que eran una de sus partes favoritas del cuerpo de Yuya.

Era algo tan delicioso ser tocado por alguien que traía en la sangre ser apasionado, directo y pervertido, Yuya se olvidaba por completo de Keii-han cuando los ojos del pelirrojo reflejaban el deseo acumulado de ambos.

Yuya se perdió en los besos que Takahisa le daba, le mordía los labios a momentos, sus lenguas jugaban una con otra en un contacto que parecía interminable, podrían permanecer así todo el tiempo y no se aburrían de sí mismos, estaban locos uno por otro.

Cuando el pelirrojo se separó de Yuya, el menor supo que ese pequeño juego comenzaba, primero que nada, Masuda se levantó de la cama, y buscó la chaqueta que se había quitado en cuanto comenzó a besar a Yuya, en ella llevaba guardadas tres cosas nada más: un collar, una “cola” y una pequeña cadena.

- Maúlla, Yuya.

El menor hizo lo indicado. Y posteriormente el contrario le pidió que se sentara en la cama, cuando este lo hizo, le puso el collar a Yuya, era de cuero negro, de unos 6 o 7 centímetros de grosor, tenía una un par de seguros metálicos y un colgante típico de una mascota, en forma de placa que decía Yuya con letras cursivas. Miró con duda a Masuda pero este solo le dijo que lucía adorable, y le dio.

- Bien, tú nombre es Yuya y quiero que sepas que tu amo soy yo, me llamo Takahisa, pero tú me debes decir Taka ¿De acuerdo, gatito?

No esperó la respuesta del rubio, este poco a poco entendía el juego; dominación de nuevo, era algo que el pelirrojo disfrutaba, ahora le tocaba amo y mascota. ¿Qué pasó? El mayor obligó a Yuya a tirarse al suelo en cuatro, le sonrió con dulzura y besó su frente.

- Lecciones básicas para ser mi gatito; número 1, prohibido hablar, los gatos maúllan ¿Cierto?, número 2, no puedes desobedecerme o vas a dormir fuera. Número 3: cómo recién te he adoptado y no quiero que huyas esto es necesario… -Al momento en que hablaba se puso a su lado, le besó su mejilla y la pequeña cadena que tenía la aseguró a uno de los seguros metálicos del collar del menor, lo jaló un poco y Yuya sintió la fuerza del mayor en su cuello, cosa que le hizo levantar un poco su cuerpo- Bien, parece que funciona perfecto.

Masuda acarició el cuerpo desnudo de Yuya, le empezó a besar su espalda, estando ambos en el suelo, Yuya en cuatro y Takahisa a su lado, hincado, lamiendo y besándolo poco a poco, le hablaba ocasionalmente para hacerle cumplidos, refiriéndose a él como su gatito, siempre con palabras dulces pero llenas de lujuria.

Los gemidos de Yuya eran más agradables de escuchar que cualquiera de sus canciones, al menos eso es lo que pensaba Masuda, incluso se oían más adorables para él cuando este los disfrazaba con intentos de maullidos. Le empezó a lamer hasta sus glúteos, lentamente y posteriormente se levantó.

- Gatito, quiero que lamas esto.

Le entregó “la cola”, se trataba de un tipo de artefacto que a juzgar por su forma, el pelirrojo metería posteriormente en su cuerpo, simplemente se trataba de una especie de dildo, el cual en vez de ser alargado con la forma del miembro masculino, tenía la característica de ser un poco más corto, y en su límite, tenía la forma de una cola de gato. Básicamente, Takahisa jugaría a ponerle la cola al burro, perdón, al gato con él. Literalmente.

Lamió para lubricar el artefacto, pero sin dejar su papel de gatito, con sus manos lo sostuvo, en el piso, y acercó su cabeza a este, la posición era más sugestiva para Takahisa pues dejaba expuesto su trasero mientras que lamia, pero el pelirrojo esperaba paciente a que Yuya acabase. Esto pasó y el menor maulló para indicar que había terminado, el contrario le acarició la cabeza y le dio un beso en su frente. “Bien hecho, Yuya”, fue lo único que dijo.

