jueves, 21 de junio de 2012

Besos Prohibidos

Igual este es par ami primita Fa
Sinceramente quedó mucho mejor que el anterior según yo (?) XDD Disfrutenlo, espero sus comentarios, casi no escribo a esta pareja asíq ue no sé si este tan bien XD


 Besos prohibidos

Los estudiantes de educación media de esta escuela deben obedecer todas las reglas, ¿Raro? Tal vez no pero si desobedeces una, la que sea, por mínima que sea merece un severo castigo, ¿La razón? vamos a un colegio privado y demasiado estricto, no por nada el mejor de la ciudad. Deben ser más estrictos con nosotros que con cualquier alumno de nuestro nivel.

Vamos alumnos de élite, vamos aquellos con muy unas notas, seleccionados con cuidado de todas las escuelas de educación básica, me sentí afortunado de ser escogido y además con beca, es mi año de ingreso, saber que pertenezco a tan prestigiosa escuela me pones feliz.

Todo iba bien para mí, hasta el tercer mes, fue cuando conocí a un senpai, un senpai admirado por toda la escuela, un senpai perfecto, alguien a quien todos sin excepción, ni de los maestros, le guardaban mucho respeto. Había oído rumores de él, pero a mí se me hacía un ser no tan sorprendente.

Cuando lo conocía cambié totalmente de idea, porque lo conocí en un pasillo, iba tarde a la clase de álgebra de Tsubasa-sensei, ese senpai tomo mi brazo y me dijo que no corriera. Yo no sabía quién era pero me enfadé y me solté de su agarre.

-No te pasará nada si yo te llevo.

Y me tomo de la mano, era más alto que yo y de un aspecto increíblemente amable, me dejé seducir por su aura, no puse resistencia y llegamos a mi aula, el tocó al puerta. Oía a mi sensei casi gritar que nadie iba a entrar. “Esto no hubiera pasado si me hubiese dejado correr”. Aún me tenía de la mano.

-Que quede claro que yo… -Decía el profesor abriendo la puerta y notando la presencia de ese senpai. Ahí fue cuando me di cuenta de su poder en los maestros, este se quedó atónito.

-¡¿Quién rayos…?! Eh… Koyama-kun.

-Buenos días profesor, perdone que lo moleste pero entretuve a este alumno suyo, le ruego lo deje entrar, es mi culpa que haya llegado tarde.

-¿Esta seguro? No parece como si usted y Shigeaki-kun fuesen amigos.

-De hecho, tiene usted razón profesor pero entretuve al chico, déjelo entrar, fue mi culpa.

-Le creeré…

Y me dejó pasar, ese fue mi primer encuentro con ese senpai  que hasta que dijo eso el profesor, no soltó mi mano. La cual extrañamente se quedó cálida todo el resto del día.

El segundo encuentro fue en la clase de deportes. Yo era francamente malo en esa asignatura, y él ¿En todo era bueno? No lo vi correr pero si lo vi instruyendo a las chicas de mi grupo. Me dio coraje de que les prestase atención a ellas y a mí no.

Me tocaba hacer una carrera de relevos junto con un compañero particularmente odioso, un chico que se creía mucho en deportes, y para colmo era bueno, cuando se dio cuenta de que le tocaba conmigo me dijo “no lo vallas a arruinar, tenemos que quedar con el menor tiempo”.
De todos modos no quería que Koyama-senpai me viera perder.

Corrí con todas mis ganas y aun así no pudimos quedar en buen tiempo. Ese chico se enfadó mucho conmigo.

-¡Tu tuviste la culpa! –Me dijo.

-No sólo fue mi culpa.

-Yo hice un tiempo perfecto, ¡tú eres muy lento! –Se venía contra mí, me sacudía, hasta que alguien lo detuvo.

-Ko… Koyama-senpai –Dijo sorprendido.

-Tegoshi-kun, muy par portase así, pensé que Masuda y yo le dijimos que estaba mal ser tan mal perdedor. No culpe a su pobre compañero, tiene hasta la cara blanca.

Aproveché ese momento para zafarme del agarre de ese compañero. Tegoshi no contestaba.

-Tal vez debería decirle a Masuda sobre esto ¿Cómo reaccionará?

-¿Eh? ¡No! A Masuda-senpai no… Esto… Shigeaki-san, lo siento mucho, fue que no tuvimos suerte, será para la próxima la victoria ¿Verdad?

Era un hipócrita, ¿Quién sería ese Masuda?, pero como era Koyama quien lo había calmado y no quería problemas sólo le dije: “Claro, no perderemos la próxima vez”, raro también fue que Tegoshi y yo nos hicimos amigos desde ese día. A Koyama pareció agradarle esa acción y respuesta mía.

Y desde ahí fueron varios encuentros casuales, conocí a ese Masuda, un chico que más parecía que tuvo mucha suerte de entrar ahí a que fuese listo, sin embargo era muy noble y de buen corazón, Tegoshi se transformaba con él. Me daba miedo.

Me hice parte de su grupo de amigos. Éramos cuatro.

Fue hace poco, un escándalo en el colegio, a un par de chicos los encontraron dándose un ligero beso en el receso, la chica era mi salón y el chico era de mi grado pero del salón número dos. Habían sido llamados a la dirección y se la pasaron ahí un buen rato.

Al parecer las muestras amorosas eran tabú en la escuela, lo cual se me hacía ridículo, me acuerdo bien de nuestra conversación sobre eso.

-¿Quién es tan tonto para dejarse ver en un beso, y más en esta escuela? –Se burlaba Tegoshi.

