domingo, 17 de agosto de 2014

Como Skull



Título: Como Skull
Género: Romance/Magia
Advertencias: Según yo, la magia existe y se manifiesta de formas muy raras.
Parejas: Tegoshi Yuya x Masuda Takahisa [TegoMass]
Fandom: NEWS
Palabras: 3700
Tipo: One-Shot.


Tegoshi me dejó una nota que decía “Cuida a mi perrito, me voy de viaje unos días”. Así que tuve que ir a su departamento a traer dicho perrito, que según recuerdo se llama “Skull”, un nombre muy rudo para un perro que no asusta ni a una mosca. Lo que me enojó no fue que yo tuviese que cuidar al perro, cuando Tegoshi sabe que me aterran, lo que me enojó es que se preocupó más por su perro, que por mí, su novio.
Sin embargo su perro, es como el propio Tegoshi, demasiado encimoso y cariñoso. Tal vez por eso me encariñé con él.


A penas Tegoshi le dejó la nota a mi novio y se fue al mejor lugar del mundo, una pequeña y escondida playa a la que solía ir de niño. Al llegar a la playa se encontró con una vieja amiga, hija de la llamada “bruja del pueblo”, convertida en una señorita que siguió los pasos de su madre, habiendo estudiado “las viejas artes mágicas”.

- ¡Tegoshi!
- ¡Nora-chan! ¿Cuánto tiempo sin vernos?
- Una eternidad, recién habías debutado en dúo, me hiciste escuchar esa canción un millón de veces, por lo menos.
- Mentirosa, dijiste que te encantó.
- Así es. –Contestó con cierta sonrisa de lado esa chica de cabello castaño y largo, que parecía recordar bien su amistad con el Idol en cuestión. No faltó mucho tiempo para que empezaran a intercambiar información de ellos, Nora, estaba muy desconectada del mundo del entretenimiento por lo que Tegoshi tenía que contarle prácticamente toda su vida desde que había debutado como “TegoMass”, sin omitir ningún detalle.

Pasaron juntos todo ese día en la playa, solo sentados y contándose tantos cosas que pronto empezó a atardecer, fue cuando Tegoshi puso una expresión de cierta preocupación, cosa que ocasionó que Nora le viese fijamente para descubrir que le pasaba.

- ¿Te pasa algo, Tegoshi?
- No, bueno… -Tegoshi dudó unos segundos en continuar, pero terminó encogiéndose de hombros y solo sonrió suavemente- Solo es que me preocupa mi novio, le dejé a su cuidado a mi perrito y estoy algo preocupado.
- ¿¡Qué hiciste qué?! –Nora se molestó en ese mismo momento- ¡Pero si a tu novio le aterran los perros!
- Lo sé, pero Skull es un perrito muy bueno…
- ¿Y no pensaste en que era muy desconsiderado venir para acá dejando a dos seres que quieres mucho sin aviso?
- No es como si no los hubiese abandonado. Estaré unos dos o tres días por aquí, no es para tanto ¿No crees? Estás exagerando, Nora. –Comentó vagamente Tegoshi, jugando con una pequeña conchita que encontró en la arena.
- ¿Acaso no sabes lo importante de tener una mascota? O peor aún ¿Una pareja?
- ¿De qué te molestas tanto? ¡Yo solo quería venir a relajarme con una amiga mía, es todo!
- Pagarás por esto, Tegoshi –Contestó molesta Nora, si algo aprendió de su madre, además de todas las viejas artes mágicas, es el respeto por los vínculos con animales y personas, la profundidad de estas… Tegoshi solía olvidar esas creencias de Nora, y más de una vez esa chica se molestó con él por esas mismas razones. Por eso tenía mucho tiempo que no ha había ido a visitar.
Tegoshi, después de eso fue tras ella, pues esta se había ido hacia su casa y el rubio tenía la idea de pasar en su casa esos días de pequeñas vacaciones.

La madre de Nora, les había preparado la cena y aseguró en cuanto entró su hija, que ya sabía que se iba a molestar con su amigo. Nora solo entró al comedor para comer rápidamente lo que había en su plato, tenía planeado algo en especial y no quería ver a Tegoshi otro rato más.

Cuando Tegoshi dio sus saludos a la madre de su amiga, esta se fue corriendo hacia su habitación, Tegoshi estaba apenado pero no hizo más que comer esa cena que amablemente le fue preparada, prometió a esa conocida señora que arreglaría las cosas con Nora, y después decidió irse a dormir, el viaje fue cansado y requería descansar.

