lunes, 28 de marzo de 2016

Ojos que miran sin ver



Título: Ojos que miran sin ver
Género: Romance
Advertencias: Hoy, ninguna~ bueno, muchas interrogantes (¿?)
Pareja: TegoMass  [Tegoshi Yuya x Masuda Takahisa]
Fandom: NEWS
Palabras: 2000
Tipo: One-shot
Resumen: Los ojos ven más allá de lo que no cree si se sabe mirar.

¿Alguna vez has sentido que alguien te ha estado observando? ¿Alguna vez has observado a alguien fijamente solo por el gusto de hacerlo, teniendo un pánico increíble de que ese alguien te descubra, haciendo que sus miradas se crucen en un nervioso contacto?… Si la respuesta es sí, eres una persona completamente normal… pero realmente ¿Has sentido la desesperación de  querer que alguien te mire?

No soy cualquier persona ¡En lo absoluto! Hay gente que gritaría solo por tener un segundo de mi atención, hay personas que encuentran inspiración al verme o al escucharme. Existen quienes siguen tanto mis pasos, que a veces me sorprendo de lo mucho que saben de mí.

¿Por qué la única mirada que deseo es la que me ignora?

Vale, para ser honesto… No me ignora, pero tampoco me da atención ¿Me explico? Me mira sin observar. Me oye sin escucharme. No le soy indiferente pero tampoco soy especial. ¿Se entiende que eso es más doloroso?

Hoy me toca viajar con él. Es raro, normalmente él es acompañado por alguien más. Pero entre nosotros no hay palabra alguna. No es que seamos extraños… Es que nos conocemos, y por ahora no hay nada que decir. Por eso es incómodo.

Quisiera decirle mil cosas pero no sé si es que está despierto. Sus ojos son enigmáticos de por sí, pero  ¿Qué hacer cuando no puedo interpretar una mirada?

“Los ojos son la ventana del alma” ¿Cómo puedo asomarme si la ventana está cubierta? ¿Tienes idea de cuando quiero verte?… ¿Sabías que deseo tu mirada? ¿Por qué me niegas tu mirada con ese par de lentes oscuros? Duele.

Tegoshi… ¿Mis ojos llegan a los tuyos?

***

Estar con Massu es una tortura, desde hace un par de años no puedo ser natural con él, no puedo en lo absoluto, y él es tan perceptivo que me aterra en el alma que por algún gesto mío entienda todo lo que pasa por mi mente, sería terrible que lo haga.

Pero no puedo ignorarlo, no puedo fingir que no existe. No puedo pensar tampoco de una manera diferente, simplemente las cosas se dieron y no puedo permitirme que sigan un curso inestables ¿Tiene sentido lo que digo?

Hace unos años estar con Massu era tan fácil, se sentía como lo más normal del mundo, el reía, yo me reía, contábamos cosas de nuestros amigos en común, jugábamos unas cuantas bromas a los demás, como niños… amigos de toda la vida, éramos tan unidos, tan cercanos que creía que era mi destino haberme encontrado con él.

Massu hizo las cosas complicadas ¡Y no lo digo porque quiera escaparme del problema o echarle la culpa solo a él! ¡Es así! Él tiene la culpa de todo. Porque dejó de parecer mi amigo, mi compañero de juego, mi compañero de trabajo… Dejó de ser mi igual. Pasó a ser mi sueño.

¡Que no se malentienda!  No quiero ser como él ni en un millón de años. Soy feliz siendo yo… Pero quiero ser yo, estando con él.

Si Massu se enterara de que él es mi sueño ahora ¿Cómo podríamos trabajar?  Massu suele decir que mirando a las personas él puede entender los sentimientos de los demás, porque reflejan sus sentimientos y su alma. Para mí es un enigma, o tal vez estoy con personas que saben mentir con la mirada.

De todos modos, el que yo entienda o no, por ahora no tiene alguna importancia, lo que me preocupa actualmente es que ¿¡Cómo voy a permitir que Massu vea mi alma!? ¿¡Cómo voy a permitir que… entienda que mi alma le pertenece sin saberlo?! … ¿Por qué no me tocó viajar con Keii-chan?

Massu… No quiero verte, no quiero que me veas… Por favor. Pero mi vista vuela a ti cuando tus ojos se posan en mí, la gran ventaja es que tú no ves que te contemplo como idiota casi todo el tiempo.

***

Tegoshi no tiene ni la menor idea de lo que se siente ser desplazado por quién te importa ¿Qué rayos ha cambiado entre los dos? Solo quiero regresar a cómo éramos antes, dos amigos que podían reír y disfrutar de la vida.

El viaje a fin ha terminado, Tegoshi sigue trayendo los lentes oscuros puestos y alega que quiere instalarse pronto en el hotel para poder dar una vuelta, Koyama fue el primero en ofrecerse a acompañarlo y este accedió antes de que Koyama terminara de decir “¿Te acompaño?”.

Shige me acompañó a mí y dijo que podríamos beber algo antes de los ensayos… No quería ser malo con Shige, pero no tenía ganas de nada… Nuevamente me había perdido de los ojos del rubio que tanto extrañaba.

- Tengo algo de sueño, estaba incómodo en el asiento así que no pude dormir ni un poco.

Shige dijo que entonces iría a leer un rato a su habitación para descansar también, yo agarré mi maleta, no era pesada pero un cansancio inexplicable me abordaba y teniendo en cuenta los ensayos, tendría que dar lo mejor de mí.

Más preguntas… ¿Por qué no podía dormir? ¿Por qué me sentía tan mal? ¿Por qué lo extrañaba tanto? No debería ser un exagerado, veo a Tegoshi con regularidad pero no siento su mirada… Sería por eso que… ¿Tegoshi era un extraño ahora?

¿Por qué no tengo permitido ver los ojos de la persona que más…? El sueño incómodo me venció, una o dos horas tal vez, nuevamente, acciones que se hacen sin hacer. Ahora dormía sin descansar. Para cuando desperté para ir a los ensayos con los demás sentía más cansancio que tras hacer tres conciertos seguidos. Solo descubrí una cosa nueva, ¿Sabían que aunque la sonrisa no sea para ti, si la vez, te hace feliz y te llena de energía? Eso me pasó tras ver a mi adorable rubio reír con ganas tras algo que Koyama le dijo.

