jueves, 26 de abril de 2012

Entre el hermoso cielo y el cruel infierno (1/7)

Aquí ya traigo el primer capítulo, trataré de que todos tengan una extensión apropiada n.n

¿No has leído la introducción?


sin más que decir:


Capítulo 1: La junta de primavera

*Tegoshi, ángel del viento*

Hoy es el primer día del inicio de un nuevo ciclo. Hoy es el primer día de la primavera, es el indicador de que un año de duro trabajo ha terminado. Es aquel que indica que un proceso fue terminado. También para mí indica que mi labor ha sido cumplida con éxito en ese año como fue en el anterior y, también de que debo seguir cumpliendo ese deber.

Pero no sólo indica eso, también indica que hay que llevar a cabo la reunión de la estación. La primera reunión del año para seguir en la promesa de paz… Como en cada estación, además de informar acontecimientos importantes… Población, poder, descubrimientos… entre otras cosas.

La junta es en el Monte Fuji, ubicado en un lugar al que los humanos suelen llamar ‘Japón’. A esa junta asistirán los cuatro seres más poderosos de este ‘Cielo’; Los Arcángeles. Cada uno de ellos representa un elemento vital y un punto cardinal. Keiichiro es el más bello y amable de todos, y representa al norte, su elemento es el agua. El más poderoso es el gran Arcángel del fuego, dominante del sur; Yuichi. El Arcángel del este no es otro que Tatsuya, aquel que domina la tierra. El último pero no menos importante es el que domina el viento como nadie, está en el oeste y se hace llamar Kazunari.

Cada uno es increíblemente poderoso, son los líderes que pueden ponernos en orden. Van a la junta acompañados de sus más grandes amigos y colegas de confianza, para mi sorpresa yo he sido elegido por el amable Keiichiro.

Los demás han escogido a otros ángeles muy buenos cuyos nombres no conozco…

-¿Es tu primera vez en el monte verdad? –Me dice uno de ellos.

-Si… -Le contesto.

-Ya veo… ¡Es un lugar muy bonito! Aunque hace frío… -Sigue hablando…

-Considero un honor haber sido escogido para ir… -Le digo.

-Yo también agradezco que Kazunari me haya elegido…

-¿Quién eres tú? –La intriga ya me anda matando… Es muy amable.

-Kei, vengo de la tierra de Inoo, así que soy Kei Inoo.

-¡Gusto en conocerte! Mi nombre es…

-Yuya ¿Verdad?, todos sabemos tu nombre… tu labor es muy importante… -Contesta con una sonrisa.

Los dos vamos siguiendo a los cuatro poderosos y a dos más que son los acompañantes de los otros Arcángeles… Según pude escuchar entre sus comentarios eran Taisuke y Yuta… acompañantes de Tatsuya y Yuichi respectivamente. Estábamos ya de camino hacia el monte Fuji.

Keiichiro se detuvo y señaló un punto lejano, los demás asintieron. Yo sólo los vi… El primero fue Kazunari, el cual que tras un haz de luz desplegó sus hermosas alas blancas ante nosotros, seguido de Kei, el chico que me iba haciendo plática, ambos expertos dominantes en el viento tomaron la delantera, las alas de ambos eran hermosas, delicadas, y fuertes. Le siguieron Yuichi y Tatsuya, cada uno con el joven ángel que los acompañaba.

Quedamos al final Keiichiro y yo…

-¿Asustado…Yuya? –Dijo dulcemente, esa voz delicada que conocía bien. Posiblemente la más hermosa hasta ese momento.

-Un poco… -Le contesté.

-No tengas miedo, es una junta de rutina… Debemos hacerlo en el mundo humano para que no haya disputas grandes… Hay veces en que nos tardamos en llegar a acuerdos…

-¿Eh?

-No es nada… Anda muestra tus alas Yuya y vamos…

Le hice caso, desplegué mis alas… se sentía extraño… ¿Era porque estábamos muy cerca del mundo humano?

-¿Qué sucede? –Me preguntó antes de iniciar el vuelo.