Nora por su parte… Bajó con su madre y tras explicarle la situación con Tegoshi, ambas decidieron darle una lección que Tegoshi no podría olvidar.


Cuando desperté me sentí demasiado… pequeño, me estiré y me quise poner de pie, pero en cuanto lo hice mi peso pudo más que yo y quedé a gatas. Me sorprendió aquello puesto que no había manera de estar cansado siendo que dormí un buen rato, sacudí mi cabeza y de repente sentí que una mano me rodeaba, me asusté y quise escapar, pero no pude…

- Lo sé, Skull, es tú segundo día conmigo, pero vamos, tengo que alimentarte o Tegoshi me matará.

Me quedé quieto, un segundo, no… quizás más, quizás un minuto, esa era la voz de mi novio, mi amado novio, y le estaba hablando a Skull.

- ¿Skull? ¿Estás bien? –La voz de Massu era de preocupación y moví un poco mi cabeza, mirándolo, no solo era la voz de preocupación su rostro también estaba así.
- ¿Por qué me miras así, Skull? Te voy a cuidar hasta que Tegoshi regrese de su viaje~, te lo dije ayer y hasta nos hicimos amigos

De alguna manera se me hizo cómico lo que Massu dijo, ¿Él y Skull siendo amigos?, solté una carcajada y me asusté de inmediato, callándome. Porque justo cuando yo me “reí” escuché el ladrido amistoso de Skull.

-Vale, vale, vamos a darte de comer~. –Massu volvió a decir, y me quedé quieto de nuevo ¿Qué pasaba?

Parpadeé, no podía creer lo que pasaba, y tampoco lo quería aceptar. Porque cuando Massu dijo eso, sentí como si alguien me levantara, y de pronto todo en la habitación de Massu parecía demasiado grande, parecía demasiado extraño. Sentí el calor del cuerpo de Massu en parte de mi espalda y quise moverme, decirle algo a mi novio.

“Massu” quise decir, y de nuevo un ladrido se escuchó.

Llegamos al espejo que estaba en la sala de la casa de Massu y me vi claramente, también vi a Massu. Él estaba cargando a Skull, y sonreía yendo hacia su cocina, y yo… yo era Skull, mi cara era de horror puro.

Massu dejó a Skull en el piso, más bien, me dejó en el piso en lo que buscaba, lo que supongo sería el alimento de Skull, digo, mi alimento, me asusté pensando en qué clase de sabor tendría la comida de perro, suspiré y sonó como si Skull estuviese impaciente por su comida, cosa que hizo que Massu se apresurara a servirme en el tazón de Skull un sobre nuevo de comida para perro.

- Vamos, ya está el desayuno, come~ Yo me voy a comer un poco de arroz y… Lo que haya quedado de la cena de ayer… -Massu me presumió, sí me estaba presumiendo porque personalmente nunca encontré atractiva si quiera a la vista lo que Skull comía.

Por unos segundos me quedé quieto, Massu me miró y sonrió. Y no tuve más remedio que intentar comer esa comida… Cuando di el primer bocado hundiendo mi cara en el tazón de Skull, pensé “Ah~ no está tan mal”. Massu me sonrió de nuevo y para le dije “¡Gracias~!” Solo que… tanto para sus oídos como para los míos, fue un pequeño ladrido animoso.

Fue algo incómodo para mí comer de esa manera mientras mi novio me veía, pero le resté algo de importancia, pues total, realmente no me veía a mí, si no a mi perrito Skull comer.

- ¡Mira como quedaste!

Me sorprendió su voz, y traté de reparar en el sentido de sus palabras, pero no tardé en darme cuenta de a qué se refería cuando intenté avanzar hacia a él, y noté como me costó trabajo desprender una de mis manos, digo mis patas del piso. Tal parece que comer como un perro realmente tiene un modo y una gracia.

Mis manos y pies, digo, mis cuatro patas estaban llenas de restos de comida, que ignoro como se mancharon tanto, y mi boca, digo, mi hocico estaba tan pegajoso que no podía ni hablar, digo, ladrar bien.

- Tegoshi no me mencionó que comías así… Aunque ahora que lo pienso, comiste perfectamente y pulcramente la cena, quizás, tenías hambre… en fin, no puedo dejar esto así…

Fue cuando recordé la obsesión de la limpieza de mi novio, él no iba a dejar su cocina así… él no me iba a dejar así. Me dijo que no me moviera y lo obedecí, no quería causarle problemas, y además me daba pesar moverme, puesto que lo pegajoso de la comida, al caer en mis patas, se había adherido al piso.