***

Keii-chan puede ver a través de mí. Él me entiende y me comprende, sabe cosas sin que yo se las diga, quizás por eso lo aprecio tanto. Es fácil estar con él, es como un hermano mayor, puedo decirle todo y nada, sabe que responder, cómo y cuándo. Es tan conveniente que tenga tan buen corazón conmigo.

No tuve que decirle mis sentimientos por Massu. Él ya lo sabía. Por eso me ayudaba a acercarme a Massu un par de veces, claro yo no quería, pero Keii-chan lo hacía. Hacía poco había entendido que yo no quería avanzar, y entonces se limitaba a acompañarme y hacerme pasar un buen rato.

- De este tour no pasa, Tegoshi.

- ¿El qué?

- Massu.

No quise decir nada. Los dos entendimos, pero no estábamos de acuerdo. Keii-chan quería que dejara que mis sentimientos fueran dichos, que así no sufriría de apartar a Massu, pero yo no quería. Estaba seguro que si dejaba que mis sentimientos hablaran tendría más lejos a Massu que nunca.

Yo prefiero un poco de frialdad segura, que la calidez que me podría quemar y lastimar.

***

El ensayo pasó con tranquilidad. El concierto había dado inicio. Mi solo había pasado. Recibí tanto grito que creo que estoy un poco sordo, pero estoy contento. Cantar a las fans mantiene a mi corazón ocupado y olvido a segundos los ojos perdidos de Tegoshi.

Más canciones de en grupo y se acerca el final del concierto, casi no veo a Tegoshi. Está ahí, grita y sonríe, es feliz cantando ¿Por qué debería seguir atormentándome con no poder verlo? Desde ahora seré feliz igual que él. Gracias a todas las que gritan mi nombre, solo por ellas.
Tegoshi. ¡Quédate con tus ojos  opacados! ¡Tu alma puede quedarse sellada ahora!

***

No me voy a esconder más ¿Cómo seguir negándome los sentimientos que tengo? ¿Cómo seguir ignorando a mi sueño? ¿Qué clase de perdedor soy que me rindo ante mis miedos antes de enfrentarlos? ¡Este no es Tegoshi Yuya! Eso pensé mientras cantaba mí solo, no estoy seguro de que sea el amor que canto y predico en mi canción, pero es más que la amistad que un día tuve. Massu sin duda es especial. Pero, ¿En verdad quiero que él sepa lo especial que es para mí? ¿Sería raro? Massu, no quiero que te vayas de mí… de mi alma… de mi corazón.

El concierto ha finalizado y aunque terminé evadiendo a Massu lo más posible, ya no lo haré más. No quiero que la calidez de sus ojos me queme, pero dicen que el frío quema también. Yo sé que Massu no me va a lastimar jamás. Aún si él ve a través de mi… el no usaría jamás nada de lo que vea en mi contra.

Massu. Deseo verte. ¿Mis sentimientos llegarán a ti?

Es hora de decir lo que siento al fin. No más lentes oscuros para contemplarte. Extrañaré la seguridad que me daban mis lentes. Puedo ver todo sin ser descubierto realmente. Sé que me miras, pero yo te había estado evitando. Ya no más.

Caminar es un poco difícil. Estoy tan nervioso como cuando estaba por salir a un escenario por primera vez.

- ¿Massu… podemos hablar?

***

¿Por qué tienes que llamarme cuando he decidido no verte más? Nada bueno saldrá de esto. ¿O será que sí?

- ¡Lo siento mucho! –Exclamó Tegoshi, bajando un poco su mirada, no sé si por su disculpa o por evitarme, si me valgo de lo que sé para evitarme.

- ¿De qué te disculpas? No has hecho nada malo.

- Lo he hecho, Massu, ya nada es como antes.

- Tegoshi, crecimos. Las cosas no pueden ser iguales siempre.

- No me refiero a eso…

Silencio incómodo. Francamente no entiendo sus ganas de hablar conmigo ahora, quizás quiere que lo acompañe a comer y pagar por él, algo que Koyama haría prácticamente encantado.

- Massu… ¿Podrías mirarme?

Él levantó su vista. Sus ojos nunca me parecieron más hermosos antes. Vaya, tenía tiempo que no los veía, pero era como si nunca los hubiese visto, algo brillosos, húmedos, grandes, de un color poco más claro que el mío. Era como ver una película, miles de cosas sentía al poder verlo.

Ver los ojos de Tegoshi así de cerca tenía que ser un regalo del cielo. Sentía una calidez interna, parecía en ese instante que el tiempo se detenía y solo existíamos los dos, mirándonos sin decir nada, pudo haber pasado un desfile a nuestro lado y jamás lo habría escuchado o visto. Yo solo podía mirar esos ojos tan bonitos del rubio que tenía frente a mí.

¿Qué significaba todo esto?

Mi cuerpo se acercó un poco a él, no podía dejar de mirarlo, a penas y parpadeábamos, nada pasaba y todo pasaba. Las cosas se hacían claras a mi mente, pero también dudaban de sí.

Tegoshi ¿Esto era…?

***

La mirada de Massu expresó mil cosas, curiosidad, sorpresa, miedo, confusión y finalmente decisión. Me queda más que claro que el cuerpo es muy rápido y la cabeza lenta.

Keii-chan tenía razón, siempre la tuvo. No había que temer a la mirada de Massu, yo no tenía que haber escondido la mía. Me perdí de valiosos años de besos como el que me había dado después de evaluar mi mirada. Massu siempre era amable, al menos conmigo, no me di cuenta de cuándo nuevamente privé mis ojos de los de él… porque ahora mis labios disfrutaban de los de él.

Juro solemnemente no volver a esconder mis ojos de él. No hay que temer a Massu. No hay que temer a mis sentimientos por él. Mi sueño no duele. Mi sueño es mío, real y no permitiré que nadie me lo quite o me haga dudar.

Massu ¿Mi mirada y mis sentimientos han llegado a ti? Porque tus brazos, tu sentir, sus besos y tu actuar me han dicho que sí.

***

He de admitir que no hay mejor vista que la que pude apreciar: los sentimientos de Tegoshi a través de su alma, que ya es mía.

jueves, 17 de marzo de 2016

Error



Título: Error
Género: Angst
Advertencias: Corazón roto de un personaje
Pareja: TegoMass [Tegoshi Yuya x Masuda Takahisa]
Fandom: NEWS
Palabras: 2,000
Resumen: La carta que ella recibe sin remitente.