Si por algo se caracterizaba Takahisa es por ser algo brusco al momento de penetrar a Yuya, casi nunca lo preparaba, y normalmente disfrutaba de sus caras de dolor y placer al momento de hacerlo, pero esta vez fue despacio y con delicadeza, acariciando la espalda de Yuya tiernamente, metiendo esa cola poco a poco, dejando que Yuya se tranquilizara y relajara para que no le doliese. Se podría decir que hasta fue dulce con él.

Yuya estaba excitado, realmente lo estaba y cuando sintió que era realmente el gatito del pelirrojo maulló para este.

- Quiero pasear. Gatito vamos a pasear en esta habitación.

Takahisa se levantó, y jaló a Yuya con la cadena atada al collar de este, por lo cual el menor se vio obligado a gatear a su lado, ponía algo de resistencia a propósito, primero porque le incomodaba un poco “su cola”, y otra solo para sentir la fuerza de Masuda jalándolo.

El pelirrojo cambiaba su manera de ser con el menor, a ratos, se comportaba dominante y abusaba de la fuerza que ejercía al jalar al menor, pero también le besaba a momentos y le acariciaba su cabello o su espalda. Le pedía que maullara o que caminara de cierta manera, y si no le gustaba el resultado lo jalaba o le mordía los labios. ¿Por qué eso excitaba tanto a Yuya? ¿Sería por la mirada llena de lujuria del mayor?

- ¿Tienes hambre gatito? –Yuya asintió, por lo que Takahisa se fue a sentar en la cama y abrió un poco sus piernas, estaba desnudo al igual que el contrario –Solo tienes que lamer hasta que salga la leche.

Los ojos de Yuya brillaron. Se acomodó entre las piernas de Masuda, así como este estaba sentado en la orilla de la cama, con las piernas un poco abiertas, Yuya se hincó entre las piernas de este, poniendo su cara a la altura del miembro del mayor y así empezó a lamer, primero tiernamente, pequeños movimientos de su lengua, tímidos incluso; pero si había algo que incitaba a Yuya a más, eran los gemidos de Takahisa; su ritmo se incrementó poco a poco.

Era tal la ansiedad de lamer y provocar que Masuda se corriera, que le diese “leche”, que tenía ya más confianza en provocarle, alternaba con besos, pero en su mayoría lamía y metía el miembro del mayor en su boca, buscando excitarlo hasta donde le fuera posible. Takahisa gemía con discreción pero llegó el momento en que se estaba perdiendo en esa excitación. Yuya sabía hacerlo muy bien.

Cuando se sentía venirse en cualquier segundo tomó la cadena de collar de Yuya y la jaló hacia sí mismo, haciendo que el menor se quedase con casi todo el miembro del pelirrojo en la boca, se preocupó un poco pero luego sintió “la leche” en su boca y su garganta. Realmente delicioso.

- Adoro a mi gatito… Realmente aprovecha la comida… no dejó ni una gota… -Gimió Masuda. Estaba encantado con ver a Yuya así, le acarició la cabeza poco después y le obligó a levantar la vista, y así capturó los labios de su gatito apasionadamente.

Poco a poco los dos se recostaron en la cama besándose a ritmos diferentes; en segundos de manera suave y otras devorándose uno al otro, pero Yuya se estaba impacientando, pero nadie conocía mejor las exigencias y necesidades sexuales de Tegoshi como el actor que lo tenía completamente dominado.

Le obligó de un segundo a otro a ponerse en cuatro, mirado hacia la cabecera de la cama, de un tirón le sacó la cola y sonrió.

- ¿Puedo?

Yuya estaba a punto de decir que sí, pero recordó la regla número uno y solo maulló, pero con impaciencia, y necesidad; Takahisa lo interpretó como una orden de unirse a él, tal vez era el amo, pero a veces está bien darle gusto a tu mascota ¿No?