Pronto Massu me hizo pararme en una bolsa de plástico y limpió el suelo de la cocina con una rapidez que me sorprendió, parecía tras unos minutos que nada había pasado, y lo miré sorprendido, él, solo me miró y me dijo…

-Ahora te toca a ti –Y fue cuando quise escapar. Mi novio me iba a bañar.

Pero mis patas estaban ya adheridas a la bolsa de plástico, me costó desprenderlas y ese tiempo que ocupé para ello, fue suficiente para que Massu me tomase entre sus brazos, tenía un par de guantes puestos, pero eran sus manos, estaba cargándome ya hacia su baño, y no había salida para mí.

Cuando entramos al baño, vi ya preparada una pequeña tina nueva, con agua tibia en su interior, la cual ya tenía también algo de jabón, a lado distinguí el shampoo especial de Skull, supongo que Massu lo agarró de mi casa cuando fue a recoger a Skull a mi departamento. Dirigí mi vista a mi novio y él me sonrió, y cerró la puerta en cuanto me vio ya tranquilo.

Pero yo sentía pánico.

Alguna vez, jugando con Massu, siendo yo mismo, le propuse que me bañara, obviamente yo quería solo provocarlo y lograr algo más, pero él se negó diciendo que se tenía que dormir temprano. Yo sé que él sabía mis intenciones en aquel momento.

Ahora, yo no quería que me bañara, aún si estaba en el cuerpo de mi perrito, no quería… Si Massu supiera que yo era su novio…

Muy tarde lo pensé porque pronto sentí todo mi cuerpo menos mi cabeza, mojado. El agua estaba a buena temperatura, y por instinto sabía mantenerme flotando un poco, pero al notar eso, Massu, quitó un poco del agua con una bandeja, temido que pudiese pasar algo malo. O eso quiero pensar.

Se quitó sus guantes, y en sus manos dejó caer un poco de mi shampoo, digo del shampoo de Skull… ¿O sí era mío? Da igual, pronto lo puso sobre mi cabecita tras humedecerla un poco. La espuma se hizo presente en segundos.

Debo admitirlo, no era tan malo.

Massu no sentía tanto pesar ni mostraba duda al bañar a Skull, digo, al bañarme, pasó sus manos por todo el cuerpo de Skull, digo mi cuerpo, dejando limpia cada parte, pronto se me olvidó si quiera que había estaba realmente asqueroso hacia unos momentos. Massu era bueno limpiando.

Me sacó del agua escurriendo, y me dio frío de repente, Massu debió notarlo pues no tardó en hacer un puchero muy pequeño y ponerme la toalla de Skull encima y así secarme muy bien.

Si de algo estoy seguro es de que Massu era muy bueno en esto, y era un poco mejor así, puesto que al ser yo Skull, el no mostraba dudas de nada. El no habría podido mantener su cordura si yo estuviese en mi cuerpo normal.

Cuando Massu consideró que estaba realmente seco y limpio me llevó a su habitación  y me dejó en el piso, advirtiéndome que vendría en segundos, pues tenía que acomodar el baño como es debido. Ladré, afirmando, ya no me era tan raro.

Massu se fue y yo me dediqué a caminar por su habitación. Era muy raro caminar así. Conocer la habitación de Massu así era diferente, pese a que yo ya conocía como era ese cuarto, era muy diferente al conocerlo de esta manera, había detalles en los que no me había fijado bien, como todas esas fotos pegadas en la pared de Massu. Había una en la que estaba conmigo, al centro, con una pegatina con forma de corazón, sonreí, o eso intenté. Pero solo tenía una foto conmigo. Las demás fotos eran de él con otros amigos a quiénes yo no conocía de nada, creí reconocer a Nakamaru de KAT-TUN en un par de esas fotos, a Keii-chan y a Shige en otras más, a la familia de Massu. En fin había muchas fotos, y solo en una aparecía yo.

Me sentí celoso. ¿Por qué tenía tantas fotos de tanta gente y de mí, que soy su novio, solo tenía una? Pero luego recordé que yo no tenía ninguna foto de él en mi departamento. No merecía estar celoso.

Intenté trepar a la cama, y tras un par de intentos y clavando una de mis garritas en la colcha de la cama de Massu lo logré, di un par de pasos y me acomodé en la almohada de Massu. Olía a él. No sé cuándo pero me quedé dormido ahí.