“Para Momoyama Kaori-san

Primero que nada déjeme dar una disculpa por mi atrevimiento de hacerle una carta, de dirigirme de una manera tan personal a usted, pero temo que de no hacerlo mí conciencia no me permitirá seguir viviendo de una manera tranquila. También me disculpo por mantener me identidad como un secreto en estas líneas, le suplico que solo lea y no piense nada sospechoso de mí.

Las noticias vuelan ¿Sabe? Últimamente cualquier persona puede saber de cualquier noticia del mundo con un par de “clics” y saber bien que teclear. Desafortunadamente esa no fue la forma de la que me enteré de la noticia de la que le vengo a hablar ahora.

Sé quién es usted. Sé que su novio le ha pedido matrimonio. Y sé que usted ha dicho que sí. ¡Felicidades!

No quiero reclamar, tampoco amenazarla, ni mucho menos  molestarla. Lamento mucho que esta carta parezca que es así pero le juro que no. Le juro por mis sentimientos hacia su futuro marido que no es así.

Leyó bien. Mis sentimientos hacia su futuro marido. Yo amo a su prometido… pero por el amor que le tengo a esa persona no la quiero incomodar. Porque yo sé algunas cosas de su prometido y entre esas cosas está el hecho de que si él la ha escogido entre todas las mujeres, es porque no puede haber mejor mujer que usted. Siento un poco de celos.

Yo… Quiero pedirle unos favores… Y decirle algunas cosas de su prometido… Masuda Takahisa.

Téngale paciencia a Masuda-san. Él es muy amable y gentil, pero también es terco, siempre quiere tener la razón, acostumbra a decidir las cosas y no cambiar de opinión. La escuchará en sus opiniones pero difícilmente el cambiará la propia. No quiere decir que le va a imponer cosas, pero si no tiene esto en cuenta, posiblemente tendrán discusiones de más. Sea tolerante, pero tampoco sumisa. Él valora eso.

A Masuda-san le gusta mucho comer, todos lo sabemos. Masuda-san ama comer gyoza. Pero tenga cuidado, pese a que ama comer gyoza, no quiere decir que sea lo único que come (pese a que él lo diga) dice que no le gusta mucho lo dulce pero le comentaré que si le gusta, pero jamás lo va a admitir, un bocadillo dulce estará bien. Le gusta la carne y las verduras también, pero prefiere por mucho comer carne. Se mete toda la comida posible en un bocado, jamás le quitará esa maña, muchos comen así, pero tenga cuidado con lo que come. Tiene el estómago sensible, el picante lo pone mal, no solo físicamente, se pone de mal humor.

No despierte a Masuda-san de manera brusca o muy rápida, es un hombre que se toma su tiempo, si va a ser su esposa debe estar preparada para enfrentarse a un demonio poco mañanero. Su humor es inestable cuando despierta salvo cuando ha tenido un sueño particularmente bueno. Si es así escúchelo, le contará ese sueño unas cuatro veces, o quizás más… tanto que usted pensará que es su propio sueño… Pero se si lo cuenta es porque confía mucho en usted, o quién sabe, quizás quiere decirle algo a través de ese sueño.

A Masuda-san le cuesta decir las cosas directamente, sobre todo si es acerca de algo muy personal, siendo usted ahora su prometida no me dejará mentir que muchas veces llega a ser torpe y duda en sus palabras… Pero él nunca va a dudar de sus sentimientos. Jamás. Por eso mismo Masuda-san puede llegar a ser muy diligente en su relación, querrá hacer muchas cosas a su manera y decirlas muy directamente… cuando eso pase le aconsejo sonreírle y hacerle caso, él lo apreciará. Masuda-san es una pareja dominante, pero muy tierna.

Dígale siempre que lo ama, él lo sabe, pero necesita escucharlo de sus labios, quizás por su propio ego o puede que simplemente le guste escucharla decirlo. No se lo diga en un lugar público, le daría pena, tampoco se lo diga en reuniones muy concurridas, dígaselo cuando están solos, de una manera suave, al oído, con ternura. El ama esos detalles. Un “te amo” antes de dormir lo tendrá contento siempre. Un “te amo” en la mañana le dará la mejor sonrisa matutina que pueda ver en su vida… Es la mejor forma de iniciar un día ¿no lo cree?

Masuda-san es adicto a la moda y nada de lo que usted diga va a hacer que el cambie de parecer, lo siento, pero es así. Al principio yo pensaba que era raro, y que realmente su ropa no coordinaba tanto, pero con el tiempo me di cuenta de que tenía talento para la ropa. Usted es muy bonita, con estilo… pero Masuda-san le gana. Deje que el coordine su ropa un par de veces, sabe de tanto moda femenina como masculina, y créame que si usted le deja que él decida su ropa un par de veces lo hará muy feliz.

Massu a veces diseña ropa, esa ropa es genial. No solo deje que coordine su ropa, alguna vez sería bueno que lo deje diseñarle algo. Cuando usted lo use podrá ver un destello tan brillante en la sonrisa de su prometido que pensará que está a lado de una estrella. Lo juro.

A Massu le gusta que le toquen su cabello antes de dormir. Le relaja, pero no toque su cabello para peinarlo o algo así, lo pone de malas.

A Massu le gusta tomar las cosas calientes o frías. Tibias no las tolera. A menos de que sea un concierto.

Massu cada fin de mes va visitar a su hermana, la adora, pero no lo dice. Tampoco cuando está con ella, pero la quiere muchísimo.

Masuda-san es independiente, pero necesita opiniones, por favor que la que usted le dé… sea siempre la primera. Sea sincera pero cuide sus palabras.

Masuda a veces es raro, a veces es muy pesado, se pone de mal humor con facilidad, pero es un encanto de persona.

A Massu le gusta agradecer las cosas personalmente.

Le gusta ayudar a los demás, espera siempre el “gracias” pero es feliz sabiendo que ayudó en algo.

Confíe siempre en él todo lo hace de corazón. Es de un corazón muy noble. Él hará cualquier cosa por verla contenta.

Es miedoso, pero supera sus miedos si es un reto personal, le gusta sobresalir, apóyelo siempre.

Es muy egocéntrico, sabe sus cualidades y cómo usarlas, no alardeará directamente de estas pero a cierta oportunidad dirá y presumirá de lo que es capaz. Déjelo ser, es parte de sí mismo.

Le gusta la leche caliente y comer galletas a mitad de la noche.

Viaja pero no sale mucho del hotel, no exaspere en sus viajes de pareja.

Él es capaz de no dormir por velar su sueño si es que está preocupado por usted, la abrazará toda la noche si es necesario, y al despertar créame que tendrá las palabras adecuadas.