Se colocó detrás de Yuya, le acarició un poco y empezó a penetrarlo poco a poco. Con suavidad y cuidado, escuchando cuidadosamente los gemidos constantes de Yuya, quién disfrutaba como nunca poder estar con ese hombre que realmente le complacía.

Las primeras embestidas fueron lentas y cuidadosas, Tegoshi por momentos pensaba que le trataba de manera distinta a la normal, pero el pensamiento se fue cuando la brusquedad y necesidad de Masuda se hicieron presentes en momentos después.

Masuda era actor, pero pocos sabían que también practicaba la natación, y menos los que sabían lo genial que era bailando. Tegoshi lo había descubierto poco después de haber empezado su relación con él; solo bailando regularmente una persona puede mover su cuerpo de esa manera.

La expresión de Tegoshi en ese momento era una de las maravillas del mundo. Takahisa podría jurarlo, sus ojos cerrados, su cabello cubriendo parte de su frente, su rostro algo sudado le daba cierto brillo, su expresión tan lujuriosa pero al mismo tiempo tan delicada, con las mejillas algo coloreadas pero sobre todo por sus labios entreabiertos que dejaban que gemidos cada vez más agudos y altos que algunas notas de sus canciones salieran de estos. Yuya era muy expresivo, y eso le encantaba a Takahisa. Y a Keiichiro también.

Porque Keiichiro lo había visto todo desde que Yuya había “tomado la leche” de Masuda. Pero se había quedado pasmado en la puerta sin decir ni pío. Estaba mudo de la impresión. Cuando estaba a punto de entrar y reclamar, había visto la cara de Yuya: tenía una expresión que nunca, más que la primera vez que estuvo con él, había visto; total satisfacción.

La primera vez entre Yuya y él había tenido lugar hacía unos 8 años, pero la recordaba a la perfección precisamente por la expresión del rostro de su esposo. Siempre había intentado buscar que pusiera esa misma cara cuando estaba intimando con él. Pero no lo había vuelto a lograr.

Masuda Takahisa lo había conseguido, y por ello  ¡No podía quedarse parado ahí! ¡Tenía que entrar! Iba a hacerlo, de verdad que lo iba a hacer. Pero ¿Por qué rayos lo excitaba tanto ver a su esposo tener relaciones con otro hombre? Su mano estaba dentro de su pantalón desde que los había visto, y ahora tenía un “duro” problema, que seguramente le quitaría algo de credibilidad al acusar su esposo de engaño.

¡No es como si quisiese ir a quitar al pelirrojo y embestir a Yuya en ese momento! ¿O sí? ¡Tampoco quería hacer trío con ellos! ¿O sí? Debatía consigo mismo, más que llevado por el enojo de la traición, por la excitación que le causaba aquella situación.

Iba a entrar. ¡Qué pasara lo que tenía que pasar! Pero…

Masuda de un segundo a otro paró. Yuya iba a reclamar pero el mayor se salió de su interior de un segundo a otro y tumbó con cuidado al menor en la cama, le sonrió y le dio un beso tierno, suave y largo. Era un beso completamente ajeno al que la situación ameritaba, pero Yuya lo respondió de buena manera, al ritmo adecuado y con la dulzura adecuada. Era un beso perfecto.

Keiichiro estallaba en celos, y dolor. Takahisa había logrado el orgasmo de Yuya no con todo el jueguito sexual que vio (¡Y a saber que habrían hecho mientras él no estaba!), si no con ese último beso. Pero eso no fue lo que le dolió más.

- Taka~ fue…

- Perfecto. Como siempre Yuya.

- ¿Sabes?

- ¿Sí?

- Te amo, Taka.

Takahisa se paralizó un momento, pero luego besó la mejilla de Yuya, este había usado palabras muy fuertes, para ser amantes podrían ser hasta tabú, pero no para Takahisa, porque realmente también las quería escuchar, pero más importante aún: también las quería decir.

- Te amo, Yuya.

Se sonrieron uno al otro, y cayeron en un sueño poco prudente producido por el cansancio, quizás podrían despertar a tiempo e ir a jugar otro rato a la habitación de Masuda después.