Nora y su madre estaban en la habitación donde el cuerpo de Tegoshi dormía, o al menos parecía que dormía, esa habitación estaba llena de velas, y ellas dos solo murmuraban cosas que solo entre ellas dos entendían.


Cuando desperté, fue porque Massu me llamaba y muy insistente, debo de decir, cuando abrí mis ojos me encontré con su mirada y le ladré en modo amistoso, el me acarició la cabeza.

- Vamos a dar un paseo.

Y antes de que me opusiera me puso un collar, el cual no me había percatado de que no tenía, sacudí mi cabeza, era algo incómodo, pero tras unos segundos olvidé que lo tenía. Me puse de pie sobre la cama y Massu me sonrió. Ahora él estaba buscando algo en el la mesa que tenía al otro lado de la habitación.

Di un par de pasos y brinqué de la cama, y volteé a ver a Massu. Y cuando lo vi, supe que buscaba; la correa de Skull.

Dejé que me la pusiera a regañadientes, me sentía muy tonto así, si Massu supiera que le estaba poniendo una correa a su novio… Seguramente no terminaría en ir de paseo al parque, como seguramente ahora tenía planeado.

Salimos de su casa y fue sorprendente el cambio. Yo conocía todo ese lugar, pero conocerlo en el cuerpo de Skull era diferente por completo, en definitiva todo era mucho más grande, más vistoso y más interesante, caminaba por doquier, como si de verdad no conociera, solo que a veces me sentía limitado.

- Lo siento, Skull no conoce por aquí…
- Lo siento, es un buen perrito, solo está explorando…
- Lo siento, Skull no quería meterse en su camino solo es un perrito curioso…

Massu se disculpaba a cada rato, y pronto empezó a jalar la correa con algo de fuerza, para hacerme caminar junto a él nada más. Sin embargo al llegar al parque me dejó correr y fui feliz. Sin que yo me diese cuenta, Massu había llevado una mochila de la cual sacó una pelota de soccer en miniatura. Me di cuenta de que era una pelota especial para Skull, yo no la había comprado, así que Massu debió hacerlo en cuanto supo que me cuidaría, digo, que cuidaría de Skull.

Me la aventó en cuanto soltó la correa del collar que él me había puesto y entonces entendí porque rayos a los perros les gustaba tanto perseguir pelotas.

El juego de aventar la pelota duró demasiado, y no si se deba a mi voluntad, a que Skull está en forma o algo así que aguanté mucho tiempo jugando, hasta que tras haber perseguido mi pelota, digo la pelota de Skull, descubriendo que el olfato servía para ello, detrás de unos cuantos juegos infantiles que Massu dijo: “Vámonos a casa”, me sentí tan cansado que al ver a Massu, creo que entendió como me sentía porque no me puso la correa, solo me levantó en sus brazos.

Al regresar a casa Massu adivinó que me sentía hambriento y me sirvió de nuevo en el tazón de Skull, y esta vez, tuve cuidado de no mancharme tanto, así que para esta ocasión Massu solo me limpio la boca, digo el hocico, me sentí orgulloso de mi mismo.

Pasamos esa tarde en su sillón, al parecer él también se cansó mucho, por lo que decidió poner una película. Y yo estaba encantado. Massu me estaba abrazando y acariciando mi cabeza mientras la película transcurría. Él nunca lo habría hecho en mi cuerpo real.

Pero algo malo sentí que venía, y lo siento no sabía cómo evitarlo, no quería causarle problemas a mi novio y me arrepentí de no haberlo hecho en el parque.

Tenía que ir al baño.

Salté de los brazos de Massu y eché la carrera más rápida que pude al baño, pero estaba cerrada la puerta. Sentí que solté una maldición, pero sonó como un ladrido molesto, que no sé si Massu escuchó.

Corrí hacia la puerta de la casa, tenía la esperanza de que estuviera abierta y pudiera satisfacer esa necesidad, pero también estaba cerrada, fue cuando Massu se dio cuenta de que algo malo pasaba pero ya era muy tarde…

Me avergoncé de mí mismo, bajé mi mirada y me alejé de la puerta, cuando Massu se dio cuenta puso cara de asco, y luego me miró…

- Skull…

Me fui corriendo hacia la habitación de Massu que sí estaba abierta, no quería ver como Massu limpiaba mi “graciosidad”. Quería llorar de vergüenza.