Tiene una mañana de jugar con sus dedos, también se obsesiona fácil con juegos o instrumentos raros, son como etapas, pero una vez que los domina, los deja.

Es muy ordenado, pero se desespera. Es curioso, si algo se le mete a la cabeza no parará hasta averiguar qué pasa. Ayúdelo en ello, él lo tomará en cuenta.

Tome sus manos, bese sus mejillas, es un poco sensible en la nariz, le gusta ser mimado, pero no le gusta pedir esos mimos. Le gusta que le besen sus párpados para despertarlo cuando se despierta tarde.

Hace berrinches, un beso lo calma.

Tiene una bonita manía de tocarse el cabello, también de cuidar la limpieza de su ropa. Es vanidoso.

Massu es orgulloso, pero con quién ama él puede mostrarse más suave y dejar todo lo que lo hace sentir inseguro a la vista, sepa utilizar esa información.

Le gusta que tras trabajar le dé un abrazo y le diga un suave “Lo hiciste bien”.

… Me tomaré la libertar de tocar temas más personales.

Massu ama que le besen en la nuca y en el cuello. Aunque él es de dar besos en la espalda y  en los labios… Otra cosa, una buena forma de provocar a Massu es besar sus hombros. No hay que olvidar que le encanta el juego sexual. Es más pervertido de lo que parece.

¿Qué más decir? Se me acaban las palabras y aún quiero decir tantas cosas…

Los días lunes en especial le gusta comer pan dulce, pero siempre lo va a negar.

Él es dulce, es amable, tierno, una persona tan noble que dudará de que sea real, pero jamás lo lastime o él podría no perdonarla jamás.

Massu tiene su propio ritmo, parece que vive en su mundo… Pero si usted tiene el privilegio de vivir en ese mundo de Massu… Junto a él, no lo desaproveche. No sabe lo que muchas personas daríamos por poder compartir algo así con Massu.

¿Cómo sé todo esto? No se preocupe de eso, usted será la esposa de Takahisa Masuda. Yo no importo realmente, solo quería decirle esto y que lo tenga presente, puede que usted sepa ya algunas cosas,  es su novia a fin de cuentas, pero creo que yo lo conozco un poco más.

El mejor consejo que le puedo dar: Ame a Takahisa Masuda, es el mejor hombre que va a encontrar en esta vida.

La envidio sinceramente. Pero le deseo toda la felicidad de mundo con ese hombre tan maravilloso.
Atentamente…
Alguien que ama a Massu con toda su alma”

Kaori leyó la carta en voz alta al chico por quién había conocido a su prometido; Tegoshi Yuya. Ellos eran amigos cercanos y gracias al noviazgo de Kaori con Massu habían coincidido en salir algunas veces juntos en plan de divertirse.

- Sinceramente, Tegoshi-kun… me dio mucho miedo cuando la carta me llegó.

- ¿Por lo bien que conoce a Massu esa persona? –Preguntó Tegoshi haciéndose el desinteresado.

- Sí, bueno, por eso y porque sabía dónde vivo y eso…

- ¿Quieres rastrear al remitente? Sería complicado, Kaori-chan –El rubio comentó deseando la negativa de la castaña de cabello largo –De todos modos ¿De qué te preocupas? Cambiarás de domicilio pronto, vas a vivir con Massu, ¿No?

- Tienes razón.

- No creo que te debas preocupar, si quieres ignora la carta y ya

- No la ignoraré, coincido con varias cosas que la carta dice… Y muchas otras no lo sabía.

- Ocupa la información Kaori, el remitente pareció escribir con esa intención –Tegoshi opinaba mientras veía a la chica doblar la carta  y meterla a su bolso, parecía que ella se iba a retirar – ¿A dónde vas?

- Tengo una cita con Taka~ -Dijo ella con sinceridad y una brillante sonrisa.

- Diviértanse.

- ¡Lo haremos! Gracias por escucharme Tegoshi-kun, no sabía qué hacer cuando leí la carta, me sentí un poco mal incluso, una persona que ama tanto a mi prometido no me daba buena espina, tenía que hablarlo con alguien… Sabía que solo tú podrías –Ella se acercó a abrazar amistosamente a su mejor amigo, su aliado. –Mañana tendremos reunión para algunos detalles de la boda, por favor ven, necesitamos la opinión de nuestro padrino.

-Ahí estaré, anda ve, Massu te espera.

Kaori se fue y dejó a Yuya en la sala, este se acostó en su sofá y se tapó el rostro.

- ¿Por qué tenías que ser tan cruel, Kaori? Bastante duro fue escribir la carta como para tener que escuchar como la leías ¿Por qué no pudiste quedártela…? Deja de recordarme que… -Tegoshi se acomodó de costado en el sofá y sacó su teléfono, las lágrimas inundaban su rostro mientras leía un historial de mensajes, repasando también varias fotografías de su exnovio y él…las había visto mientras escribía la carta para Kaori.

Nadie conoce mejor a Massu que Tegoshi Yuya. Él fue su novio cerca de  10 años. ¿Por qué lo dejaba ir? Por tonto, por no cumplir con cada cosa que le advirtió a Kaori.


lunes, 7 de marzo de 2016

Conejito



Título: Conejito
Género: Romance, fantasía
Advertencias: Mis locuras ya son cosa extrema 8D
Pareja: TegoMass [Tegoshi Yuya x Masuda Takahisa]
Fandom: NEWS
Palabras: 4,500
Tipo: One-shot
Resumen: ¿A qué grado podrían llegar los celos de Tegoshi? Puede que una mascota signifique más que compañía.

- ¿Cómo te atreviste a comprar un conejo, Massu?

- ¿Qué tiene de malo, Tegoshi? Tú tienes un perro, Koyama tiene un gato… ¿Por qué yo no puedo tener un conejo?

- No entiendo por qué un conejo…

- Me gustan los conejos, son bonitos y no son escandalosos.

- Son sucios.

- Todos los animales son algo sucios.

- Se va a reproducir demasiado ¡Estarás lleno de conejos en menos de un año!

- Solo compré uno, y es macho, eso no va a pasar si no le compro compañera.

- Te va a desordenar tu perfecto orden.

- Le enseñaré a que no lo haga, es un conejito muy pequeño. Puede aprender

- No quiero que tengas ese conejo.

- ¿Qué es lo que tienes en contra de mi conejo?