***

Algunos se emborrachan, otros se quieren morir, unos más se molestan y otros se deprimen. Keiichiro quería hacer todo al mismo tiempo. ¿Cómo es que no lo había visto antes? Lo que había visto y escuchado no era un encuentro improvisado o casual ¿Cuánto tiempo Yuya llevaba engañándolo?

- ¿Realmente tenía que ver todo eso? –Preguntó la voz del barman del hotel, quién se había tragado toda la historia de Keiichiro tras servirle unas cervezas.

- ¿Qué hubieras hecho tú?

- Reclamarle a mi esposo, separarlos, amenazar de divorcio o ¡simplemente irme de ahí! ¿Dígame quién se excita de ver como alguien tiene relaciones con su pareja?

El barman era muy grosero. Y muy guapo dicho sea de paso.

- Me dan ganas de pagarle de la misma manera.

- Eso no llevará a nada bueno.

- ¿Y qué? ¡Él ya me lastimó!

- A lo mejor usted hace algo mal, y él busco a alguien que lo hiciera bien.

Esas eran palabras muy fuertes. Y a Keiichiro ya no le gustaron en lo absoluto.

- ¿Y tú quién eres para decirme eso?

- ¡El pobre barman que escucha cada problema de casados, amantes, novios, colegiales, empresarios y demás gente que se hospeda aquí! ¡Son todos unos idiotas! Usted es Koyama Keiichiro ¡Todos lo sabemos porque vemos el noticiario! Su relación con el cantante ese, Yuya tampoco es secreto, pero adivine que… ¡Los rumores de Tegoshi y el actor que dice, Masuda existen desde hace tres años!

- ¿Qué?

- Dicen que una vez los encontraron en el camerino de Tegoshi. De ahí son los favoritos de las revistas de cotilleos.

Koyama ahora se sentía más tonto, confundido y dolido. ¿Cómo había ignorado todo eso? Bien, tal vez Tegoshi se lo ocultaba, pero ahora sabía que su imagen era la del pobre esposo engañado: su relación con el rubio que tanto amaba iba a acabar ahí.

- Debe ser duro, lo sé, pero créame no es el fin del mundo ¡Es joven! Puede buscar a alguien más.

- Eso no le importa.

- Cierto.

El barman siguió limpiando lo poco que quedaba de la barra y estaba por irse a buscar otra cerveza que seguro Koyama le pediría, pero fue detenido.

- No me puedo quedar así.

Koyama se subió a la barra, el barman se asustó, pero los labios del borracho chocaron contra los de él; no era la primera que uno de tantos borrachos lo besaba, pero si era la primera vez que le gustaba.

Tal vez Tegoshi no sería el único con amante ahora.

11 comentarios:

  1. Soy la primera en comentar *o* Ayry desu~~
    He leído todos tus fics, pero siempre estoy en el anonimato xD
    Gracias por hacerle una secuela *^* cuando lo leí me atrapó de principio a fin, la "cola" del gato lo fue todo 7u7 El Tegomass es tan hermoso <3 pero ahora me dejas con ansias de Amantes III xDD y el Koyashige tiene que estar presente nee~ r7w7r
    Gracias por este fic y por todos los que has hecho hasta ahora y los que harás en el futuro (?) TTuuTT xDD

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    1. Gracias por salir del anonimato :D
      El detalle de la cola fue lo que más me tenía preocupada, temía sonar muy extraña al usar eso xD
      En fin, realmente te agradezco por leer y comentar, haré la tercera parte pero no sé cuando XD

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  2. Lo de la cola fue genial y con lo de la leche me reí como idiota. Aunque estoy muy triste por Koyama ;_____;
    Creo que con mi: ¡Noooo! Desperté a mi familia.
    ¡Puede que tardes pero el honor de Koyama esta en juego!(?? Necesito una continuación donde haya KoyaShige, honor de Koyama recuperado y divorcio.
    Ajajajaja
    PD: Neko desu ~~~