Entonces entendí un poco a Skull, cuando se ponía loco corriendo por todo el departamento, era por esa sensación, tal vez él no lo sentía tan claro como yo, pero él no me quería ver molesto, y quizás si entendía el fastidio de limpiar aquello. Cuando Massu me llamó, digo llamó a Skull me asomé por la puerta, mi novio sonrió aliviado y le acarició la cabeza.

- Todo está bien.

Y de alguna manera sabía que así era, me di el lujo de treparme sobre él y lamer su mejilla, Massu me acarició un poco más y me llevó a la sala en sus brazos. Terminamos de ver la película.

Massu hablaba conmigo, era un poco raro, pero lo hacía, claro, me llamaba Skull, pero se dirigía a mí, y yo cada vez le respondía lamiendo su mejilla o ladrando en plan amistoso. Massu me contaba cosas que yo ya sabía, me contaba de su trabajo, de su familia… y de mí. Es decir, de Tegoshi.

-  ¿Sabes? No es que me caigas mal Skull… pero yo quería pasar estos días con Tegoshi, ¿Sabías que él es mi novio desde hace poco? Claro que lo sabes ¿Verdad? Pero justo cuando le pienso llamar para que venga a mi casa a pasar nuestros días libres me encuentro con que me dejó una nota diciendo que se va de viaje ¿Cómo me puede tratar así?

Y nuevamente me sentí mal, muy mal…

- No sé ni a donde fue, no me ha contestado ninguna llamada, ni me ha mandado un mensaje… Me siento olvidado… -Massu suspiró y yo me sentí peor. Me acerqué a él y lamí su mejilla muy cerca de sus labios.

- Hasta tú eres más considerado que él… -Me dijo y fue cuando quise llorar.

Nos fuimos a dormir, y me acurruqué junto a él, pues Massu se dejó, me sentí agradecido de que al menos el estar conmigo, en el cuerpo de Skull, hizo que desapareciera, al menos un rato su miedo a los perros.

Y entonces… desperté llorando.


Nora fue quién vio a Tegoshi en cuanto este abrió los ojos.

- Debo irme.
- Lo sé.
- Es tú culpa ¿Verdad?
- Me conoces –Ella se encogió de hombros con una sonrisa- cuando vuelvas tráelos contigo.
- Cuenta con ello. –Tegoshi sonrió. Y agarrando todas sus cosas, tomó el primer camión a Tokio, tenía que ver a su perrito… y a su novio.

Tegoshi llegó a la ciudad alrededor de las 9 de la mañana, y no reparó en nada más que ir corriendo a casa de su novio, sabía que estaría en casa, y también ahí estaba su amado perrito. Llegó casi volando y sin aliento, pues había recorrido todo el trayecto de la terminal de camiones hasta la casa de su novio sin un solo momento de descanso.

Tocó la puerta, y el timbre, muchísimas veces, desesperado, tenía que verlos. Escuchó como su pequeño perro rasgaba la puerta y Massu decía adormilado algo similar a “Ya voy~”.

Massu quitó el cerrojo a la puerta. Tegoshi se entumeció. Massu abrió la puerta lentamente. Tegoshi sonrió. Massu se sorprendió de verlo. Tegoshi se le colgó de inmediato al cuello. Massu solo sonrió haciéndolo entrar.

- ¿Y qué pasó con tu viaje?

Tegoshi negó en lo que se sentaba en el sofá cargando a Skull y mirando a su novio. Suspiró y le llamó a que se sentase con él.

- Te amo, Massu.

Massu solo sonrió, ruborizándose a penas y un poco, desvió su mirada pero no pudo por mucho, porque Tegoshi le dio un tierno beso.

- Y a ti también, Skull.

Pasaron esos tres juntos, los días siguientes hasta que Massu y Tegoshi tuvieron que regresar a trabajar, pero no sin antes planear el viaje donde Tegoshi haría que Nora conociese a dos seres que amaba con todo su ser. Porque no iba a permitir que Skull se sintiese menos por hacer alguna travesura o algo así, y tampoco iba a dejar que su pequeño perrito fuera más considerado que el mismo con su novio.

Por eso días después, después de pasar la noche en casa de su novio, le despertó con unas palabras algo juguetonas;

-Massu… ¿Y si me bañas hoy?  

Y por alguna razón, Massu no se negó.

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La inspiración de este fanfic fue presisamente el ItteQ de hoy. Sí, ver a Tegoshi vestido de perrito me afectó mucho(?). Espero les guste, y recuerden los comentarios son los que motivan a escribir más y más~~

miércoles, 23 de julio de 2014

Mi hermano

Título: Mi hermano
Género: Romance/Incesto
Advertencias: Esto podría significar un fic poco más largo en el futuro.
Parejas: Tegoshi Yuya x Masuda Takahisa [TegoMass]
Fandom: NEWS
Palabras: 300
Tipo: Dabble.


