martes, 8 de noviembre de 2011

¡No soy uke! (Cap 3/4)

Me he tardado SIGLOS con esta conti, pero al fín aquí esta~!



Capítulo 3

Salieron los dos de la compañía, juntos, caminaban en silencio, Pi estaba en la elaboración de un plan romántico para el inocente buta, había tenido muchas y variadas ideas en el transcurso del día, pero al anotarlos y ano le parecían tan hermosos o buenos o románticos, quería que fuese perfecto pues sólo tenía una oportunidad y simplemente no la podía desperdiciar y mucho menos arruinar, además si todo salía bien, él tendría mas oportunidades, citas y demás con su adorado Massu, al que llevaba queriendo desde años atrás.

Masuda esta un poco estresado, no sabía que haría si Ryo los veía, a fin de cuentas, el hombre sexy de Osaka había sido el primero en su vida, y era imposible no sentir algún tipo de atracción hacia el, y hubiera sido mejor no aceptar quizás, pero el mayor lo dijo con tanta seguridad y con una tan dulce mirada que reaccionó conforme a lo que vio, pues no fue capaz de mantenerse en su posición con Ryo, sin embargo una parte de la cabeza de Massu, se podría decir, su diablito interior, le decía que no podía pasar mucho, total Ryo estaba en una junta de Kanjani 8, y pues no hay que negar que Tomohisa era guapo y no perdía, es más hasta ganaba mucho con la situación, más otra parte de el pensaba que eso estaba mal, en resumen un lio mental.

Ryo en cambio durante la junta no paraba de pensar en su menor, el nunca se había enamora antes, sólo como cualquier persona, había salido antes en citas, eso si eran muy pocas ocasiones y con mujeres hasta cierto punto solamente ‘buenas’ exteriormente, pues de cerebro no tenían nada, hasta hace poco era lo que se le podía llamar un ‘hombre normal’, pero ahora tenía algo a lo que podía llamar una nueva emoción y sentimiento, y el causante de esto, era nadie más que Masuda, ciertamente le aprecio que Ryo creía tener hacia el menor era algo más y nunca se había dado cuenta de ello, quizás porque no le interesaba tanto la búsqueda de una verdadera pareja, más sin embargo, ahora que tenía una idea de que hacer, de como se sentía y hacia quien sentía todas esas lindas y agradables nuevas emociones.

Su junta consistía en el lanzamiento de un álbum, y su posterior gira, lo cual implicaría que habría que viajar mucho por todo el país, poco tiempo libre y ensayos al por mayor, de deprimió un poco al saber esto, pues eso quería decir que tendría poco tiempo para pasar con su chico, al que extrañamente ahora sentía muy suyo, alguien demasiado especial, y que se arrepentía no haber notado antes, pues se perdió tiempo al estar como sólo amigos.

Sus compañeros de grupo mientras, armaban un alboroto en torno a una ventana del lugar donde estaban, Ryo intentó no hacer casi, hasta que lo forzaron a ir a ver, y al no encontrara una buena excusa  para no hacerles caso fue a la ventana, acto del que se arrepintió pero agradeció al mismo tiempo; vio a Yamashita con Masuda, y el mayor de los dos pasaba su brazo por encima de los hombros del menos, y ambos con una gran sonrisa en la cara, esa no era para nada una conducta normal entre amigos, eso se notaba a leguas, sus amigos decían cosas como ‘No sabía que salían juntos’ ó ‘Es en verdad sorprendente que de si sean gays y lo demuestren’ entre otros, Ryo frunció su frente, carraspeó y a un paso acelerado recogió sus cosas.

Los otros dos subieron al carro de YamaPi,  se olvidaron un poco de los demás y se centraron uno ene l otro, uno para dar lo mejor de sí y el otro por aprovecharse de la situación y ser capaz de saber si era amor lo que sentía por Ryo, y no una simple y sencilla ilusión.

Arrancó el auto el mayor y se fueron de la agencia.

Ryo atravesaba la compañía como un rayo directo hacia la salida, pero nunca contó con todos los obstáculos que ese día había en esta,  un grupo de nuevos Juniors   que estaban conociendo la compañía y el edificio así como la gente que trabajaba ahí, ocupaba todo el pasillo, y pasar entre ellos puede considerarse un verdadero logro, los elevadores descompuestos y las escaleras por tal motivo saturadas tampoco eran de mucha ayuda, el pasillo de ‘atajo’ se encontraba  en un estado de limpieza por una mujer que al parecer odiaba su trabajo, y claro no dejo pasara Ryo-chan .Para cuando había llegado a la entrada del edificio de la compañía ya habían pasado diez minutos desde que vio lo acontecido desde la ventana. Buscó en vano el auto de Yamashita, pero este parecía haber desaparecido sin dejar rastro alguno.