- ¡Eso mismo! ¡Qué es un conejo!

Tegoshi se fue del apartamento de su novio muy molesto, el mismo no entendía porque le fastidiaba tanto que el pelirrojo tuviese un conejo como mascota, pensaba que con el tiempo el conejo iba a requerir demasiadas atenciones y Massu no tendría el tiempo suficiente de atenderlo a él y a su conejo, y como el conejo no puede hacer las cosas solo, Massu lo dejaría quizás en segundo a término, como su novio. Tal vez era eso, estaba celoso de poder perder la atención y mimos de Massu por un conejo.

“¿Por qué un conejo?” Se preguntaba el rubio mientras paseaba por un parque cercano con las gafas de sol puestas, miró a los niños jugar con un perro “Un perro sería imposible para Massu, de pequeño uno lo mordió y a penas y tolera a Skull…”

Pensó en Koyama, quién también tenía mascotas, Massu había dicho que él tenía un gato, y era cierto, una gata mimosa  quién recibía todo el amor y afecto que Keii-chan podía dar. “Massu no podría tener un gato, un gato es temperamental, y a Massu le fastidiaría que no le deje dormir en las noches si es que se pone a maullar como a veces nos platica Keii-chan que Nyanta lo hace…”

“Yo nací en el año del conejo… ¿Por qué me fastidia tanto que Massu tenga un conejo?”

***

- ¿Un conejo? ¿Te compraste un conejo, Massu?

Shige y Koyama no podían ocultar su asombro en cuanto en la reunión de NEWS, Massu les mostró una foto de su adorable conejito blanco con manchas café claro, era un animalito que cabía perfectamente en la palma de la mano de Massu, y sus orejitas estaban muy levantadas, como si quisiera posar a la cámara del teléfono de Massu.

Tegoshi no quiso ni ver la fotografía, conocía al conejo en persona.

- ¿Verdad que es adorable?

- Vaya que lo es –Comentó Keii-chan, quién había pedido a Massu que comentara a las fans mediante su blog que tenía un conejo y anexara la foto. Cosa que Massu había accedido de buena gana.

- Me sorprende que comprases una mascota, Massu –Comentó con asombro el más sensato de NEWS, pero en secreto le agradaba la idea de que Massu se hubiese comprado una mascota, quizás él también se podría comprar alguna mascota después.

- Creo que solo quería un poco de compañía en mi apartamento –Mencionó el pelirrojo mientras escribía un par de líneas para publicarlas en su blog.

- ¿Y cómo se llama?

Massu sonrió. Tegoshi dejó salir un gruñido fastidiado y salió de la sala de ensayos de NEWS, Koyama y Shige, rieron un poco, pero tampoco entendieron mucho ni las razones de Massu de llamar así a su conejo ni tampoco las de Tegoshi al escuchar el nombre.

- Yu-chan.

***

- ¡Es que simplemente no lo entiendo Keii-chan! –Se estaba quejando el rubio del grupo con el que hacía la función de su madre, oyente, amigo y consejero.

- Es solo un conejo, no te exaltes por ello.

- ¡Precisamente porque es un conejo! Y además ¿Por qué “Yu-chan”?

- Quizás le pareció un buen nombre, cuando crezca será Yu-kun –Dijo Koyama riendo un poco.

- Es que no lo entiendes…

- ¿Qué no entiendo?

- Que siempre le he pedido a Massu que me llame “Yu-chan” cuando estamos los dos solos… Y nunca lo hace.

Koyama suspiró, la idea de que Massu tuviese una mascota le sorprendía bastante, pero aunque en un principio le había parecido buena idea, ahora le ponía a pensar ¿Por qué llamar a un conejo de la forma cariñosa por la que Tegoshi quería ser llamado?” Consoló un poco al que le hacía tantas travesuras pero que quería mucho, y luego fue a su casa, hablaría con Massu también, ahora tenía más curiosidad que nunca acerca de este y su nueva mascota.

***

Pese al conflicto interno de Tegoshi, no quería estar peleado con su novio, entendía que él quisiera un animal para tener cierta compañía y se sentía algo culpable porque aunque llevaban casi tres años de novios no habían compartido mucho tiempo juntos, entre los viajes constantes de Tegoshi, las actividades de ambos dentro de Japón como miembros de NEWS, y el tiempo de descanso, a veces no se veían y tenían un momento de “novios” como tal.

Dos noches después de que se enteró del conejo del pelirrojo, decidió ir a pasar la noche con él, quizás así se sentiría mejor y dejaría de sentir esa incomodidad y enojo por ese pobre conejo que no tenía la culpa de nada. Siendo honesto, los conejos le gustaban y quizás si dejaba de sentirse algo relegado por él, le tomaría cariño.

Massu no se extrañó de la llegada de su novio y le agradó tenerlo con él, pasando ambos una bonita velada viendo un película, tomados de la mano comiendo unas rebanadas de pizza, y aunque en un par de ocasiones le puso pausa a la película en lo que Massu revisaba al conejo, se sintió feliz de tener las atenciones y cariños de Massu.

La hora de dormir llegó, y Tegoshi al no mostrar señas de querer irse, Massu lo llevó a su habitación para que durmieran juntos, quizás esa noche no pasarían a más pero el tan solo hecho de dormir juntos le hacía cierta ilusión a Tego.

Como el rubio iba con la idea de dormir con él sacó de su mochila un atuendo sencillo y cómodo para dormir mientras su novio se ponía un pijama, este le pidió que revisara de favor la comida y bebida del conejito por si en la noche este requería de algo. Tegoshi de mala gana accedió y fue a ver al animalito el cual ya medio se dormía en su jaula, al ver que Massu no le llamaba para ir a la cama aún, decidió cargar un poco al conejito.

Era bonito, mucho, adorable y tierno, “Yu-chan” era un buen nombre, pero le contrarió tenerlo, suspiró y miró la carita tranquila del conejo, sonrió un poco, “Tiene cierto encanto en sus orejitas…” Fue lo único que pensó antes de volver a dejarlo en su jaula y cerrarla bien.

Massu lo llamó a la cama y Tegoshi no lo pensó dos veces, abrazó a su novio y dejó que este le llenara de besos en su rostro, para luego el mismo darle la misma cantidad de besos a él, quedando sus rostros muy cerca antes de que ambos conciliaran el sueño.