-No todos tienen cuidado en lo que hacen. –Le decía Massu también burlándose un poco.

-Yo pienso que exageran aquí con la disciplina y reglas –Dije, siempre me parecieron exageraciones las impuestas reglas de ese colegio.

-Shige es valiente al decir eso –Dijo Tegoshi.

-Sí que lo es –Dijo por primera vez algo, Koyama-senpai.

En ese momento del receso, llegaba el directos, muy severo, y pegó una circular en el mural de avisos. Exigió que todos los estudiantes debieran leer con cuidado esa circular, y quien desobedeciera sufriría rigurosos castigos.

Koyama-senpai aseguró que era en contra de los besos, y acertó. Recuerdo que me dio igual.

Pareció que la escuela se olvidó del asunto en unas pocas semanas, los exámenes finales se acercaban… Y una bomba vino, Tegoshi y Masuda estaban suspendidos una semana entera.

-Nos fue bien, ¿Verdad, Massu? Somos de los mejores promedios y preferidos de los profesores, así que el director no fue tan estricto.

-Es verdad, pudo suspendernos toda la temporada de evaluación –Dijo Massu sonriente.

-¿Qué hicieron? –Ellos se vieron entre ellos y Koyama-senpai me sonrió.

-Dentro de dos semanas sabrás, cuando pasen los exámenes –Dijo Koyama-senpai.

Y así fue, Tegoshi y Masuda no fueron la primera semana de exámenes, y yo me sentía solo, a Koyama-senpai sólo lo veía en los recesos y la hora de salida. Me frustraba, me sentía solo, pero fue bueno, no tuve distractores y salí bien en los exámenes. La siguiente semana fue menos pesada, sólo quedaban dos exámenes para esa semana y sería libre.

Justo el último día de exámenes pasó. Yo ya había olvidado el motivo de suspensión de mis amigos y la verdad no me importaba, gracias a las faltas de Tegoshi tenía el primer lugar del salón, pues a Tegoshi le valieron todos los exámenes con un punto menos.

Fue en el receso todo sucedió.

El director andaba vigilando el comportamiento de los alumnos y miraba con especial atención a mi grupo de amigos. Traté de no sentirme intimidado. Paso muy rápido… Koyama-senpai hizo una señal. Los del equipo de fútbol que practicaban un poco lo obedecieron y mandaron el balón a propósito cerca de un grupo de chicas que almorzaban… El director lo vio todo y fue a regañarlos. Tegoshi y Masuda emprendieron la huida. Koyama-senpai se quedó parado a lado de mí, tomo mi mano y me dijo “corre” Yo lo obedecí.

Estábamos debajo de un árbol, nadie era capaz de vernos y menos con el alboroto…

-¿Quieres saber porque expulsaron a esos dos chicos?

-¿Eh?

-Te diré a hora mismo.

Y me besó dulcemente, estaba perplejo, tenía mis ojos abiertos, y estaba paralizado, sentía a Koyama-senpai abrazarme, estaba en contra del árbol, estaba seguro de que nadie vendría, sólo pude reaccionar poco a poco, lo fui abrazando y él me rodeo por la cintura atrayéndome más hacia a él, compartíamos un beso apretado, hasta que su lengua empezó a acariciar mis labios pidiéndome un permiso para entrar, y lo concedí sin preocuparme mucho.

Nos seguimos besando un rato, hasta que yo me sentí como que exhausto.

-¿Y bien?

-¿Y bien qué? –Le dije sonrojado.

-Shige… no me hagas besarte de nuevo, por lo menos no aquí… no lo notas. Eres para mí más que un simple chico de primer año. Desde que te vi supe que TÚ eras mi chico.

-¿Eh?

-¿Me dejarás besarte de nuevo?

-Ko…

-Bien, tomaré eso como un sí… -Seguíamos abrazados, pero nada era perfecto. Alguien venía, o mejor dicho estaba ya ahí.

-Koyama-kun, ¿Es usted consiente de lo que significa esto?

-¿Nos suspenderán, justo como con Tegoshi y Masuda?

-Por supuesto. Vallan los dos a la dirección.

Fuimos, nos sentenciaron con dos semanas, no entiendo porque tanto, pero no me importó, Koyama-senpai aprovechó para besarme cuanto quiso sin que nadie le retara.







5 comentarios:

  1. me ha encantado el finc jejejeje estuvo perfecto estos tego y masu y masu todo con y bien jejej muchas gracias por subirlo

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  2. Waaaaa qué más cosas prohibe esa escuela? xD ya me imagino~ con eso de que les gusta romper las reglas jajaajaj tienes razón Yuzu, este me gustó más que el anterior n__n

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  3. lo ame! lo amee~~!!
    que ternura~ Massu y Tego castigados por estar besando~
    me los imagino~ tan moe~~!
    lo del beso del KoyaShige no me lo espere~
    ya dije que me encanto??
    amo como escribes~ *w*!
    Shinku~

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  4. Primera historia que leo y me encantó!
    De verdad que la amé! >.<
    Sí que son estrictos con las normas... u.u
    Escribes genial!! >.<

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  5. Concepto de escuela *//* me agradó! me gustó! y mas el hecho de que Koyama rompiese las reglas tan solo para poder robarle besos a Shige y le suspendiesen XD
    Tegomas infaltable~ >////< en si las reglas eran estrictas pero ver el riesgo que corrían por ello pues me fascinó *//*
    Me gusta como escribes en verdad ;-;

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