Mi hermano menor tiene un año y cuatro meses menos que yo. Él es muy sociable, cariñoso y muy llevado a sus ideas, tanto que desde hace un par de años su mejor amigo dejó de ser Shige y pasó a ser un montón de cajas de tinte rubio.

Hace unos años, cuando éramos unos niños, solíamos hacer muchas cosas juntos, desde jugar, hasta hacer la tarea, y teníamos muchas cosas iguales, camisetas, pantalones, una que otra sudadera, incluso nos compraron un juego de karaoke en casa con micrófonos gemelos.

Tengo entendido que mamá siempre quiso gemelos. Y pese a que no lo éramos, siempre fuimos muy apegados.

Pero todo cambió cuando mi hermano empezó a traer a su novia, aquella que le insinuó que el cabello rubio era genial. Aquella que le dijo que dejara su carrera truncada y se dedicara a la música, aquella que le dijo que… su hermano era raro…

No me caía bien esa chica. Porque no era raro que yo amara a mi hermano.

¡Era su culpa por ser tan lindo! Por quedarse despierto cuando yo tengo que hacer algún proyecto, por sonreírme y recordarme lo mucho que me quería. Por cuidar de mi cuando yo caía enfermo. Por cancelar citas con esa chica por estar conmigo solo porque yo se lo pedía. Por consolarme en mi primera decepción amorosa… Y por haber compartido conmigo nuestro primer beso.

Yuya, mi pequeño hermano… Haz cambiado tanto, eres rubio, eres todo un chico guapo, odio que la beses a ella cuando tus labios encajan mejor con los míos. Pero no importa mucho.
Ella es tu novia, yo tú hermano…
Takahisa siempre será tu hermano, y ella no siempre será tu novia.
Y tú serás mío entonces.

Y tú primera vez, sabemos que también fue la mía.


jueves, 24 de abril de 2014

Secreto a voces


Título: Secreto a voces
Género: Romance
Advertencias: No hay :3
Parejas: Tegoshi Yuya x Masuda Takahisa [TegoMass]
Fandom: NEWS
Palabras: 1880
Tipo: One-shot
Resumen: ¿Después de mucho tiempo ese secreto se confirmará? Aquello que todo mundo supone, pero que siempre parece ser inmediatamente negado a cualquier insinuación.


Desde que el instinto y la costumbre pudieron más que ellos en pleno concierto llevaban discutiendo que harían en todo el tour. No era secreto para nadie, ni los miembros de la banda que cuidadosamente se habían dado cuenta uno a uno en las tres giras, pero con nadie lo comentaban libremente; Porque nadie lo podía probar.

En cada locación, en su habitación de hotel discutían varias veces de como llevarían ellos dos el concierto, dejando de lado un poco la parte de la banda. Querían hablar entre ellos como darían a su manera ese “fan service” tan aclamado. Pero el resultado siempre era el mismo. Nada. Se dedicarían a dar el concierto.

Tegoshi estaba convencido de que el fan service daría algo de emoción al concierto, y no pedía mucho, simplemente ser un poco más cercanos entre ambos. Pero el argumento de Massu era un poco más convincente; era una gira más madura, con canciones con un significado muy diferente y que no pegaba nada con fan service.

“Pero…”

“Quedamos que era un secreto”

“Un secreto de casi 5 años, Massu”

Era algo que todos sabían pero nadie había confirmado. Cuando había una seña clara, al segundo ellos decían o provocaban que se pensase lo contrario.

Tenían una relación desde hacía cinco años de lo más formal y profunda que alguien pensaría; celebraban su aniversario, había regalos especiales, besos, abrazos, mimos, seguido se iban a quedar en la casa del otro aunque hacía dos años que habían adquirido una propiedad entre los dos en un lugar algo alejado de la ciudad para escaparse algunas veces.

Eran el uno para el otro, y aunque nunca se mostraban así, realmente lo eran.

Si a Massu le preguntaban “¿Qué miembro se ve mejor como mujer?”, sabía obviamente la intensión de la pregunta, y no queriendo dar algo que pensar contestaba: Shige.

Si a Tego le decían “¿Con qué miembro te gustaría salir si fueses una chica?” no queriendo que pensasen lo que era real contestaba: Keii-chan.