***

Massu se despertó primero a la mañana siguiente, no realmente por la alarma o su reloj biológico, sino porque sentía ciertas cosquillas en su cara, intentó apartar con los ojos cerrados aquello que le molestaba y dormir un poco más, pero en cuanto lo quitó, volvió a sentir la sensación. Repitió la acción pero obtuvo el mismo resultado, por lo que se vio obligado a abrir sus ojos y descubrir lo que le molestaba en la cara.

El grito que dio, despertó a Tegoshi también.

- ¡Tegoshi!

- ¿Eh? –El pobre rubio, despertó tallándose los ojos mirando a su novio quién lo miraba con incredulidad.

- ¿Qué te pasó?

Tegoshi se contrarió, a él no le pasaba nada, había sido despertado por el grito de su novio por lo que no se percató realmente del sentido de la pregunta de su novio, por lo que se estiró un poco y llevó una de sus manos a ordenar su cabello… Esa acción fue la que lo hizo gritar a él mismo.

- ¿¡Pero qué…?! –Tegoshi pasó su mano por su cabeza, hasta que en parte superior de esta, a ambos lados sintió cierta carnosidad que estaba seguro no tenía la noche anterior, razón por la cual exigió un espejo a su novio. Massu no dudó ni un segundo en darle lo solicitado, aunque fuese de mano, sin embargo seguía realmente sorprendido de ver a su novio así.

La imagen que reflejó el espejo era una muy buena broma, un espejismo o una pesadilla, Tegoshi no lo sabía, pero ese par de orejas no eran normales, probó jalarlas pero le dolió hacerlo, suspiró y se volvió a mirar en el espejo.

Eran alargadas, calculando podrían medir algo similar a los 25 o 30 centímetros,  curiosamente del mismo tono que su cabello, las tocó y las sintió muy suaves, pese a ello se estremeció y estas se doblaron un poco, se calmó un poco y estas volvieron a enderezarse, pero no mucho. Ahí decidió ver a su novio el cual no había dicho ni pío.

- ¿Qué me hiciste, Massu? –Intentó no sonar muy alterado.

- ¡Yo no hice nada! Cuando desperté… ¡eso me picaba mi nariz! –Massu señaló la cabeza de Tegoshi, pero obviamente no era su cabello, eran ese par de orejas que parecían tan naturales que bien cualquier habría dicho que Tegoshi siempre las había tenido, si es que los humanos tuviesen las orejas así.

- ¿E-eso? –Tegoshi se contrarió y sus orejas se irguieron un poco más.

- ¿T-tus orejas de conejo? –Massu preguntó medio temeroso.

Tegoshi no habría querido admitirlo, pero si, ese par de orejas parecían de conejo, demasiado largas para un conejo normal, pero de un largo aceptable considerando las proporciones del cuerpo del rubio, Tegoshi decidió levantarse, tenía que ver bien lo que el pasaba y el espejo de mano podría estarle jugando una buena broma, o al menos así quería pensar.

Pero más que la orejas, al levantarse también se sorprendió y Massu incluso se contuvo una risita, Tegoshi corrió al baño a comprobar que no solo sentía que algo había cambiado en su cabeza… Resulta que medía unos 15 o 17 centímetros menos, cosa que Massu hizo más evidente a pararse a su lado… Massu medía unos 5-8 centímetros más que Tegoshi normalmente y estaba bien con ello, pero ahora Massu era básicamente una cabeza y pico, más alto que él.

- ¿M-Me encogí?

Massu en respuesta lo abrazó un poco y estando así lo levantó.

- Al parecer también perdiste peso. ¿Qué hiciste anoche, Tegoshi?

Tegoshi hizo un puchero, miró a Massu y suspiró.

- No tengo ni la menor idea.

***

Massu tuvo que salir a comprar algo de ropa para Tegoshi, la que traía le quedaba algo grande, no demasiado, pero si había diferencia, mientras tanto el rubio se quedó en la habitación de su novio sin querer salir para nada.

El pelirrojo le escogió ropa a su novio y regresó, tras tener a Tegoshi ya vestido, decidieron desayunar. Eso recordó a Massu que tenía que revisar a su pequeño “Yu-chan”, este estaba jugando en su jaula, por lo que su dueño le llenó su depósito de agua y le puso algo de comida.

- Lo tratas como un hámster –Tegoshi comentó mordiendo un pedazo de pan.

- Es porque es pequeño aún, cuando crezca lo dejaré salir de la jaula y sabrá donde tiene que comer y eso, mientras que aprenda en su jaula –Massu comentó encogiéndose de hombros.

Tegoshi estaba balanceando sus pies mientras comía, Massu por el contrario no podía dejar de verlo, le causaba mucha curiosidad ver a su novio así de pequeño y con esas orejas, posiblemente el menor quisiera olvidar el asunto de sus orejas pero Massu no podía pasarlo por alto, y más porque… Le resultaba demasiado adorable.

- ¿Y qué vamos a hacer?

- ¿De qué?

- Ah, no sé, el trabajo, el hecho de que hoy tenemos sesión fotográfica para la Duet a las 2 de la tarde, que vamos a grabar un mensaje para la Johnnys.net y de que no podemos ocultar tus orejas ahora mismo.

Tegoshi estaba por reclamar pero tan pronto se exaltó el mismo se percató de cómo sus orejas se tensaron y se levantaron todo lo que podían, este suspiró provocando que sus orejas se bajaran de nuevo.

- Tienes razón pero… ¿Qué hacemos?

Massu lo miró con curiosidad y le dio un beso en su frente, acariciando su mejilla y luego su cabeza, precisamente entre las orejas de conejo que estaban algo caídas.

- Pensaré en algo Yu-chan, come tranquilo.

Tegoshi se congeló en ese momento, su novio nunca antes le había besado su frente, nunca le había acariciado así y menos lo había llamado así, sonrió sin querer, tal vez el que haya tenido ese cambio no era tan malo, por lo que comió su desayuno tranquilo. Mientras tanto Massu se fue a arreglar, pensando en cómo lograr que Tegoshi pasara desapercibido.

***

Hacer que Tegoshi pasara por ser alguien discreto nunca ha sido posible, primero por la gran presencia que tiene por sí mismo, derrama energía y se “siente” que él está en algún lugar, esto se vio incrementado cuando su cabello pasó a ser rubio, pues ahora se hacía además mucho más visible, su encantadora sonrisa, su expresión traviesa, su voz y sobretodo su cabello lo hacían una persona muy notable, pasando por alto el detalle de que no era exactamente muy alto.