Los otros dos estaban olvidándose poco a poco de lo demás, Yamashita tenía facetas y actitudes que Masuda desconocía por completo, era en verdad muy agradable, y el hecho de que se mostrase tan dulce y encantador con él, le gustaba demasiado, entre comentarios llegaron a la conclusión de que irían a algún lugar a pasear un rato y a comer, sin que se dieran cuenta el ambiente y atmosfera entre los dos era cada vez más  agradable y tranquilo, los dos se entendían maravillosamente.

Ryo estaba furioso, tanto consigo mismo como con la situación en la que se encontraba, no tenía ni idea de donde podría estar el chico al que consideraba suyo junto con al que antes podría haber considerado uno de sus mejores amigos, estaba en estacionamiento, había buscado inútilmente el auto dos veces por todo el lugar, pero obviamente no estaba en ningún lado.

Maldecía en secreto y no sabía que hacer, pues su celular estaba sin batería y no tenía forma de comunicarse, no tenía absolutamente nada en mente, quizás producto de la furia y la impotencia, entro a su propio auto para aclara su ideas.

YamaPi estaba llevando al buta a pasear por la ciudad, y cuando encontró su objetivo se detuvo a estacionarse, se sentía bien, las cosas parecían salir de maravilla.

En su carro Ryo trataba de aclarar sus pensamientos, pero cuando algo le venía a la mente lo olvidaba o ya simplemente no le parecía coherente, estaba visiblemente enojado consigo mismo, pensaba que era su culpa por no estar con el fácilmente influenciable y convencible de Massu para evitar que el aprovechado de Yamashita hiciera de las suyas.

Tanto YamaPi como Masuda entraron a un restaurante sencillo pero muy agradable, pidieron gyozas a petición de Massu y cumplida por Yamashita, y una muy sencilla plática pero muy encantadora se dio, hablando de mil y un cosas, era algo muy tranquilo para ambos, era algo se podía decir que mágico, y la comida como siempre fue algo también un deleite para la parejita.

Al terminar de comer y de pagar, YamaPi  decidió invitar a Massu a dar una vuelta pero caminado, admirando algunas cuantas cosas y entrando a muchísimas tiendas de ropa y accesorios, artículos deportivos y demás cosas, probándose desde sombreros locos y elegantes hasta todo tipo de lentes, que eran la fascinación de ambos, con los celulares haciendo fotos, compraron de todo, disfrutaban de la compañía del otro.

Era ya una cita perfecta, ambos la estaban pasando estupendamente bien, y a cada paso que daban juntos ya se sentían más unidos de alguna manera, gozaban de una perfecta sintonía, parecía que se complementaban exactamente uno con el otro, tras darle mil vueltas a las tiendas, calles, sucursales y demás locales de la ciudad decidieron descansar en una bonita plaza, las cosa iban muy bien entre los dos.

Ryo conducía por toda la ciudad a una peligrosa velocidad, dedicando cada uno de sus sentidos a la búsqueda de su adorable bura, estaba como desde que los vio furioso y enojado.

Yamashita era un aprovechado y Masuda era alguien muy fácil de convencer o engañar, o tan si quiera hacerlo dudar.

Encontró así el auto de su compañero, se estacionó cerca del auto, bajó de su auto y emprendió una búsqueda a pie. ‘No deben estar lejos’, se decía.

Estaban los dos sentados en una banca blanca, bajo un par de arboles frondosos y con hojas verdes, estaban en un normal silencio entre los dos, que fue interrumpido por el mayor de los dos chicos, con una voz dulce y clara, tratando de mirar a los ojos al que tenía a lado, mostrándose de lo más sincero que le fuera posible, de demostrar que lo adoraba desde siempre, que lo quería con su alma:

-Vamos a mi casa Massu, en verdad yo…

-Pero, Yamashita-kun…

-¿Acaso no la hemos pasado muy bien? ¿Acaso no te gusto?

-No es eso, es que yo... bueno Ryo-chan

-¿Otra vez él? ¿Qué rayos tiene él que no tenga yo Massu? ¿No he sido yo más amable y dulce de lo que el jamás ha sido contigo?

-Pero…

-Te repito que tú podrías ser sólo un amor pasajero para él, un capricho, al meramente momentáneo, y sí a fin de cuentas, único, puedes ser sólo un juego.

-Tienes razón.

