jueves, 2 de febrero de 2012

No sé como llamarlo *Historia para el colegio*

No  sun fic en sí, es una historia que escribí para el cole ._.



Es un día normal, una tarde normal, aparentemente, estoy sola, no sé muy bien que hacer, vivo actualmente sola en mi departamento para estar cerca de la universidad y de mi trabajo de medio tiempo, era un departamento pequeño, tenía una pequeña cocina integral muy estrecha pero suficiente, un refrigerador pequeño donde había cosa que eran totalmente necesarias, mi habitación era la habitación más grande, tenía un armario grande, mi cama era tamaño matrimonial con sabanas y colchas blancas, tenía un tocador y dos burós de noche a lado de mi cama, el cuarto siguiente era un baño, igual muy pequeño, y luego esta la sala, un espacio donde había un sillón y una mesa de centro donde había una lámpara color azul, además de una televisión la cual estaba situada en un mueble de madera. Cómo vivía lejos veo a mis padres cada fin de semana si puedo, de alguna manera me estoy volviendo independiente de ellos.

Algo que me ha hecho estar lejos de ellos es mi novio… Ryo, ese chico de ojos totalmente oscuros, piel clara, y con una sonrisa realmente amable, tal pareciera que no le haría daño ni a una mosca. Lo conocí en un café, cuando no tenía ni idea de que hacer en esa zona de la ciudad.

Se mostró amable y me gustó mucho. Creo que se le puede llegar a llamar amor a la primera vista.
Y me lo creí porque cuando nos encontraron juntos sus amigos en un encuentro casual, me confiaron que él normalmente es un grosero y no le hace caso a nadie.

Y fue así como comenzamos a salir, como un cuento de hadas ¿No es verdad?

Hoy, el día esta nublado, parece ser como ya dije, normal, tocaron a puerta, sonreí al escucharlo, era claro y tenía cierto ritmo, claro, sólo podía ser él. Me levanté con calma a abrirle, seguro que quería que fuésemos a pasear o a comer o quizás sólo venía a platicar, la verdad no importaba mucho, estaríamos juntos.

Lentamente abrí la puerta, y efectivamente era él.

Le saludé y quise besarlo, no se dejó, pasó de largo y yo cerré la puerta ¿Qué pasaba? No sabía, pero quería saberlo ya. Lo seguí y estaba en la sala ya, se sentó y tenía un aura extraña.

-¡Estoy harto!

-¿Eh?

Me tomó por los hombros, me miro enfurecido, de una manera nunca antes vista por mí, me dio miedo y baje la mirada, ese fue el primer error de mi parte en ese momento.

Me zarandeó y yo no entendía la razón jamás lo había hecho, me sentí lastimada aunque eso no era ni la mitad de dolor que en mi vida había sentido, no le agarraba sentido a lo que estaba haciendo.

-¿Qué te pasa, Ryo? –Le pregunté claramente preocupada, el jamás había puesto una mano sobre mí, y la verdad su actitud de ahora me preocupaba un poco, bueno un mucho, más que nada era el dolor de no saber que pasaba.

No me contestó, tan sólo me soltó y se fue a una esquina de la sala, se puso una mano en su cara, no me volteó a ver ¿Qué rayos le pasaba? Así no era jamás, nunca se comportaba así.

-¿Estas bien? ¿Sucedió algo? Tú nunca eres así ¿Qué te pasó? ¿Qué te hicieron?

-Eres…

-¿Ah?

-Eres realmente fastidiosa, ¿Qué ganas de hacerme tantas preguntas tan estúpidas?

-Pero… ¿Qué rayos…?

-Tu…- Me decía y se acercó de nuevo a paso veloz hacia a mí, esta vez me soltó una bofetada- eres un juguete. Necesito divertirme –Me dijo siniestro, un gran error fue no creer en esas palabras.

-¿Divertirte? –Dije sobándome la mejilla con mi mano, la sentía roja, ardía, pero estaba en realidad confundida.

Él me obligó a verlo a la cara, yo no quería, pensaba que era mejor dejarlo sólo y luego hablar con él, pro claro, él, no me dejó, me tomo por la muñeca aplicando fuerza, me dolía un poco, pero no podía hacer nada, estaba confundida.

Cuando lo sentí me aventó contra el piso, la mesita de centro se tambaleó, me dolió, y lancé un quejido de mis labios. Algo cálido, su mano, ¿Me acariciaba el rostro?, no sólo me contemplaba para luego darme un par de cachetadas.

Entendí entonces que tenía que defenderme.

Pero yo era mucho más débil que él.

Forcejé, ahora me golpeó, yo a mi manera y como pude al borde de la desesperación de irme me zafé de él, iba arrastrándome prácticamente hacia atrás, quería salir de ahí. No me lo permitió.

Me tomó del tobillo y me jaló hacia a él, quedó encima de mi, empezó a pegarme a puños, yo lloraba.

-¿Qué te hice?

-No te hagas la desentendida…

Dijo entre golpe y golpe, yo lloraba, me dolía, y creo ya sangraba.

Ahora me tomó el cabello, estaba yo cansada y adolorida, estaba prácticamente tirada en el piso sin poder moverme bien, me jaló el cabello hasta que me puse de pie, o algo similar, sus ojos eran inexpresivos ahora ¿Qué sucedía?

Literalmente me arrastro, golpeándome con todo lo que estaba a su paso, los muebles, las paredes, la puerta, cualquier cosa que pudiera hacerme daño, yo lloraba le pedía que parara, pero parecía que esta sordo o que mi voz no podía ser escuchada, eso me dolía.

Llegamos a mi cuarto, me aventó a al cama y medio le di gracias a Dios de que fuera contra la cama que era suave y no contra el armario o el piso.

Salió del cuarto, y yo pensé en cerrar la puerta, pero me dolía todo el cuerpo no podía con ello, así que esperé impacientemente, tenía mucho miedo, las lágrimas caían por mis mejillas frenetícenme, ¿Por qué me hacía esto?

Llegó y temblé de miedo, lo sentía venir, si eso estaba cerca, ya se me acababa mi tiempo.

Recuerdo que aunque dolía me gustó, recuerdo que el liquido rojo correr por mi cuello, por mis brazos mis piernas, si me estaba cortando el cuerpo, con lo que podía,  había ido por un objeto punzocortante a la cocina, no sé por que.

Gemía y gritaba de dolor puro, sin embargo el no parecía parar, más de una vez le solté una patada o una cacheta, pero parecían no hacerle daño en lo más mínimo, después de recibir más golpes y coartadas, pedirle piedad muchas veces, ya no sentí nada más.

Pero eso no importa ya ahora, jamás importará, ya desperté de ese tipo de sueño,  pero no lo culpo, no sé aún por qué me hizo esto, no sé que hice mal, tal vez sólo estaba molesto por su trabajo o por un amigo, o quizás y sí hice algo mal.

Pero no importa yo sé que el no quería hacerlo…  si no fuera así ¿Por qué estaría llorando ante la tumba? He despertado del sueño de la vida, ahora estoy despierta en este mundo si, el mundo de los muertos, ya no llores, se que no querías hacerme daño.

                                                                                                                                                                      

2 comentarios:

  1. hey! nena! te felicito por tu gran trabajo me agrado demaciado! sabes en algunas sinceramente me identifico FELICIDADES!

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  2. Yuzu-chan!!! extrañaba leer tus fics ;o; decidí pasar a revisarlo y me encuentro con esta historia T____T Ryo-chan baka!!! cómo pudo hacer eso u.u
    Aún así, me gustó mucho.
    Bye :)

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