-Nada… me sentí extraño, es distinta la sensación…

-Ah, eso es normal Yuya, no te preocupes…

-Bien…-Iba a tomar impulso para emprender el vuelo pero me puso su mano en mi hombro, hizo que lo viese a los ojos, me sentí atrapado por su mirada.
Me miró preocupado pero luego sacudió su cabeza, desplegó sus alas pero no me soltó mi hombro, yo estaba atontado. No sabía qué hacer.

-Yuya… Una cosa más, es una advertencia…

-¿Ah?

-Es tu primera vez en esta junta ¿Verdad?

-Si

-Escúchame bien, dentro de nuestras reglas sólo los nosotros, los cuatro ángeles de los elementos y unos que otros anexos que suelen acompañarnos, motivo por el cual muchos nunca han visto ni verán a un demonio…

-¿Qué quiere decirme con eso, Keiichiro?

-Es simple… Yuya Tegoshi, un demonio es algo bello como nosotros, bueno ellos se llaman atractivos, se meten con humanos sin importarles sus sentimientos, por puro placer nada más. –Lo miré atónito… algo así yo jamás lo habría imaginado –Yuya, lo más seguro es que no lo aparenten en lo más mínimo, pero no son muy confiables… no son malos, no es que no tengan corazón, es sólo que así viven…

-Entiendo pero… ¿Por qué me lo dice?

-Porque Tegoshi, eres demasiado inocente, no te fíes tan fácil de nadie, por favor o podrías terminar mal, no quiero eso para ti pequeño… Eres muy bueno y especial. Ten cuidado, aunque dudo que te quieran hacer algún daño. –Me quedé en silencio y esperé a que continuase – ¿Me prometes que serás cuidadoso?

Me estaba hablando Keiichiro con mucha delicadeza, con mucha sinceridad, con demasiada seriedad. Nadie, absolutamente nadie podría decirle que no. Así que no sería yo la excepción.

-De acuerdo, seré cuidadoso.

Me sonrió un poco aliviado y emprendimos el vuelo, los demás habían tomado una muy buena delantera de camino, así que tardamos en encontrarlos pero Keiichiro conocía bien el camino hacia aquel monte… Cada vez hacía más frío.

Llegó el momento de descender. Al bajar Yuichi dio la instrucción de ocultar nuestras alas por si algún humano curioso se acercaba. Al preguntarle el ‘¿Por qué?’, Taisuke y Yuta sonrieron…

-¡Para que no sepan de nuestra existencia, Yuya! –Dijeron juntos.

Recordé entonces que los humanos no sabían de nuestra existencia, en alguna ocasión me lo había dicho Keiichiro.

El resto del camino, es decir hasta la parte más alta era a pie, caminando, todos íbamos en silencio, cada uno preocupado de sus asuntos, probablemente los poderosos iban pensando en el tipo de acuerdo al que llegarían, los otros en mantener la guardia…Pero yo… Yo tenía dudas ¿Cómo eran los demonios? ¿Eran feos? No lo creo… Keiichiro dijo que no.

Poco a poco el frío iba despareciendo por una oleada de calor,  era algo drástico ese cambio tan repentino…

-Llegamos tarde… -Dijo Tatsuya –Ellos ya están aquí.

Y mi duda se resolvió, Los demonios eran increíblemente bien parecidos, me petrifiqué al verlos, eran ocho en total, siete de ellos con un aura algo oscura pero no se veían tan peligrosos. Sin embargo había un aura mucho más clara que la de ellos, no tan blanca y brillosa como la mía o la de cualquiera de quienes me estaban de blanco y colores claros, pero si mucho más clara que esa que rodeaba a los demás.

Vi su cara, vi su cuerpo, lo observé y el me observaba a mí. Sus ojos eran de un café muy oscuro, a diferencia de los demás que tenían los ojos negros. Su cabello era rojo como su ropa.  Sentí su presencia en mí, no sé porque perdí noción del tiempo… No sé porque sentí que el mundo se paraba… sólo sentí como algo cálido y desconocido me invadía.

Era mi destino, estoy seguro.

*Masuda, demonio oscuro*

-Francamente creo que yo no debiese ir ¿Qué pinto yo ahí en una junta tan importante?

-¡Ah, Taka! No seas así ¡Vamos!

-¡No me digas Taka! Soy Takahisa

-Cómo sea da igual, vas a ir, eres de los demonios de confianza, e irás como mi guardaespaldas… 
¡El puesto más importante después del mío!