Pese a la reducción de su estatura, no daba la impresión de pasar desapercibido, al contrario llamaba más la atención, Massu se estaba bañando y llegó a la conclusión de que al menos Koyama y Shige tendrían que enterarse de la situación.

Les hizo una llamada telefónica, pero solo a Koyama le dijo que Tegoshi se veía algo diferente y que necesitaban de su ayuda, a Shige solo le exigió que fuera a su casa.

Cuando tocaron el timbre, Tegoshi olvidó su condición y de manera muy normal fue a abrir, se dio cuenta de que no debió hacerlo hasta que vio la cara sorprendida de Keii-chan, cosa que lo impresionó a él mismo e hizo que nuevamente sus orejas se tensaran. Eso le dio pauta a Koyama de sujetarlo y notar también lo delgado que estaba.

- ¡Tegoshi!

El grito fue lo que llevó a Massu a la entrada de la casa y suspiró. Hizo pasar a los recién llegados e hizo que se sentaran los cuatro en la sala.

- ¿Qué pasó exactamente? –Shige es quién más se veía necio a creer que pasaba.

- No lo sé, sus orejas fueron lo que me despertaron hoy –Massu dijo mirando a su novio, este se avergonzó un poco y de manera involuntaria sus orejas reaccionaron tapando un poco su rostro, cosa que a Keii-chan y a Massu les pareció adorable.

- No lo entiendo… Pero de alguna manera me da la impresión de que Tegoshi siempre ha tenido las orejas así, digo… no se ve mal… ¿O sí? –Koyama habló.

- ¡No es normal Keii-chan! ¡Da igual cómo se vean, no es nada normal! –Tegoshi habló meneando su cabeza. Para el mayor de NEWS no tenía validez su argumento, cada vez le parecía más adorable Tegoshi.

- De todas maneras, hoy tenemos trabajo, a la Duet le podremos decir que hagamos una sesión con temática de animales porque Tegoshi quiere usar un disfraz, y seguramente les gustará la idea… Pero ¿Y el vídeo de la Johnnys.net? –Shige sin querer ya había dado una idea, pero pasó por alto la estatura del menor del grupo. Los 15 centímetros se notaban demasiado.

- ¡Podríamos tomarnos selfies! ¡Selfies con temática de animales! –Sugirió Koyama deseando usar unas orejas de gato. Massu no decía nada pero admitió internamente que la idea era buena.

Tegoshi se cruzó de brazos, de nuevo lo iban a dejar solo en el apartamento, se irían a buscar las orejas que querían usar mientras que él cuidaba al conejito de Massu, nadie se podía quedar con él porque según ellos “Debían buscar algo que les combinara tan bien como a él el color de sus orejas con el cabello rubio”.

***

El conejito de Massu sí que sabía ser adorable, Tegoshi lo sacó de su jaula y le acarició sus orejitas. “A ti sí que se te ven bien…” pensaba y el conejito se puso a jugar con él.

Estaba con él en mano cuando escuchó el timbre, ahora tendría que tomarse fotos en ese estado, como si quisiera recordarlo por siempre, pero lo otro era cancelar la sesión o salir a la vista de todo el staff de la revista así.

Recibió a los demás, Massu traía en una bolsa lo que usarían cada uno: orejas de gato para Koyama, de oso para el pelirrojo y unas orejas de mono para Shige. Les ayudó a ponérselas y admitió que tenía suerte de que sus compañeros de grupo le ayudasen a pasar desapercibido de esa manera, en ellos no se veían tan naturales como en él, porque obviamente no lo eran, pero si daban esa impresión en las fotografías.

Sacaron varias y Koyama fue el encargado de enviarlas a la revista tan pronto como hubieron terminado, y pese a que tuvieron problemas para sacar fotos grupales, en parejas e individuales fue mucho más fácil.

Tegoshi salió en casi todas las fotos, y hasta se dio la libertad de levantar y mover sus orejas a voluntad para parecer adorable en esas fotos, no tenía que esforzarse demasiado, lo era y Keii-chan era el más encantado de tomar esas fotos.

***

Para el vídeo de la Johnnys.net aplicaron una situación similar, consiguieron un banquito para Tegoshi y lo hicieron subirse en él, ya que solo grabarían de la cintura para arriba, le hicieron bajar sus orejas y le pusieron una chaqueta con todo y su gorro, filmaron el vídeo con el fondo de la pared blanca de la sala de Massu.

Ahora era Shige quién se encargaría de llevarlo a la agencia. Cuando el par de invitados se fue Tegoshi se dejó caer en el sofá, algo exhausto. Massu al verlo suspiró y besó su mejilla.

- Todo va a estar bien, Yu-chan. –En todo el día, desde el desayuno Massu no le había llamado así. Pero sonrió de escucharlo y Tegoshi volteó para ver bien a su novio.

- Eso espero… No puedo ser un Idol desde tu casa, Massu… -El pelirrojo sonrió.

- Tienes razón, pero niega que hoy la has pasado bien.

Tegoshi tuvo que admitir que fue un buen día. Massu le dijo que le prepararía un baño y que se sentiría mejor, el menor aprovechó el tiempo y se relajó mirando la televisión, tenía que recobrar su fuerza y ánimo de siempre, no podía excusarse en ese extraño hecho de que sus orejas fuesen modificadas.

Cuando su baño estuvo listo corrió a besar a su novio en sus labios antes de entrar a la tina y luego ir a la cama con él. Massu lo admitió solo para sí “Es más adorable ahora”.

***

Para desgracia de Tegoshi sus orejas seguían con él esa mañana. La ventaja es que tenían el día libre.

- ¿Quieres desayunar fuera, Yu-chan? –Massu le preguntó y antes de que Tegoshi protestara por la propuesta, Massu le aventó un par de gafas de sol, y la chaqueta con la que había salido el día anterior en el vídeo de la Johnnys.net, si bien sus orejas aún se notaban a las laterales, eran más fáciles de disimular. Por esa razón, Tegoshi se dio el lujo de salir tomado de la mano de Massu, quién también iba algo encubierto.

El ánimo de Tegoshi se iba recuperando y su actitud egocéntrica se hacía presente segundo a segundo, a Massu le gustaba estar con él, no le era difícil llamarlo “Yu-chan” e incluso besó sus mejillas y sus labios en un par de ocasiones, sin pena de que alguien los viera o los descubriese. No había forma de que pasara, Tegoshi no parecía realmente Tegoshi, por su estatura y complexión más delgada.