Estaban todo el tiempo ocultándose, pero todos sabían que se amaban. Quizás porque pequeños detalles inconscientes que no podían ocultarse; como el hecho de que se veían siempre al cantar, gesto que no necesitaban, pero siempre hacían. Cosas como esa armonía al estar juntos o los gestos naturales que no podían controlar al dormir cerca uno del otro.

Massu no era un negado al fan service como muchos pensarían por asco, porque si lo fuese no dejaría que en conciertos diferentes los otros miembros jugaran con él. Pero detestaba el fan service con Tegoshi porque no podía solo juguetear sin querer algo más.

Pero en sus primeros conciertos de la cuarta gira no pudo controlarse, era mucho tiempo después de su última vez como TegoMass en escenarios. Y la costumbre de abrazarlo pudo más con él que su siempre y casi intacto sentido de la prudencia.

Tegoshi fue feliz. “Quizás al fin”

Pero no fue así, actuaban distantes y dedicándose a las canciones enteramente; no dejaba de haber esa armonía entre ellos, pero no estaban abrazados o haciendo cosas que hacían sin miles de personas en frente, una banda y con micrófono en mano.

En la junta que hicieron en Nagoya discutieron.

“Dije que no”.

“Es el último concierto, hagámoslo por las fans, sabes que ellas quieren ver algo así”.

“Pero…”

“Por favor, Massu, tú me prometiste que lo haríamos público”. Poniendo una cara a la que nadie podía decir que no, Massu aceptó a decir que sí. Porque además, tiempo atrás había hecho una promesa con el rubio; hacer pública esa relación cuando fuese lo suficientemente fuerte y no fuese solo un juego o enamoramiento pasajero. Cinco años eran cinco años. Massu estaba seguro, y si Tego también lo estaba, no tenía más remedio que hacerlo.

El concierto final dio inicio, cada canción era especial. Recordaron un par de veces al público que sería el último concierto como TegoMass y prometieron dar lo mejor de sí mismos, haciendo bromas, sonriendo y saludando a muchas fans.

El ambiente como en cada locación tenía algo especial. Un concierto de TegoMass no era como un concierto de Johnnys normales, un concierto de TegoMass tenía una calidad vocal y musical muy superior a cualquier otro. No había baile ni efectos visuales demasiado llamativos. Eran sus mágicas voces las que encantaban ese recinto.

No era raro ya que tras una canción les aplaudieran con ganas, que algunas personas solo cerrasen sus ojos y se dejaran guiar por las melodiosas voces y la armonía que lograban con todos los instrumentos de la banda.

Y el momento llegó.

Una de las canciones más representativas de ese dúo, sin duda era su segundo sencillo, canción que casi les gustaba a un cien por ciento del público. Por lo especial de la letra, por el ritmo tan romántico, por esa sensación de enamorarse nada más al escuchar la canción. Era una canción para enamorados demasiado fuerte, por eso al dúo enamorado le encantaba y la incluían en todas las giras, esa canción era realmente especial.

Así iniciaron ese plan; actuando la canción más emblemática para ese par de enamorados, cada verso lo sentía, y se miraban con esas ganas de besarse, con cariño, con esa dulzura que los caracterizaba.

La primera parte de esa canción iba bien, las fans estaban doblemente emocionadas; era una canción de las consentidas y Massu parecía llevar muy bien su parte… Hasta que llegó esa parte especial, la parte que habían discutido. Un beso. Se darían un beso en frente de todas esas fans, un beso en público, sin pena, para así demostrar que TegoMass era más que un dúo musical.

En micras de segundo Tegoshi pasó de estar emocionado a feliz, y después a ansioso, la canción era lenta pero su corazón nada lo era, Massu estaba muy cerca de él, y sintió pánico. Ahí acabaría su secreto, lo sabía.

Massu reaccionó poco antes de esa parte donde decía que sus labios se aproximaban, y no podía permitirlo, a fin de cuentas no, sabía que Tegoshi se molestaría pero podría contentarlo después, le dio una cachetada, no fuerte ni dolorosa pero sí para darle a entender que no haría más. Tegoshi entendió a la primera y río torpemente.

La canción continuó como si nada, al igual que el concierto. Era el último y debían de terminarlo bien, justo así fue. Se despidieron de las fans, agradecieron su apoyo, su asistencia y a la banda. De nuevo una gira acababa y ellos seguían igual.