YamaPi se sorprendió, ni él se creía completamente lo que decía, su intención era convencer a Massu de él mismo era alguien mejor para el buta que el tipo ese de Nishikido,  y si eso ameritaba meter saña, lo haría sin dudarlo, tenía muy en claro lo que quería, sin embargo que Massu se tragara tan pronto ese punto de vista le preocupaba:

-¿Ah sí?... digo, ¡Claro que tengo razón!

-Si, puede que yo sólo sea un juego, puede que sólo sea un capricho pasajero tal vez,  pero así como puede que así sea, puede también que Ryo-chan en verdad me quiera.

-Por pensar así, tú… -otra vez tenía que meter un poco de saña.

-Si, lo sé, podría salir lastimado.

-¿Entonces… por qué tú…?

-Creo que es amor.

-¡Eh!

-Creo que puedo decir que estoy enamorado.

YamaPi entró en un shock mental, no pensó escuchar esas palabras de los labios de Masuda, pues también era muy probable que Ryo se sintiese así, igual que Massu por este, y eso significaría sin duda que ya no tendría oportunidad alguna.

Sin embargo se podían analizar las palabras que había dicho, la palabra ‘creo’ era una palabra peligrosa.

¿A qué se refería con ‘creo’?, podría interpretarse de varias maneras:

¿Creía estar enamorado?, es decir que no conoce y es inexperto en el amor.

¿Creía enamorarse? Es decir, conoce esa adorable sensación de preocuparse y querer a alguien y la sentía por Ryo-chan.

¿Creía que podía enamorarse? Es decir, ¿Se creía capaz de enamorarse de esa cosa llamado Ryo Nishikido?

-¿Enamorado? –Pi pronunció con dificultad.

-Si, eso pienso.

Esta vez YamaPi no pensó mucho sus acciones, se levanto, sacudió su cabeza como queriendo quitarse ciertas ideas y pensamientos de su mente que no le gustasen, cerró una de sus manos en un puño con fuerza, respiró y trato de calmarse.

Tomó entonces a Massu de la mano, obligándolo así a que se parase, lo tuvo de nuevo frente a él, y  el menor mostraba una cara llena de confusión, YamaPi lo acercó más hacia a él, lo abrazó, el buta se encontraba merced de lo que Yamashita quisiese, no sabía muy bien como reaccionar, el mayor cerró sus ojos y respiro profundamente.

Besó a Massu.

Por segunda vez, dulce igual o más cariñoso que el primer beso que le dio, un beso delicado, sencillo, pero muy emotivo, un beso que trataba de proyectar todas las emociones de Yamashita a Massu, sentimientos que prometían ser sinceros, el dulce beso llegó a su fin, y para agrado del mayor, su beso fue muy bien correspondido, eso, le dibujó una gran y linda sonrisa en los labios.

Estaban abrazados, muy juntos en silencio, Massu no paraba de pensar que lo que hacía estaba mal, pues aunque tal vez estuviese muy bien estar con Yamashita, no lo estaba que engañara así a Ryo, solamente ‘llevaban’ un día de relación y ¿Ya le engañaba? ¿Qué tipo de persona era entonces, que ni por un día podría ‘ser’ fiel?

-Te demostraré lo que es estar enamorado

-¡¿Eh?!

Yamashita emprendió una carrera a su auto con Massu de su mano, en poco tiempo ya estaban subiéndose en el auto.

Por el parque andaba Ryo, se le hizo ver a dos personas correr hacia donde estaban los autos, obviamente los siguió, pero al gente estorbosa estaba siempre presente, sin dejarlo pasar al ritmo que le hubiese querido.

YamaPi arrancó el auto, su destino; la casa de Yamashita, en cuanto el carro se encendió, salió y entraron rápidamente en circulación.

Ryo, como una serpiente en busca de su presa, llegó y confirmo que se trataba de Yamashita quien iba a toda prisa en una dirección predecible, también subió a su auto y tomó ese destino.

La parejita llegó a donde YamaPi, y este asó como se subieron al carro, jaló a Masuda para que entrase en su casa lo más rápido posible, le ansiaba mucho estar con el buta y ‘demostrarle su sincero amor’.

Así como ágilmente Pi despojaba  Massu de su ropa llegaba Ryo, estaban en la sala, YamaPi sobre Massu quitándole el pantalón al confundido buta, Ryo desde la entrada de la sala gritó:

-¡Quita tus manos de MI BUTA!

1 comentario:

  1. Excelente, vamos a ver que le pasa A PI!! Buta, noooo! ¿como pudiste? TT-TT

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