¿Siempre será así? (9/23)

Aquí el capi, hoy hubo concert *-*!!

Así que traigo esta obra, no me gustó tanto el capi epro bueno, creo que esta bien, su opinión es la que más cuenta

Capítulo 9

Los días siguen su curso y ya casi termina nuestro primer semestre juntos, vamos ya por cuatro meses juntos, es genial, creo que por fin he encontrado una pequeña motivación a mi vida, Tegoshi de verdad ilumina un camino al cual sigo, lo sigo ciegamente, estoy estudiando, el también y damos lo mejor de nosotros mismos, creo que nos irá muy bien, ansío cada momento con el, me siento completo y realizado cuando me habla, cuando me sonríe, cuando ríe conmigo, cuando hacemos algo juntos, casi somos uno mismo.

El día de hoy tengo clase y nos revelan un proyecto que antes jamás me habría interesado, es un concurso para novatos de la fotografía, el premio es un trabajo en una revista y una cantidad muy buena de dinero, además de un viaje por varios países, me importa un rábano el premio, sólo me interesa que tal vez pueda participar, decidí comentarlo en una comida entre Tegoshi, Nakamaru Ueda y yo, nos habíamos vuelto muy amigos:

-Quiero participar en el concurso.

-¿En serio? ¡Me alegro Masuda!, nunca pensé que quisieras participar en algo así, naturalmente yo también entraré –Nakamaru.

-¡Yo les deseo suerte a los dos, pero espero que gane Maru! –Ueda.

-En mi caso apoyaré fielmente a Massu –Tegoshi, su comentario me sorprendió.

-¿Y por qué a Masuda? –Ueda.

-Porque es lo que quiero hacer, apoyar a Massu siempre que pueda –Tegoshi.

-Eres raro –Ueda.

Yo también lo pensé así, pero esa su decisión y a mí beneficiaba, platicamos de muchas cosas, de nuestros entrenamientos de el equipo de natación, de nuestras clases, de algunas aventuras en la Universidad y planes futuros, como el cine y quizás alguna fiesta.

-Pin organizará una fiesta –Ueda.

-¿Pin? –Preguntamos los tres.

-Masuda, los vemos en todos los entrenamientos, y ¿No sabes que todo el mundo les dice así a Yamashita y a Akanishi?

-Ni enterado. Pero ¿Y qué que hagan una fiesta?

-Mm, habrá de todo, esos dos son conocidos por hacer las fiestas más geniales y locas del campus, de seguro nos invitan, ¿Iremos, cierto?

-¡Claro! –Dijo Tegoshi, y la verdad si el iba yo también, también era seguro que Ueda jalaría a Nakamaru a esa fiesta.

Terminamos de comer y todo parecía ir muy bien, pronto nos dieron las bases de ese  concurso, el tema de al foto era libre, y teníamos un mes para entregarla, nuestro profesor nos haría el favor de hacer el tramite del concurso, me inscribía ante el asombro general de mi clase, sin embargo cuando el profesor me dio la hoja me sonrió deseándome suerte.

Regresé al dormitorio y me encontré con un Tegoshi tirado ene l suelo, dormido, de nuevo, al aparecer encontraba muy cómodo el suelo, lo desperté y le dije:

-¡Hoy toca lección de cocina!

Se levantó al instante, adoraba que le enseñase algo, por mínimo que fuese, la lección de como lavar la ropa fue divertida entre mucha espuma, y la de planchado fue algo peligrosa pero agradable, aunque perdí una camiseta por que se quemó, las de cocina en verdad iban bien, tal vez sería porque todo era muy sencillo y agradable.

Ese día le enseñaría a cocinar mi comida favorita Gyozas, saqueé los ingredientes y él limpio la zona de maniobras, estábamos ambos felices y entusiasmados.

Lo básico ya lo sabía, tenía talento para cortar vegetales y bueno era sencilla la tarea, cada vez sabía más cosas y era obvio pues tenía disposición  para aprenderlas, no tardamos mucho, ya casi estaba listo todo, y pronto comeríamos.

Me deje caer en mi cama mientras él limpiaba todo lo que usamos, recordé al hoja esa para inscribirme y la leí, busqué una pluma y empecé a llenarla con mis datos; Nombre, Edad, Teléfono, Dirección actual, Fecha de nacimiento y cosas de ese estilo, llegó un parte en la que no había pensado, suspiré profundamente, esto llamó su atención.

-¿Qué sucede? –Se acerca a mí con gesto preocupado, en verdad parece una chica preocupada cuando se lo propone, llegó hasta mi cama y se sentó en un borde de esta.

-Nada en especial –Mi problema no es tan serio, no es necesario decírselo.

-Tienes algo, ¿Qué sucede?

-No tienes por que preocuparte, no es la gran cosa.

-¿Qué es? –Exigía saber.

-Mm, es que… ¿Recuerdas el concurso del que hablamos con Nakamaru y Ueda ene l almuerzo de esta mañana?

-Si, claro que sí.

Estaba cerca de mí, yo me senté a su lado en el borde de la cama, le di la hoja para que la viese, la tomó y la leyó atentamente, pareció entender cuando llegó hasta la parte que aún permanecía en blanco

-¿’Tema de la fotografía’?

-Si, eso.

-¿Cuál es el problema?                                                                                                 

-No tengo idea de que fotografiar.

Se quedó en silencio, y dejó la hoja esa en su cama, me miró y dijo:

-La comida esta lista.

Y era verdad, me levanté y serví en porciones iguales para él y para mí, estaba delicioso, creo que es porque la comida se disfruta más cuando la comes en compañía de alguien a quien aprecias o porque la hicieron juntos, o simplemente por disfrutar de un momento agradable acompañado.

Al terminar de comer yo me ofrecí a limpiar, ahora, el hábito de la limpieza no lo dejaría nunca, el tomó un lapicero y yo me di la vuelta, a fregar los plato me puse, estaba concentrado en mi tarea que no le puse atención a él, no eran muchos trastos así que acabé rápido.

Me acerqué a él y vi que tenía mi hoja, el se espantó y la puso detrás de sí, empezamos una carrera por el cuarto, yo tratando de que me de mi hoja y el corriendo por encima de las camas y muebles –escasos –del dormitorio, era un juego divertido, pero luego se cansó, empezó a toser y lo alcance, lo tomé de la mano y le quité la hoja, tosía un poco pero se recuperó.

Vi la hoja, el la había terminado de llenar, sólo faltaba mi firma, pues al de alguien que de aval a mi participación ya estaba, era su firma, le miré, el estaba sonrojado.

Leí  en voz alta el espacio que yo había dejado en blanco:

-‘Lo que más deseo proteger’

-¿Es un buen tema no?

-Supongo que sí.

Me abrazaste y no logré comprender la situación, ¿Por que decías quererme?, era una sensación cálida estar a tu lado, era algo agradable tenerte ahí, me sentía ¿Completo?, nunca había experimentado algo así, nunca había tenido el deseo ni la sensación de querer sentir a alguien, de recibir mimos de alguien, siempre había estado sólo.

-Te quiero –Dijo Tegoshi, de nuevo, ¿cómo se supone debía responder? ¿’Yo también te quiero’?, eso… ¿Cómo puedo decir ‘te quier0’ si ni siquiera se como querer a alguien?