El staff y el equipo de grabación estaban ahí grabando el backstage final, para lo que sería el documental, dieron sus pensamientos acerca esa gira y de la promesa de un siguiente  Tour y muchas ideas nuevas, así de cosas para su aniversario. Hubo agradecimientos a la banda de parte de ambos personalmente y ya sin cámaras después.

Los dos llegaron a sus vestidores, tenían que quitarse la camiseta del tour y abandonar después el lugar. La gira por fin había acabado, pero Massu al cerrar la puerta tras de él con seguro miró a su novio.

“Lo siento”.

Tegoshi no contestó y comenzó a buscar su mochila para cambiarse a su ropa normal.

“En verdad lo siento, yo…”

Se quedó sin habla, Tegoshi parecía ignorarlo. No era la primera vez que discutían, y sabía que era esa una forma de evadirle, pero no iba a caer.

“Respóndeme”

Pero no había respuesta alguna. Massu empezaba a desesperarse hasta que…

“Te amo, Taka”. Por primera vez en cinco años Tegoshi pronunciaba aquella frase. Al menos así de directa, miles de veces había dicho que lo amaba, pero solo muy pocas veces le había llamado por aquel diminutivo de su nombre. Usar ese diminutivo era demasiado especial.

“Yo sé que tu esperabas que… Espera ¿¡Qué?!”

“Perdóname tú a mi” Pronunció el menor.

“Explícame que quieres decir, Tegoshi”

Tegoshi sonrió, estaba a medio vestir pero le abrazó con cariño, acomodándose en su hombro como solía hacerlo cada vez que quería que el mayor le escuchase con mucha atención, este por su parte también le estrechó un poco contra él.

“Cantamos “Kiss~” Muchas veces antes, unas en un escenario como es común y muchas veces más en privado, sintiendo cada verso como ningún otro”. Massu solo asintió. “Pero, cuando la cantamos en privado, solo para nosotros en ese apartamento que es nuestro escondite, siento la canción tanto que quiero llorar de felicidad”. Massu de nuevo asintió, las primeras veces que se cantaron esa canción ambos habían llorado de felicidad, era un sentimiento tan puro el de ellos. “Te amo. Te amo muchísimo, y sé que lo sabes, sé también que el sentimiento es mutuo.”

Massu lo miró confundido y le beso su mejilla. Tegoshi solo continuó.

“Creía estar listo para que todo el mundo dejase de pensar en nosotros como una fantasía, quería confirmar ese secreto a voces que estoy seguro todo mundo conoce, incluso los miembros de NEWS, actuales y pasados, los miembros de la banda, los compañeros de la compañía, aquellas fans incluso… Quería gritar al mundo que te amo demasiado” Tegoshi siguió hablando. “Pero tú no me besaste, creí que sí lo harías, estaba feliz…  pero en ese momento  sentí pánico. Y me puse muy contento cuando te alejaste de mi”.

Massu le alejó un poco para verle bien ¿Ese era su Tegoshi? No estaba tan seguro, porque según él lo lógico era que su novio se pusiese casi verde de furia por haber echado a perder el plan, aún no entendía nada.

“Entendí que nuestra magia es el secreto”.

La cara de confusión del mayor le resultó muy divertida al rubio, y le miró sonriendo.

“Nosotros vivimos en un secreto Massu, nos amamos con locura ¿cierto?” Ambos asintieron medianamente sonrojados. “Tenemos nuestro propio mundo donde solo nosotros dos existimos, tenemos el privilegio de una vida amorosa privada, y me da igual si nos tenemos que disfrazar para ir a una cita, me da igual si tengo que decir que me muero por Keii-chan o si tú dices que Shige es mejor compañero que yo. Me da igual si medio mundo piensa que somos o no pareja, me da igual todo. Porque yo tengo mi mundo contigo.”

“Yuya…”

Masuda lo besó tiernamente, porque cada palabra era cierta, no importaba si lo hacían público o no. Importaban sus sentimientos y llevaba sí, cinco largos años de relación con él, pero mucho tiempo más adorándolo y queriéndolo. Lo amaba y tenía razón, su secreto era su mundo. Su romance era un secreto a voces. Nadie lo podía confirmar, ni su familia o amigos cercanos. Era algo que todos sabían pero nadie lo confirmaba.

Huyeron esa noche a su apartamento lejos del centro de la ciudad.

“Nuestro eterno amor secreto” Murmuraron justo antes de entregarse a ese amor compartido.


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Hoy me fui de compras, tengo zapatos y tenis nuevos (?)
Pero durante toda mi travesía, no he parado de procesar esta idea que pedía a gritos ser fic xD
Espero les agrade ^^