-Ryo… yo no…

Me besó otra vez, cuando quería algo y no lo conseguía de mi parte… me besaba hasta saciarse, para ‘Convencerme’, pero más bien era hasta que se cansaba, yo nunca cedía… Pero me obligaba  a hacer lo que él quería que hiciera.

Terminé aceptando ir como su ‘guardaespaldas’, aunque por algo Ryo era nuestro líder, tenía más poder que ninguno y no necesitaba ningún tipo de protección.

Nos encaminamos, gran parte del camino era a vuelo, pero el inicio era a pie. Los que iban eran los guardianes de las puertas de entrada del infierno, Jin de la entrada Noreste y su acompañante actual; Kazuya, un viejo amigo. Por la entrada del Suroeste esta Koki, con un chico nuevo llamado Ryosuke. La entrada del Sureste es la de un chico nuevo llamado Junnosuke y quien lo acompaña es un chico llamado Hikaru. Y la entrada del Noroeste es la más grande y mejor cuidada, Ryo, mi Señor es quien la cuida y yo voy con él.

Nos diríamos a la junta de primavera, donde reafirmábamos acuerdos con los ángeles para mantener cierta distancia y paz, para así evitar una guerra.

Al llegar a la entrada del infierno que pertenecía a Koki emprendimos el vuelo, las alas más llamativas de todas eran las de Kazuya y las de Ryo, pero todos decían que las mías tenían cierto encanto. Todas recuerdan a la forma en que las tienen los animales que los humanos suelen llamar ‘murciélagos’… Pero las nuestras brillaban.

Estaba amaneciendo. Jin se iba quejando acerca de que los ángeles tenían ese ‘mal hábito’ de levantarse temprano…

-¿Pero qué les cuesta hacer la junta a las cinco de la tarde? –Se quejaba.

-Porque a los ángeles les gusta madrugar… -Se burlaba Koki, al cual según me daba cuenta le gustaba tanto eso de levantarse temprano como a Jin.

-Ni que fuese tan temprano… -Se me ocurrió decir.

-¡Takahisa! ¿Estás loco? Son las nueve de la mañana. A esta hora normalmente estoy durmiendo –Me dijo Jin.

-Bueno… yo también sigo durmiendo a esta hora, pero no es para tanto –Dije, para defenderme, los chicos, todos ahí odiaban levantarse temprano.

-¡Ya tranquilos! No nos conviene enojarnos entre nosotros. Hoy es un día importante –Dijo Ryo con voz autoritaria, sólo él era capaz de aquello.

Continuamos en silencio, yo iba pensando en si cómo eran los ángeles. Era esa la primera vez que los iba a ver. Ryo siempre me había dicho que debía ir pero siempre podía evadir esa ‘Responsabilidad’. Me había dicho Kazuya que eran realmente hermosos, y muy puros.

Cada vez nos acercábamos más al destino y yo seguía con mis dudas… Y pensé por un momento en eso del amor prohibido entre un ser como yo y un ser como aquellos que Kazuya decía eran verdaderas bellezas.

No lo creí posible. Pronto estuvimos ahí. Ocultamos nuestras alas, y nos dispusimos a esperar, ellos aún no habían llegado, cosa que hizo que Jin y Koki hiciera berrinches otra vez, ahora se les unían Ryosuke y Junnosuke que no compartían la idea de esperar a los ángeles esos.

Poco después llegaron, y como me habían dicho eran verdaderamente deslumbrantes… Me sentí intimidado, parecían muy fuertes, todos tenían mucha seguridad en sí mismos… todos parecían conocer la situación… O eso pensaba.

Había un ángel hermoso, de facciones increíblemente finas, con un color de cabello rubio y sus ojos de castaño claro, al grado de casi parecer de miel, pero a fin de cuentas castaño. Estaba vestido de blanco, sólo él tenía una cara similar a la que yo debería estar poniendo; total y completo asombro ante el espectáculo de conocer a nuestras debidas contrapartes, nuestros contrarios.

Pero… Me sentí observado.

Calvé mi vista en ese pequeño ángel que parecía indefenso, en ese pequeño… Sus ojos eran la curiosidad pura, me miraba directamente y por alguna razón yo no pude hacer nada para desviar mi mirada. Yo tenía ganas de verlo.