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    1. La leche... xDD realmente eso lo leí en alguna página de rol de facebook y se me hizo interesante ponerlo xD
      Pues Keii-chan no se va quedar como víctima engañada, así que su honor no está tan en juego, en fin ya veremos que pasa ^^

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  3. Holaaa Yuzu~~
    Es mi primer comentario en tu blog, que ilusión TwT
    Este one-shot a sido sublime 7u7 me has alegrado el día, ¿sabes lo feliz que me hace que el primer lemon que leí tenga continuación? Es maravilloso ;0; <3
    Me dio algo de lástima por Keii, pobre, tan inocente :'c
    Pero se me pasó cuando Tegoshi y Massu empezaron con su juego 7w7
    Quiero imaginar que el barman es Shige,solo para el deleite de mi imaginación ewé...
    ¡Muchas gracias por haber escrito esto, me ha encantado! <33

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    1. Realmente saber que leías mis fics como tus inicios me hizo muy feliz a mi, supongo que eso me motivó a escribir esta continuación xD no estaba nada planeada hasta que alguien lo sugirió en el grupo.
      Gracias por leer y comentar *-* Y lo del barman... pues, podría ser quién sea... Necesito meditarlo, pero si en tu cabeza está él, bien (?)

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  4. Me levanté a las 4, para abrirle la puerta a mi gato, que quería salir y como siempre, tomé mi teléfono para ver algún mensaje importante que hubiera llegado en horas previas. Ahora son las 4:53am y estoy muriendo de hemorragia nasal (?)
    Asdfghjkl, quedó perfectoooo, ya me hacía falta leer algo así de bueno T0T
    Por un momento sentí penita por Koyama, hasta que apareció en la puerta y se emocionó mirando LOL
    Waaa, lo mejor es que eventualmente habrá 3ra parte :B como que tengo idea de quién es ese barman, un no se qué que qué se yo me lo dice (?)
    ¡Muchas gracias por este hermoso regalito de inicio de año! Ojalá pronto haya más inspiración, para continuar con la historia *///*
    ¡Viva el porno de chinos gays! \ O /

    Pd: Soy Naty~ se me olvidó cómo loggearme con mi usuario de LJ (7v7)/

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    1. "Así de bueno"? ¡Ay que me haces realmente feliz! siempre me da pánico al decirles que lean algo que he escrito, pero me siento muy feliz de saber que les ha gustado *-*
      Pero, ¿Quién no se emocionaría viendo a TegoMassu? xDD
      Porno de chinos gays FTW <3

      Gracias por leer y comentar, Te quiero Naty! <3

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  5. Cristal Villanueba12 de enero de 2017, 8:14

    Me encanto, aunque si me puse un poco triste al pensar en el pobre de Keii y como a pesar de ser un amor Yuya lo engañaba. Aunque después me encantó que esos dos fueran asi, me imagino a Massu tan dominante y Yuya sumiso eso si que es interesante, pues si tiene que haber secuela quiero saber que pasa entre el barman y Keiichan además aún no han transcurrido todas sus vacaciones :O
    Me mato lo de ponerle la cola al burro y tu corrección de el gato, justo estoy en la uní leyendo, no quiero imaginar que pensarán de mi al poner mis expresiones, incluso algunas personas se han ido de aqui :D bueno no me importa, lo único que importa aquí es que me encantó el fic, muchas gracias por escribir.
    Si no mal recuerdo tienes un fic que no has terminado :( y prometiste terminarlo, el de enséñame las estrellas, lo sigo esperando Yuzu :D

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    1. Ayyy siempre me hace muy feliz leer tus comentarios <3
      Me alegra que te haya gustado, lo hago con mucho gusto aunque me cuesta el lemon~
      Sí, si habrá Amants III pero ignoro cuando sea el tiempo de hacerlo, me va a costar hacer un lemon no TegoMass lol
      Gracias por tus lindas palabras, y no te preocupes el fic de las estrellas si lo voy a hacer ><

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  6. Es como la tercera vez que leo este One shot, y sigo pensando en que necesito una tercera parte!!

    Exelente trabajo, me encanta como escribes!!! :3 ♡♡♡

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