Compraron un poco más de ropa para Tegoshi, quizás no la utilizaría pero según Massu no podían arriesgarse a no tener ropa para él si es que su condición no mejoraba en ese par de días.
A Tegoshi cada vez le importaba menos tener sus orejas, le importaba menos ser más pequeño que Massu, le importaba menos su condición: Massu lo consentía y le procuraba más. Incluso se portaba algo más caprichoso que de costumbre y Massu no decía absolutamente nada, solo le complacía.

***

La noche llegó y ellos ya estaba de nuevo en el apartamento de Massu, Tegoshi se deshizo de las gafas de sol y la chaqueta, sus orejas estaban algo entumidas por lo que las acarició un poco y luego las estiró.

- ¿Te duele? –Massu preguntó curioso, pero Tegoshi negó, diciendo que solo necesitaba tenerlas libres un rato.

Massu en ese momento ya no se pudo contener, abrazó a Tegoshi, lo cargó en sus brazos y se lo llevó a la habitación.

- ¿Qué haces? ¡Massu! –Se sorprendió el pequeño rubio hasta ser acomodado en la cama, no había duda, Massu tenía ganas.

***

Los labios de Massu se deleitaron besando los de Tegoshi, este a penas y podía reaccionar, en parte no entendía en lo absoluto la reacción del mayor, cierto era que ese día habían estado los dos muy cariñosos y se habían comportado como el par de novios que eran pero nada le había dado pauta de que Massu querría tener relaciones con él. Al menos no hasta que lo cargó y lo acostó en la cama.

Massu no se explicaba tampoco el deseo que sentía por su novio, ni siquiera estaba seguro si este querría hacer lo que él tenía en mente, pero por su respuesta pensaba que tenía su permiso para continuar. En un principio el pelirrojo solo besaba apasionadamente al menor, el cual reaccionaba casi instantáneamente, sin embargo la tentación por tocar al rubio crecía dentro del mayor a cada segundo.

Fueron las manos de Massu poco a poco a ir tocando por encima de la ropa a Tegoshi, sus brazos y su espalda, incluso sus costados, pero lo que Massu se moría por tocar eran las largas y suaves orejas del menor ¿Fetiche nuevo? Tal vez. Pero Massu quería comprobar que tan erógena le resultaba esa zona a su novio.

Tegoshi no cabía en su gozo, solo Massu le sabía tocar de esa manera tan perfecta y experta. Le estimulaba poco a poco y eso hacía que Tegoshi fuera sintiendo un deseo todavía mayor, no tenía ni idea de que había “prendido” a Massu, pero agradecía que así fuera, sentía ese calor entre ambos tan intenso como hacía meses no lo sentía.

Las caricias del pelirrojo pronto alcanzaron el rostro de su novio, y sin dudarlo acarició su cabello, Tegoshi no advertía lo que el mayor quería hacer, sin embargo no se quejó en cuanto sintió los labios del menor besando sus orejas. Al parecer eran especialmente sensibles al tacto de los suaves labios de Massu.

- Conejito.

Eso susurró tiernamente el mayor cuando estuvo besando las orejas de Yuya, este se estremeció y gimió un poco.

- ¿Sabías que podemos jugar a que soy un lobo con ganas de comer conejo, Yu-chan?

Yuya soltó una risita nerviosa, si Massu se pondría en ese plan se llevarían gran parte de la noche jugando, pero eso le llamaba mucho la atención. Por lo que solo asintió incluso moviendo sus orejas, el mayor sonrió y atacó a Yuya. No sobra decir que fue más de una vez, en más de una posición. Siempre acompañado de dulces “Te amo”, palabras que solo se decían uno al otro en los más puros momentos de intimidad. La pasión en su caso no estaba separada del amor y cariño que se tenían.

***

Para la mañana siguiente fue Yuya quién intentó despertar a besos a su novio, picándole sus mejillas juguetonamente con una de sus orejas, no le gustaban demasiado pero podría usarlas para jugar con su novio, quizás se podría acostumbrar a ellas. Sin embargo Massu estaba profundamente dormido. “¡Alimentaré a Yu-chan!” Se levantó con ese pensamiento.

Bajó de la cama para buscar al conejito, el cual estaba inquieto en su jaula, le miró y sonrió un poco.

- Tal vez tu deberías cambiar de nombre, Yu-chan… -Comentó mientras llenaba de agua el recipiente del conejito – Mis orejas incluso son más lindas que las tuyas –Dijo a broma.

- No estoy muy seguro. –Dijo Massu parándose detrás de su novio.

- ¿Eh? ¿Este conejo sigue ganándome? ¿Incluso después de lo de ayer? ¡Te divertiste “cazando” al conejo!

Massu rio y besó la frente de Yuya. Le llamó con un suave “Yu-chan” para ir a desayunar dejando al conejito solo disfrutando de su comida.

- ¿Y qué haremos con sus orejas, señor Yu-chan?

- No lo sé, aunque no están tan mal… Las fans podrían acostumbrarse a ellas~.

- No quiero que nadie te vea así, Yu-chan.

- ¿Por qué? Si no encontramos como volver a la normalidad yo… bueno no puedo quedarme siempre aquí.

- En ese caso será mejor que dejes de estar celoso de mi conejo y despertar ya de este sueño, Yuya –Massu dijo con seriedad antes de besar los labios de su novio.

***

Agitado Tegoshi despertó de su sueño, Massu dormía plácidamente a su lado, se tocó la cabeza y sus orejas estaban normales, no tenía nada encima ni se sentía más pequeño, lo comprobó incluso levantándose de la cama, parecía estar todo en orden y miró al pequeño Yu-chan de la jaula, acercándose a él, le sonrió un poco y le tocó su cabecita.

- Lo siento, Massu es mío… Pero admito que serás buena compañía para él… Realmente eres adorable, Yu-chan.

Massu murmuró entre sueños el nombre del rubio y Tegoshi decidió volver a la cama, sin embargo cuando se subió en esta encontró un par de orejas falsas de conejo, casi del tono de su cabello bajo la cama. Miró al mayor y sonrió un poco.

- A veces realmente eres un fetichista, Massu.

Puede que se equivocara, pero seguramente Massu no había comprado y llamado al conejo “Yu-chan” porque sí o porque realmente quisiera una mascota. Puede que haya querido ponerlo celoso a propósito y quién sabe, quizás no solo el Massu de sus sueños quería jugar al lobo y al conejo en la cama. Lo que Massu no sabía era que seguramente jugarían… a primera hora de la mañana.