Nos seguimos viendo, no hice caso de lo que decían… Ni hice caso a cuando Mi Señor Ryo me habló… estaba acercándome demasiado a esas hermosas criaturas, pero más en específico a ese en especial.

Fue cuando el hasta ahora callado Hikaru me tomó del brazo negando con la cabeza, vi como los ángeles que aprecian mayores reían… tomé mi posición a la Derecha de Mi Señor. Y la junta comenzó.

Empezaron a hablar de los acuerdos actuales, el tratado de paz. Al parecer mi Señor y el que se presentó como arcángel de agua se trataban con mucha frialdad.

Dejé de prestarles atención, no me importaba, sólo eran diplomacias. Me dediqué a verlo a él.

Perdí la noción del tiempo, perdí el hilo de la conversación… creí que apenas eran unos segundos y luego me dijeron:

-¿Irás tú, verdad?

-¿Yo? Ah, ¡Sí! –Contesté, esperando que fuera lo correcto.

Vi como Mi Señor hizo un gesto de enojo.

-Bien, la situación en el mundo de los humanos no me preocupa en lo más mínimo pero… Si ustedes lo consideran tan importante como para mandar a mi mano derecha a investigar –Se notó un tono de evidente enojo –Yo escogeré entre ustedes quien acompañará a mi demonio.

El arcángel del agua asintió con desagrado; ‘Escoge’ fue lo que dijo. Y Mi Señor Ryo señaló al pequeño que yo había estado viendo ‘¡Él!’, fue lo que dijo y con una mueca en la cara ese arcángel aceptó.

Le lancé una mirada a este chico que me miró también… Al parecer el tampoco entendía nada. ¿Ninguno había puesto atención?

-Bien, está decidido. –Dijeron los dos líderes.

Yo me quedé en seco ¿Qué se supone que iba a hacer? Y  ¿Por qué precisamente con él?, Al mirarlo comprendí que él tampoco sabía nada. Miré a mis acompañantes me miraban inexpresivos… Los ángeles miraban al pequeño también pero con lástima… Me enfadó un poco.

Ryo dio vuelta, y los demás también… yo iba a hacer lo mismo pero me aventó al centro de donde se realizó esa junta, pude observar que algo similar sucedió con el angelito ese.

-¡No estropees la reputación de un demonio Takahisa! –Me gritaron Koki y Jin.

Mi Señor me dijo: ‘Suerte, mi querido Taka, y cuidado con lo que sientes… podría ser peligroso’ me dijo, por primera vez con una nota de preocupación.

A ese ángel le dijeron algo similar… y los demás se fueron. Estaba claro que de ahora en adelante le iba prestar atención a las reuniones si es que regresaba a alguna, tenía la esperanza de que ese ángel si supiera que debíamos de hacer.

-¿Eres Takahisa… verdad? –Me dijo con una nota de voz muy baja y realmente melodiosa, una voz demasiado… pura.

-Sí, Takahisa Masuda… ¿Y tú? –Dije nervioso, era la primera vez que hablaba con un ángel.

-Yuya Tegoshi… -Dijo temeroso.

-Ah… por cierto…

-¿Sí?

-¿Qué es lo que debemos hacer en el mundo de los humanos?

-No lo sé…

-¿Ah?

-¿Tú tampoco? Yo… bueno no prestaba atención.

-Yo tampoco… así que…

-Tenemos un problema –Dijimos juntos. Fue extraño, pude sonreír después de aquello y una sensación desconocida se apoderó de mi ser… Mis compañeros y los de él se habían ido ya… Estábamos solos y con una misión que no sabíamos de que trataba.

2 comentarios:

  1. kyaaaa arigatou yuzu por avanzarlo, hermosos fic me encanto.... ya empieza, si me encnata, los lindisimos arcangeles y los demonios y sobre todo yuya y takahisa ... ahhh que lindo ^^
    ----- continuacion onegai, ya me pegue esta super :D

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  2. Kyaa~!! ya se conocieron *^*!!
    que emocion!!
    por cierto que despistados x3!
    y ahora?? quien les dira que deben hacer??
    pobrecitos~ >3<!!!
    contiii~!! *O*!!

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